Introducción *
Hegel y la nación Estado *
Mazzini: el nacionalismo revolucionario *
Adam Smith *
Malthus *
John Stuart Mill: la libertad del individuo *
David Ricardo *
Los socialismos utópicos y el anarquismo *
Anarquismo *
Los socialismos utópicos *
Marx y Engels *
Bibliografía *
Tema
Introducción
El pensamiento político y económico del siglo XIX se debate en torno a dos posturas contrapuestas: la que pudiéramos llamar de derecha, con el liberalismo, el nacionalismo y el romanticismo como fundamentos ideológicos principales; y la de izquierda, con el socialismo, el marxismo y el anarquismo, como corrientes más importantes. Esto no quiere decir que cada una de estas posturas sean unitarias, por el contrario, hay, en ambos lados, posturas irreconciliables, entre el liberalismo y el nacionalismo, o entre el comunismo y el anarquismo por ejemplo.
El concepto de nación es muy moderno. En el siglo XIX se identifican, por primera vez, las ideas de nación, pueblo y Estado. Son aún nociones difusas que están por definir. Nación se identifica con un grupo de personas que tienen en común algo. Pero ese algo es diferente según el grupo de intereses que se definan. La nación la suele constituir un pueblo, que se identifica con un territorio (el concepto de pueblo también es difuso). Para que una nación pueda considerarse como tal, se entiende que debe tener un Estado independiente, con lo que se identifica Estado y nación. La visión romántica del asunto pretende que cada pueblo, para ser tal, debe luchar por tener un Estado. Lo que sí estaba muy claro era qué era un Estado: un conjunto de instituciones que administra y gobierna un territorio.
Sin embargo, en la práctica, jamás se definió lo que era un pueblo, y los Estados nación se constituyeron sin atención a etnias, lenguas o religiones, ni a diferencias culturales. Lo que identificaba el sentimiento nacional era el bien común frente al privilegio, y el sentimiento, irracional, de pertenecer a una misma comunidad. El imperialismo demuestra que tampoco la identificación con un territorio era motivo para la creación de una nación.
El liberalismo político aboga por la no intervención del Estado en economía, pero, a la postre, pone las bases legales que permiten hacer negocios privados: código de comercio, penal, mercantil, y la creación de un mercado nacional, construyendo, principalmente las vías de comunicación (ferrocarriles). Además, en el Estado se instala la división de poderes, para garantizar que el Estado no conculque los intereses privados del individuo. Claro que, para garantizar esos intereses, en ocasiones se aboga por un gobierno fuerte, y hasta represivo de la conflictividad social.
Hegel y la nación Estado
Friedrich Hegel (1770-1831) es el pensador central del siglo XIX, reconocido por todos. Sus teorías influyen decisivamente en el pensamiento de todos los filósofos y economistas del siglo XIX.
La idea de que todos los pueblos deben, para serlo, crear un Estado independiente había nacido con la Ilustración de la mano de Rousseau y de las ideas románticas.
Hegel es defensor del Estado liberal y del idealismo político; según el cual el Estado es fundamental en la configuración de la sociedad. La historia de la humanidad es la historia de las instituciones. El Estado debe ser el garante de la libertad personal a través de la Ley, por eso servir al Estado es un deber cívico. El Estado es la expresión de la voluntad popular y, por eso, sus leyes son justas e infalibles. Lo real es racional, y lo racional es real.
Una nación existe si tiene un Estado que la defina, por eso propone el concepto de autodeterminación nacional. El Estado es una idea divina y sólo es nación aquella que tiene Estado.
Este concepto de nación y sus vinculaciones con el Estado está en el fondo de todas las ideologías nacionalistas actuales.
Además, el Estado liberal que Hegel propone, deja libertad en materia económica e individual, pero debe garantizar el orden público. El Estado debe gobernar en favor de aquellos quecrean riqueza, ya que ellos son los hombres virtuosos del pueblo, y sus intereses son los de todo el país.
Mazzini: el nacionalismo revolucionario
Giuseppe Mazzini (1805-1872) fue el héroe de la unificación italiana. Su modelo de Estado es el prototípico liberal, poco intervencionista en cuestiones económicas.
Su concepto de Estado nacional está vinculado a las relaciones étnicas e históricas que han tenido los pueblos. Fruto de su experiencia política como líder en la unidad italiana. Estos son los pueblos que tienen derecho a luchar por su libertad y su autodeterminación.
