En 1797, el almirante de la Real Marina Británica Lord almirante Horacio Nelson pretendía un ataque contra Santa Cruz de Tenerife (España) para someter a la isla de Tenerife al mandato de la Corona Británica. Este intento por parte de los ingleses de conquistar la isla se vio frustrado por el general Antonio Gutiérrez de Otero.
Ataque a Santa Cruz de Tenerife
El contralmirante Nelson contaba con los navíos HMS Theseus (74 cañones), Culloden (74 cañones), HMS Zealous (74 cañones), HMS Leander (50 cañones), las fragatas HMS Emerald (36 cañones), HMS Seahorse (38 cañones), HMS Terpsichore (32 cañones), HMS Fox y la bombardera capturada a los españoles Rayo. El comandante de la expedición organizó una fuerza de desembarco de aproximadamente 900 hombres para tomar la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, que estaba protegida por varios fortines artillados situados en la costa y en las alturas.
Primera fase: La maniobra de Nelson, en una primera fase, consistía en desembarcar en la playa de Valleseco (a unas dos millas al nordeste de la ciudad), avanzar hasta el montículo Altura, tomar por retaguardia el castillo de Paso Alto y desde allí negociar la rendición de la ciudad.
Segunda fase: Si al finalizar la primera fase no se conseguía la rendición, se iniciaría una segunda fase, en la que se enviarían fuerzas para desembarcar en la ciudad y tomarla en combinación con las de Valleseco.
Nelson herido durante el ataque, óleo de Richard Westall
Los planes de Nelson comenzaron a torcerse, ya que sus buques fueron avistados en la noche del 21 al 22 de julio y el gobernador de Tenerife, el teniente general Gutiérrez, dio la orden de preparar las defensas para un inminente ataque, por lo que reunió y desplegó por la zona todas las fuerzas isleñas de las que disponía, siendo en su gran mayoría milicias formadas por los propios vecinos de la isla (pues Canarias tenía pocos efectivos militares y la defensa corría a cargo de estas milicias), además de un destacamento francés.
Resultado
Lugar
Fecha
Beligerantes
Comandantes
En la madrugada del día 22 de julio, tres fragatas inglesas se situaron a unas tres millas de tierra, y comenzó el movimiento de dos formaciones de lanchas de desembarco hacia la costa. La primera, con 23 lanchas, se dirigió al barranco del Bufadero para llevar a cabo la primera fase del plan. La segunda, con 16 lanchas, navegó hacia Santa Cruz para realizar la segunda fase del plan. El hecho de que los defensores ya estuvieran alertados de los planes de Nelson y los vientos desfavorables hicieron fracasar este primer intento.
Fuerzas en combate
Guarnición española:
• 1.700 entre milicianos, marineros y soldados
• Castillos, fortines y reductos fortificados a lo largo de la costa
Sobre las diez de la mañana del día 22, las fragatas inglesas fueron remolcadas por las lanchas para fondear todo lo cerca que pudieron del Bufadero, y se produjo el desembarco de unos 1.000 hombres en la playa de Valleseco. A pesar de que tomaron una pequeña cota, no pudieron progresar al encontrarse con el fuego cruzado de los defensores, que disparaban desde el castillo de Paso Alto y desde otras posiciones fortificadas; luego no pudieron tomar dicho castillo. Además, el teniente general Gutiérrez envió refuerzos para ocupar los pasos de Valleseco, que se prepararon para frenar una posible incursión en la ciudad de los asaltantes de Paso Alto. Tras un intercambio de fuego el 23 de julio y debido a lo escabroso del terreno, a la imposibilidad de movimientos y a la carencia de fuego naval de apoyo, los ingleses iniciaron su retirada y se reembarcaron en la noche del 23 al 24 de julio. El segundo intento tampoco resultó exitoso.
Bajas
32 muertos y 40 heridos
• 1 balandra hundida
• 44 muertos en combate
• 177 ahogados
• 5 desaparecidos
• 123 heridos
• 300 prisioneros
Expedición franco-española a Terranova •Ataque a Trinidad (1797) • Ataque a Puerto Rico (1797) •Batalla del Cabo de San Vicente • Bloqueo de Cádiz (1797) •Ataque a Santa Cruz de Tenerife (1797) •Combate de Cartagena (1798) • Toma de Menorca (1798) •Batalla de Brión • Batalla de Algeciras (1801) •Batalla del Cabo de Santa María (1804) •Batalla del Cabo Finisterre • Batalla de Trafalgar •Invasiones inglesas al Río de la Plata
(1796 a 1808)
Las fragatas inglesas levaron anclas y se alejaron de la costa. Mientras tanto, Gutiérrez, esperando un nuevo ataque, cambió su despliegue; dejó un pequeño destacamento en Paso Alto, concentró fuerzas para la defensa de la ciudad, reforzó las defensas de los puertos y mantuvo la alerta en las instalaciones defensivas.