Para Mazzini hay una tensión entre el Estado y el individuo, entre la necesidad de controlar la sociedad, el orden público, y la libertad plena del individuo.
Los pueblos deben liberarse del yugo de los reyes y proclamar la república y el Estado liberal, ya que la soberanía reside en el pueblo, en virtud de quien se debe gobernar. Losrepresentantes más cualificados de un pueblo, y quienes a la postre deben administrar el Estado, son los burgueses.
Adam Smith
Adam Smith (1723-1790) es uno de los grandes investigadores que influyen en el pensamiento económico del siglo XIX, y el creador de la escuela clásica en economía. Vive en la Inglaterra de los comienzos de la revolución industrial. Escribe La riqueza de las naciones en 1776, que es un tratado sobre el funcionamiento del sistema capitalista, lo que le valdrá la enemistad de la burguesía.
Su teoría se fundamenta en la división del trabajo, en la especialización productiva y en el libre intercambio comercial. Según Adam Smith, el crecimiento económico depende de laamplitud del mercado. Pero el mercado es el gran desconocido de la economía, ya que depende tanto de la extensión geográfica como del consumo interno, y del desarrollo económico.
Para Adam Smith hay dos clases sociales dentro de la fuerza de trabajo, los trabajadores activos y los excedentes o parados, que mantienen el precio de la fuerza de trabajo en niveles reducidos.
La riqueza, para Adam Smith, depende de la capacidad productiva de la industria que produce bienes. Los servicios no crean riqueza. También desarrolla la teoría del valor, según la cual: el valor es el precio de las cosas, es decir, el precio de las materias primas, más el valor añadido por la fuerza de trabajo en su transformación. El precio de la fuerza de trabajo es un precio justo, ya que responde a las leyes de la oferta y la demanda, y es lo que el obrero necesita para sobrevivir, idea con la que justifica el modelo económico capitalista.
El mercado es el que, con medidas de compensación, pone el precio justo, por medio de una mano invisible que vela por la justicia de los precios del mercado, los cuales siempre tienden a estar lo más bajos posible. Además, según Adam Smith, los costes constantes no varían con la escala.
Adam Smith justificará el reparto de la riqueza entre el proletariado y la burguesía porque estas dos clases sociales son las que crean riqueza. Para Adam Smith, la acumulación de capital se debe a las diferencias de trabajo en condiciones iguales, por eso la burguesía tiene derecho a una mayor parte de la riqueza.
El Estado debe intervenir lo menos posible y dejar que las fuerzas de la oferta y la demanda actúen libremente. Adam Smith explica, y justifica, cómo funciona el capitalismo.
Malthus
Thomas Robert Malthus (1766-1834) escribe en 1798 Ensayo sobre el principio de población donde se relaciona el crecimiento de la población con el incremento de los alimentos. Malthus llega a la conclusión de que la población crece en progresión geométrica y los alimentos en progresión aritmética, con lo que se llegaría a un momento en el que no sería posible alimentar a toda la población y aumentaría la mortalidad. Para evitar esto se hace necesario controlar la natalidad. Esta idea tiene un corolario, y es que: el crecimiento económico tiene un límite.
Malthus formula por primera vez la ley de rendimientos decrecientes (junto con David Ricardo y John Stuart Mill) aplicada a la productividad agrícola, debido al cultivo de las tierras marginales, que son menos productivas.
Según Malthus, con la inflación de los precios, el salario de los obreros pierde valor, pero sufre un ajuste automático en virtud de las fuerzas de la oferta y la demanda. Esta es, básicamente, la misma idea que formula Smith.
Malthus abogó por una agricultura protegida por el Estado en sus productos básicos, como los cereales, puesto que consideraba a la agricultura como un factor fundamental de desarrollo.
John Stuart Mill: la libertad del individuo
John Stuart Mill (1806-1873) es otro de los grandes economistas del siglo XIX. En la cuestión del Estado sigue las teorías de Tocqueville, que señaló los peligros que tiene la democracia de convertirse en la dictadura de las mayorías.
Para John Stuart Mill el Estado tiene sus peligros y aboga por su eliminación; proponiendo un liberalismo económico estricto en el que la libertad personal y de empresa sean las leyes que gobiernen las relaciones sociales. El Estado debe ser poco interventor en cuestiones económicas, aunque acude al Estado para mantener un orden que permita el desarrollo económico, aunque también aboga por una reforma de la sociedad que posibilite que el desarrollo económico alcance a todos.