A la vista de sus dos fracasos, Nelson decidió atacar frontalmente Santa Cruz, con un desembarco en el muelle al frente de sus tropas; el capitán de navío Troubridge, anterior jefe de la fuerza de desembarco, también iba a participar en el asalto. Trataba de desembarcar en masa en el muelle, tomar el Castillo de San Cristóbal y desplegarse en la plaza de la Pila para reprimir cualquier conato de insurrección popular.
A última hora del 24 de julio, los ingleses llevaron a cabo la preparación del desembarco. Unos 700 soldados embarcaron en seis grupos de lanchas, 180 embarcaron en la balandra Fox y otros 80 lo hicieron en una goleta apresada a los canarios.
A primera hora del 25 de julio, las lanchas de desembarco comenzaron a navegar hacia el muelle, en plena noche, con visibilidad escasa y prácticamente en silencio total. Según parece, los ingleses cubrían sus lanchas con lonas, para evitar ser descubiertos, pero la fragata española San José las detectó y dio la alarma, y el castillo de Paso Alto hizo lo mismo. Las baterías hicieron fuego sobre las fuerzas invasoras, y al mismo tiempo la resaca dispersó las lanchas. Solamente tres grupos pudieron dirigirse al muelle, de los que únicamente lograron desembarcar los hombres de cinco lanchas. Las restantes se estrellaron contra las rocas, donde tuvieron que soportar el fuego de la artillería y la infantería españolas. Al mismo tiempo, las baterías defensoras hicieron blanco sobre la Fox, le causaron 97 muertos y gran cantidad de heridos, y terminaron por enviarla al fondo del océano con mucho material y municiones.
Nelson viajaba en el cuarto bote de los que lograron desembarcar, pero antes de llegar a tierra firme recibió un impacto procedente del cañón Tigre, que le destrozó el brazo, y fue evacuado. El cañón es conservado en el Museo del Castillo de San Cristobal en la Plaza de España en Santa Cruz, con muchos otros objetos, como las banderas del buque insgignia el HMS Theseus (74 cañones) y de la fragata HMS Emerald (36 cañones). Los tres grupos de lanchas restantes, arrastrados por el mar, fueron castigados por la artillería, y algunas desembarcaron al sur de la ciudad. Unas cuantas, dirigidas por Troubridge, lo hicieron en la playa de la Caleta y llegaron a la Plaza de la Pila para aguardar la llegada de las demás. La mayoría de las unidades desembarcó en la playa de las Carnicerías, desde donde avanzaron por tierra con cierto éxito hasta que fueron arrinconados en la plaza de Santo Domingo. A Troubridge se le agotó la paciencia y dejó la plaza de la Pila para unirse a los atacantes de Santo Domingo, donde fueron rodeados por los defensores, que les obligaron a refugiarse en el convento de Santo Domingo.
El teniente Vicente Siera capturó cinco soldados ingleses en la Plaza de la Pila y los entregó al General Gutiérrez, dándole información sobre la situación de las fuerzas británicas encerradas en el Convento, lo que levantó el ánimo de Gutiérrez que estaba mal informado y creía que estaba perdiendo la batalla.
Gutiérrez, de forma presta, movió sus fuerzas y fijó a los británicos en sus posiciones. Ocupó el muelle para evitar la llegada de refuerzos y aumentó la intensidad del cerco alrededor de la iglesia de Santo Domingo. Todos los intentos de ayuda de Nelson a sus hombres cercados fueron infructuosos. Aquella situación llevó a Troubridge a negociar con Gutiérrez, y logró una capitulación honrosa y la salvación de la vida de sus hombres. El tercer y último intento también fracasó.
La rendición se firmó el día 25, y los más de 300 ingleses que estaban en Santo Domingo desfilaron hacia la Plaza de la Pila y reembarcaron en embarcaciones inglesas y algunas canarias.
En aquel ataque, en el que Nelson afirmó que había tenido que luchar contra 8.000 defensores, cuando en realidad sólo fueron 1.700, los británicos sufrieron grandes pérdidas tanto humanas como materiales. Según el parte rendido por Nelson a Jervis, tuvo un total de 349 bajas (44 muertos en combate, 177 ahogados, 5 desaparecidos y 123 heridos). En cambio, las bajas canarias se redujeron a 72 (32 muertos y 40 heridos).
Cada año en el mes de julio tiene lugar la Recreación de la Gesta del 25 de julio, en la que soldados, ataviados con fieles reproducciones de uniformes y armamento de la época, rememoran la victoria de Santa Cruz de Tenerife sobre las tropas británicas.
Además existe en la ciudad de Santa Cruz una estatua popularmente llamada "El Grito" o "La pescadora embarazada" que conmemora este hecho histórico para el Archipiélago Canario.
El Ataque a Trinidad fue una acción militar ejecutada por fuerzas británicas a principios de 1797, efectuada como consecuencia de la firma del tratado de San Ildefonso en 1796 por los gobiernos de España y Francia y en virtud del cual ambas naciones pasaron a ser aliadas, convertirtiendo a España automáticamente en enemiga de Gran Bretaña. En represalia, este último país envió una flota al Caribe con la intención de invadir las islas de Trinidad y Puerto Rico, consiguiendo la rendición de Antecedentes
A finales del siglo XVIII la Provincia de Trinidad, entonces parte de la Capitanía General de Venezuela, era una provincia muy próspera debido a su producción de azúcar de caña. Su población había pasado de 3.000 almas a 16.000 en 1796.5La inestabilidad en la zona debida a las guerras entre franceses e ingleses junto a los decretos de libertad de comercio, hicieron que muchos extranjeros buscasen refugio en la misma. Este hecho, unido a la gran cantidad de negros y mulatos liberados de la isla, provocó disturbios y tensiones, por lo que su gobernador, el Almirante de la Armada D. José María Chacón informó a la Corte de esta situación, comunicando que la riqueza de la isla podía atraer a los ingleses, y solicitó ayuda.
Cambios territoriales
Resultado
Lugar
Fecha
El Castillo de San Andrés jugó un importante papel en la defensa de Tenerife durante el ataque de Nelson.
La administración de la isla Trinidad pasa a control británico.
Victoria inglesa.
El 16 de febrero de 1797 se avistó una escuadra inglesa de nueve navíos, tres fragatas, cinco corbetas y bergantines y varios buques de transporte. La mandaba el almirante Henry Harvey y transportaba 6.750 soldados, 35 cañones y 11 morteros al mando del teniente general Ralph Abercromby o Abercrombie. Los ingleses fondean al anochecer a poca distancia del puerto de Chaguaramas, proyectando desembarcar a la mañana siguiente.
Comandantes
Apodaca reunió a sus comandantes, y decidieron que, en las condiciones que se encontraban, era imposible enfrentarse a los ingleses. Por ello, para evitar el apresamiento de las naves, deciden quemarlas, y dirigirse por tierra para reforzar las defensas de Puerto España. Se procedió por tanto a incendiar los barcos, se abandonó la isla de Gaspar Grande después de haber clavado la artillería, inutilizándola, y se dirigieron por tierra a Puerto España.
Los ingleses, a la vista del fuego en los barcos, envían sus chalupas para intentar rescatarlos. Consiguen así salvar y apresar el San Dámaso y el bergantín Galgo. A continuación avanzan hacia Puerto España, tomando las alturas próximas sin oposición.
El Gobernador Chacón, viendo que solo contaba con 190 soldados, muchos de ellos enfermos y con poca munición, y que la población indígena y extranjera de Puerto España se niega a participar en la defensa de la ciudad, por miedo a que resulten dañados sus bienes, acepta la capitulación honrosa que le ofrece Abercromby, entregando la isla a los ingleses. En esta operación el ejército inglés tuvo siete muertos, y el español un herido.