John Stuart Mill es el formulador del concepto de utilitarismo en economía: doctrina que considera la utilidad económica como único principio moral. No en vano, para Mill las leyes económicas son leyes naturales. También es el que perfecciona la ley de rendimientos decrecientes, y desarrolla la teoría del valor de Adam Smith. Afirma que el valor es el trabajo.
David Ricardo
David Ricardo (1772-1823) escribe en 1817 Principios de economía política y tributación. Según él, en todos los países, y en todos los tiempos, los beneficios dependen de la cantidad de trabajo necesario con que se obtienen los bienes de subsistencia para los trabajadores. Ese capital no produce rentas, y los beneficios son las ganancias suplementarias.
Para David Ricardo la agricultura es el sector esencial de la economía, ya que es el primero en acumular los capitales necesarios que luego se invertirán en la industria.
Para él el valor añadido es el trabajo empleado en la transformación de las materias primas, contado en horas. Los beneficios aumentan en la medida en que se sustituye el trabajo asalariado por capital fijo, por tecnología, ya que no hay que pagar salarios y la productividad se incrementa.
David Ricardo formula la ley de los rendimientos decrecientes para toda la economía, no sólo para la agricultura como había hecho Malthus. Opina que el descenso de los precioshace disminuir el valor de la fuerza de trabajo, ya que disminuye el precio de los productos básicos para el sustento del proletariado, y sus necesidades se mantienen.
David Ricardo aboga por el libre comercio, y formula la teoría de las ventajas comparativas que llevan a la especialización productiva regional, y al libre comercio como forma de aprovechar las ventajas.
David Ricardo es otro de los economistas que explican cómo funciona el capitalismo, y lo justifica.
Los socialismos utópicos y el anarquismo
La explicación que Adam Smith, Malthus y David Ricardo, hacen del capitalismo provoca que algunos burgueses moralistas adopten una postura ética en contra de la explotación del hombre por el hombre. Nacen así: los socialismos utópicos, el comunismo y el anarquismo.
Anarquismo
El anarquismo aboga por la desaparición del Estado, por ser este el responsable de toda la represión del hombre, y por estar concebido para defender la propiedad privada, que es el origen de todos los males de la sociedad capitalista. Mijaíl Alesándrovich Bakunin (1814-1876), Piotr Alexéievich Kropotkin (1842-1921) y Élisée Reclús (1830-1905) son los grandes teóricos del anarquismo, y todos ellos tienen una importante actividad política.
El anarquismo aspira a la vuelta de un sistema de producción, donde cada cual adquiera lo que necesita, según el modelo, supuesto, de ciudad medieval.
Los socialismos utópicos
Los socialistas utópicos son más realistas, y consiguen llevar a cabo sus teorías, parcialmente y en pequeñas dimensiones. Proyectan ciudades agrarias autosuficientes en las que la propiedad es colectiva. Sus teorías están teñidas de un cierto romanticismo, donde el hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad capitalista quien le corrompe.
Saint-Simon, Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon (1760-1825) está considerado como el creador de la primera doctrina socialista. Afirmaba que el gobierno político debía ser sustituido por un gobierno económico de los industriales, dirigentes y obreros; y que la autoridad de los hombres sería reemplazada por la administración de las cosas.
Charles Fourier (1772-1837) es uno de los socialistas utópicos más destacados. Proyecta los falansterios: comunidades agrícolas autosuficientes de unas 1600 personas, pero donde subsiste la propiedad privada.
Louis Blanc (1811-1882) es otro destacado socialista utópico, que acepta la burguesía. Él ve en el proletariado todas las virtudes, y por lo tanto debe existir la burguesía para que exista el proletariado. Acepta el Estado y lo concibe intervencionista en economía.
Otro de los grandes socialistas utópicos fue François Babeuf (1760-1797) que pretendió, durante la Revolución francesa, no sólo la colectivización, sino instaurar una auténtica dictadura del proletariado.
Etienne Cabet (1788-1856) abogaba por una colectivización total, con una igualdad plena de los ciudadanos, incluso en el vestido, y por una planificación y programación integrales de la economía: almacenes públicos y gratuitos. No tendrían sentido ni los partidos políticos ni la libertad de expresión, ya que sólo hay una forma de hacer bien las cosas.