Fuerzas en combate
Guarnición de Trinidad: 2.100 -2.500 hombres
(700 convalecientes de fiebre amarilla)
Flotilla naval:
1 fragata
(la mayoría de los defensores eran milicianos)
Royal Navy:
• 10.000 hombres
(7.500 infantes de marina)
• 9 navíos de línea
• 3 fragatas
• 3 corbetas
• 3 bergantines
• 30 barcos auxiliares
Los mandos españoles de mar y tierra fueron sometidos a consejo de guerra al llegar a Cádiz. El 26 de junio de 1798, el tribunal, formado por marinos y militares de tierra, les consideró inocentes de toda culpa, debido a la superioridad inglesa y a la falta de pertrechos y municiones, justificando así su proceder. El 20 de mayo de 1801 el Rey no admitió tal sentencia, y ordenó que fueran desposeídos de sus cargos, sin posibilidad de recurso alguno. Pero el 7 de junio de 1809, la Junta Central rehabilitó a Apodaca, nombrándole Jefe de Escuadra de la Real Armada.
Vista la facilidad con que habían tomado la isla de Trinidad, la armada inglesa decidió probar suerte en Puerto Rico, y el 17 de abril de 1797 se presentaron 60 velas ante la isla. Eran cinco navíos de línea, dos fragatas, seis corbetas, ocho goletas y, el resto, transportes de tropas. Pero esta vez los españoles resistieron y los ingleses tuvieron que retirarse.
La escuadra española, formada por 27 navíos de línea, 11 fragatas y un bergantín, con un total de 2.638 cañones, partió deCartagena en febrero de 1797 al mando del teniente general José de Córdoba. Entre los buques de la flota española se encontraba el Santísima Trinidad, entonces el mayor buque de guerra del mundo con 136 cañones y el único con cuatro cubiertas de artillería. Poco antes de su llegada a Cádiz fueron sorprendidos por un fuerte temporal, al tiempo que la flota inglesa, con 15 navíos de línea, 4 fragatas, 2 balandros y 1 cúter, con un total de 1430 cañones y al mando de John Jervis, interceptaba a la escuadra española.La Batalla del Cabo de San Vicente fue un combate naval que se desarrolló el 14 de febrero de 1797 frente al Cabo de San Vicente, en el extremo occidental de la costa portuguesa del Algarve. España se encontraba en aquel momento aliada a la Francia revolucionaria merced al Tratado de San Ildefonso, que la comprometía a enfrentarse a Inglaterra en el marco de las Guerras Revolucionarias Francesas.
Beligerantes
Final de la batalla, a la derecha el buque español Salvador del Mundo apresado
Batalla del Cabo de San Vicente
Resultado
Lugar
Fecha
Al amanecer del día 14, los barcos de Jervis se encontraban en posición para enfrentarse a los españoles y viceversa. Fue entonces cuando vio claro que su inferioridad numérica era de dos barcos españoles por cada barco inglés, pero en cualquier caso suponía ya mayor riesgo para los ingleses tratar de evadirse que enfrentarse a la escuadra española, por lo que Jervis se decidió a atacar para tratar de impedir que esta escuadra se uniera a la flota francesa que les esperaba enBrest.
Para ventaja de los ingleses, la escuadra española estaba formada en dos grupos tácticamente mal dispuestos para el combate, mientras que los ingleses conservaban la línea. Jervis ordenó a su flota que pasara entre ambos grupos, lo que optimizaría el uso de los cañones de sus barcos, mientras impedía que la flota española pudiera usar todos los suyos. En todo momento maniobró la flota con el fin de impedir que los barcos españoles pudiesen escapar hacia Cádiz.
Nelson había sido transferido al HMS Captain y se dirigió hacia la retaguardia de la línea española. Desobedeciendo las órdenes de que la línea inglesa maniobrara para acorralar al grupo menor de buques españoles, rompió la formación para perseguir al grupo mayor, colocándose frente a los barcos españoles.
Jervis, aunque veía cómo Nelson desobedecía sus órdenes, envió nuevos buques en su apoyo. Exclamó al ver a Nelson: «¿A dónde va ese loco?».
Nelson recibe la rendición del navío español San José en la batalla del Cabo de San Vicente, el 14 de febrero de1797. Obra de Daniel Orme de 1799.
El Infante don Pelayo acude al rescate del Santísima Trinidad en la Batalla del Cabo de San Vicente del 14 de febrero de 1797.
Bajas
Fuerzas en combate
Comandantes
390 muertos
454 heridos
2660 prisioneros
4 navíos de línea capturados
Armada Española
• 24 navíos de línea
• 7 fragatas
• 1 bergantín
• 4 urcas
La batalla se desarrolló en el transcurso del 14 de febrero y, como se podía esperar, acabó con una derrota para la armada española. De los 27 navíos de línea con los que contaba la flota española, entraron en combate 7, perdiendo 4, e incluso podría haber llegado a perder a su buque insignia de no ser por la actuación de Cayetano Valdés, al mando del Infante don Pelayo, que acudió en su socorro cuando ya había arriado su bandera. Se dice que amenazó al buque insignia español con cañonearlo también si no levantaba de inmediato su pabellón. Otros cuatro buques de la flota quedaron muy seriamente dañados. Los británicos apresaron los navíos San José, Salvador del Mundo, San Nicolás y San Antonio.
La batalla costó la vida de 250 hombres por parte española. La flota británica, al mando de John Jervis, demostró que, a pesar de estar en inferioridad numérica, la disciplina y el entrenamiento de sus marinos eran cruciales para convertirla en un arma de guerra imbatible, cosa que años más tarde se demostraría de nuevo en la batalla de Trafalgar.
En la posterior retirada española, algunos barcos huyeron hacia Cádiz, mientras que otros lo hicieron con rumbo a Algeciras. El grueso de la escuadra española entró en Cádiz el 3 de marzo, siendo objeto del escarnio de los gaditanos por su humillante derrota. A consecuencia de la misma, el jefe de la escuadra José de Córdova tuvo que enfrentarse posteriormente a un Consejo de Guerra, donde fue degradado. Si hubiera mostrado más decisión y hubiera atacado a los navíos británicos, varios de ellos destrozados y a remolque como el Captain de Nelson, habría podido evitar que se llevaran 4 presas y, quizás, hasta habrían apresado alguno, dado que los ingleses estaban dañados y casi sin municiones, mientras que en la escuadra española, salvo los siete barcos que combatieron, los restantes estaban intactos.
La Batalla del Cabo de Santa María fue un combate naval que tuvo lugar el 5 de octubre de 1804 frente al cabo de Santa María, en la costa portuguesa del Algarve, en la que la escuadra mandada por el Brigadier José de Bustamante y Guerra fue atacada por una escuadra británica al mando del Comodoro Graham Moore.
El Brigadier Bustamante rindió las tres fragatas que resistieron a medio día, que fueron apresadas y transportadas al puerto de Gosport en Inglaterra. Bustamante había zarpado de Montevideo en tiempo de paz el 9 de agosto de 1804.
Batalla del Cabo de Santa María
Flota Española: Medea (insignia), Fama, Mercedes y Santa Clara
La flota partió armada con 148 cañones y con 1.089 hombres de dotación.
Flota Británica: Indefatigable (insignia), Lively, Amphion y Medusa
La flota estaba armada con 184 cañones y con 1.110 hombres de dotación.
Explosión de la Mercedes
Fecha
5 de octubre de 1804
Al amanecer del 5 de octubre, las fragatas de Bustamante divisaron la costa de Portugal (frente al cabo de Santa María). A las 7:00 avistaron 4 embarcaciones inglesas que venían al encuentro de las fragatas españolas. Bustamante ordenó zafarrancho a las 8:00 y dispuso formar línea de combate. Las fragatas inglesas se situaron una a una, a barlovento de las españolas y a "tiro de pistola".
Una vez emparejadas, los ingleses mandaron un bote a parlamentar con la Medea, que llevaba la insignia. Viendo que su bote se demoraba, Moore mandó llamar a su bote con un cañonazo y a continuación rompieron el fuego las demás fragatas inglesas. Estando tan cerca los navíos, los artilleros tenían dificultad para manejar los cañones. Al poco tiempo vieron saltar la Mercedes por los aires. La Fama se alejaba para escapar, pero la siguió la Lively, que era la más velera, hasta alcanzarla y también la batió la Medusa, que era la que la tenía emparejada al inicio, quedando la Famadesarbolada, con su comandante, el capitán de navío Miguel Zapiain y Valladares, muerto, y la fragata con siete impactos a flor de agua, pues los ingleses después de arrumbar el velamen, tiraban a hundir. La falta de combatividad de la marinería española impedía hacer una defensa eficaz, y la desigualdad era abismal. Prolongar más el combate hubiera constituido un final numantino. A las 12:30, Bustamante rindió la escuadra.