Robert Owen (1771-1858) fue un ardiente promotor de las asociaciones obreras. Pretendía remunerar según las necesidades y no en función de las capacidades de los obreros. Para él el beneficio empresarial era una injusticia; y la causa de las crisis económicas, ya que el trabajador no puede comprar lo que produce. Propuso suprimir el dinero y sustituirlo por bonos de trabajo.
Louis-Auguste Blanqui fue un jefe revolucionario que no quería un partido de masas, sino una élite revolucionaria. El pueblo debía ser sometido a un proceso de educación en el que se le inculcara la idea de verdadera libertad, para lo que sería necesario un proceso de dictadura del proletariado.
En 1871 tienen lugar los sucesos de la comuna de París, en la que se ponen en práctica, durante un breve lapso de tiempo, las teorías socialistas, en una gran ciudad. Además, se desarrolla un incipiente comunismo.
El comunismo se desarrolla a partir del cartismo inglés, que se radicaliza. Pretende la creación de una nueva sociedad tras la desaparición del sistema capitalista.
Marx y Engels
Karl Marx (1818-1883) escribe El capital y El manifiesto comunista, entre otras muchas obras. Es el filósofo de mayor relevancia del siglo XIX, junto con Hegel, y el que más ha influido en la sociedad actual. Con Marx el socialismo deja de ser utópico para pasar a ser científico, es decir, pasa del voluntarismo moralista a desarrollar una teoría científica sobre la destrucción del capitalismo. Marx es otro de los grandes economistas del siglo que explica cómo funciona el capitalismo.
Marx desarrolla nuevas concepciones sobre funcionamiento del sistema capitalista, descubre cuáles son las leyes que gobiernan el sistema, y cómo se distribuye la renta. Para Marx hay dos clases sociales: la burguesía, propietaria de los medios de producción, y el proletariado, que alquila su fuerza de trabajo. Las condiciones de alquiler de la fuerza de trabajo es lo que define el capitalismo. Las formas de producción inciden en la distribución de las rentas, y denuncia la apariencia de exceso de población, que no es más que el acaparamiento del capital por parte de una clase.
Cada etapa histórica tiene unas leyes económicas diferentes, un modo de producción que define las relaciones sociales y las instituciones.
Para Marx el valor de las cosas es el trabajo añadido, casi en exclusiva. El valor de la fuerza de trabajo es el coste de su subsistencia y de su reproducción. El valor se paga en horas de trabajo, pero el salario está en función del tiempo de trabajo y de la productividad, la cual depende de la tecnología. El descenso del salario es debido a la caída de los precios de los productos básicos, aunque hay una inflación de los precios nominales se da una deflación de los sueldos reales, al necesitar menos tiempo de trabajo para producir el valor del salario que se cobra.
Marx define el concepto de plusvalía como la diferencia entre el valor añadido por el trabajo y el salario cobrado por el trabajador. Este es el beneficio que la burguesía capitalista obtiene. Es la diferencia entre el tiempo de trabajo necesario para producir el sueldo que se le paga al trabajador, y el tiempo que está trabajando. Este excedente permite la acumulación de capital.
La maquinaria abarata los costes de producción unitarios y aumenta los beneficios, al tener una menor dependencia de la fuerza de trabajo. Los parados constituyen un ejército de reservade mano de obra que ayuda a mantener el precio de la fuerza de trabajo reducido.
Según Marx, el capitalismo se podrá superar con la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción, a través de la dictadura del proletariado.
La postura ante el capitalismo de Marx no es utópica, sino que es producto de un análisis científico del capitalismo. Marx es, además, un activista político, un sindicalista que aboga por la intervención del Estado en política y economía. También crea las internacionales como instrumento de unificación de la actividad política de todos los trabajadores del mundo. Hace un análisis de la historia a través de sus sistemas económicos e inventa, de la dialéctica de Hegel, el materialismo histórico y el materialismo dialéctico. Para Marx la historia es la transformación de la naturaleza humana.
Codo con codo con Marx trabaja Friedrich Engels (1820-1895), coautor de El manifiesto comunista, y autor de La sagrada familia y La ideología alemana, junto con otros muchos textos que, con los de Marx, ponen las bases del pensamiento marxista y el socialismo científico. Además, Engels escribe El origen de la familia y La propiedad y el Estado. Si Marx crea el concepto de materialismo histórico, Engels formula el concepto de materialismo dialéctico, la auténtica arma de análisis del marxismo. Su labor la centra en explicar las relaciones ente infraestructura y superestructura.