Las tres fragatas españolas fueron conducidas, primeramente a Gibraltar, y después a Gosport, Inglaterra.
Bajas
Fuerzas en combate
Comandantes
Beligerantes
2 muertos y 7 heridos
• 269 muertos
• 80 heridos
• 1 navío hundido
• 3 navíos capturados
La flotilla de Bustamante es interceptada por 4 fragatas inglesas mandadas por Moore y la Amphion alcanza la santabárbara de la Mercedes. Recreación de Francis Sartorius
El segundo comandante de la escuadra era el Mayor General Diego de Alvear y Ponce de León, que regresaba a la península con su esposa María Balbastro y sus ocho hijos, después de cumplir su misión en el establecimiento del trazado de los límites en Paraguay.1 Diego de Alvear viajaba con su hijo mayor Carlos, cadete del Regimiento de Dragones de Buenos Aires, en la fragata del Comandante, la Medea, y su familia y enseres iban en la fragata Mercedes. En un momento de la refriega, la Amphion alcanzó la santabárbara y la Mercedes saltó por los aires, pereciendo a su vista la esposa de Don Diego y sus hijos, salvo el primogénito.
La escuadra española perdió 269 personas y tuvo 80 heridos, mientras que la escuadra de Moore sólo perdió 2 hombres y tuvo 7 heridos.
La batalla fue duramente criticada por la prensa británica, que consideraba que el ataque estaba totalmente injustificado por haberse producido en tiempos de paz:
Un gran delito acaba de cometerse [...] La ley de las naciones ha padecido la violación más atroz: una potencia amiga ha sido atacada por nuestra fuerza pública en medio de una profunda paz [...] sus leales súbditos han perecido en su defensa, infestando nuestras costas sus saqueados tesoros, y, como el de un pirata, nuestro pabellón tremola sobre el débil, el infeliz y el oprimido2
Gran Bretaña obtuvo un copioso botín de más de 3 millones de pesos. Sólo después de numerosas presiones accede a abonar los fondos de las soldadas de los marinos supervivientes por 230.634 pesos, negándose a abonar los 60.000 pesos correspondientes a los soldados fallecidos, cuyas viudas y herederos quedaron sin los ahorros ganados por el servicio de sus maridos y padres. España declaró la guerra a Gran Bretaña el 14 de diciembre de 1804, ya antesala de lo que sería la batalla de Trafalgar. Napoleón, que había sido coronado el día 2 (doce días antes), veía cómo tenía a España de aliada en su guerra contra Gran Bretaña.
La Fragata Nuestra Señora de las Mercedes, buque mártir hundido en esta batalla, ha estado envuelto en una gran polémica desde 2007 hasta primeros de 2012, ya que España denunció judicialmente en Florida a la empresa de cazatesoros estadounidense Odyssey Marine Exploration argumentando que La Mercedes es el buque expoliado ilegalmente por dicha empresa frente a las costas del Algarve portugués.3
En enero de 2012, en un fallo que ya no admite recurso, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos rechazó el recurso de Odyssey Marine Exploration y obligó a la compañía a devolver a España las cerca de 500.000 monedas sacadas del pecio en 2007, monedas y restos arqueológicos que volvieron a España el 25 de febrero de 2012 para engrosar el Patrimonio Nacional y al que la justicia estadounidense reconoció su propiedad.4
Blanco Núñez, Capitán de Navío José María - La Tragedia de las fragatas de Bustamante y la declaración de guerra contra Inglaterra, en Bicentenario de la Batalla de Trafalgar, págs. 67 a 78. Revista General de Marina, Agosto-Septiembre de 2005.
Alvear y Ward, Sabina - Historia de Don Diego de Alvear y Ponce de León, Brigadier de la Armada. Madrid.
Vieira de Castro, Filipe, "O Naufragio da fragata espanhola Nuestra Señora de las Mercedes", Revista Portuguesa de Arqueología, Vol.1, No. 2, 1998.
Ir a↑ "La tragedia de Alvear" por Francisco Moreno en ABC de Sevilla el 18/05/2008
Ir a↑ "Oro, plata y 249 cadáveres en el fondo del mar" en www.elpais.com
Ir a↑ "España confirma que el navío del caso Odyssey es español"
Ir a↑ "La justicia de EEUU falla a favor de España y obliga a Odyssey a devolver el tesoro"
Historia de la fragata Indefatigable con la bitácora del Capitán Moore (en inglés)
"La tragedia de La Mercedes", por Tulio Demicheli, Diario ABC 11/5/08
La Batalla del Cabo de Finisterre tuvo lugar el 22-23 de julio de 1805, en el marco de las guerras de la Tercera Coalicióndurante las Guerras Napoleónicas. El enfrentamiento naval sucedió cerca del Cabo Finisterre, en la costa norte deEspaña. Participaron en el combate, por un lado, la flota de la Armada Real Inglesa comandada por el vicealmirante Robert Calder, y por el otro, una flota franco-española al mando del almirante Pierre Charles Silvestre de Villeneuve.
Esta acción, si bien no tuvo un resultado concluyente, impidió a la flota francesa el acceso al Canal de la Mancha para escoltar el paso de la Grande Armée, el ejército de Napoleón para invadir Inglaterra.
Batalla del Cabo Finisterre
La frágil Paz de Amiens de 1802 llegó a su final cuando Napoleón invadió el Estado italiano del Piamonte, por lo que el 18 de mayo de 1803, Gran Bretaña estaba de nuevo en guerra con Francia.
Napoleón planeó invadir y conquistar Inglaterra para terminar con el bloqueo naval británico. En 1805, el ejército destinado a la invasión era de 150.000 hombres, y se encontraban acampados en Boulogne. Si este ejército cruzaba el Canal, era casi segura su victoria sobre unas fuerzas inglesas pobremente equipadas y entrenadas. El plan consistía en que la flota escapara del bloqueo británico de Tolón y Brest, y se dirigiera a las Indias Occidentales para amenazar los intereses británicos en las colonias. Las flotas combinadas se reunirían en la isla Martinica y retornarían con rapidez a Europa, desembarcando tropas en Irlanda para promover la rebelión, derrotar a las débiles patrullas inglesas del Canal y ayudar al transporte de la Armée a través del Estrecho de Dover.
Villeneuve salió de Tolón el 29 de marzo de 1805 con once navíos de línea, seis fragatas y dos bergantines, evadiendo el 8 de abril al almirante Horacio Nelson, que bloqueaba el Estrecho de Gibraltar. Al llegar a Cádiz evitando el bloqueo inglés, se unió con seis navíos de línea españoles. Finalmente la flota combinada navegó hasta las Indias Occidentales, llegando a Martinica el 12 de mayo.
Nelson, mientras tanto, permaneció en el Mediterráneo, atrapado por vientos del oeste, y no pudo pasar el estrecho hasta el 7 de mayo de 1805. Finalmente, la flota inglesa no llegó al Caribe (Antigua) hasta el 4 de junio.
Villeneuve esperó en Martinica a la flota del almirante Ganteaume, procedente de Brest, para unirse a ella, pero ésta permaneció en puerto bloqueada por los ingleses y no apareció. Villeneuve no atendió las peticiones de los oficiales del ejército francés de atacar las colonias inglesas, a excepción de la reconquista del fortín de la isla Roca del Diamante, y permaneció en Martinica hasta el 4 de junio. El 7 de junio, supieron por un mercante inglés capturado que Nelson había llegado a Antigua, y el 11 de junio Villeneuve partió hacia Europa, habiendo fracasado en todos los objetivos perseguidos en esta expedición al Caribe. Llegó al Cabo de Finisterre el 9 de julio, pero vientos del noreste le impidieron entrar en elGolfo de Vizcaya hasta el 22 de julio.
Bajas
Fuerzas en combate
Comandantes
Beligerantes
Acción del Almirante Sir Robert Calder en Cabo Finisterre, 23 de julio de 1805, por William Anderson
Resultado
Lugar
Fecha
476 muertos o heridos
2 navíos españoles capturados
Flota Hispano-francesa
• 20 navíos
• 7 fragatas
• 2 bergantines
Expedición franco-española a Terranova •Ataque a Trinidad (1797) • Ataque a Puerto Rico (1797) •Batalla del Cabo de San Vicente • Bloqueo de Cádiz (1797) •Ataque a Santa Cruz de Tenerife (1797) •Combate de Cartagena (1798) • Toma de Menorca (1798) •Batalla de Brión • Batalla de Algeciras (1801) •Batalla del Cabo de Santa María (1804) •Batalla del Cabo Finisterre • Batalla de Trafalgar •Invasiones inglesas al Río de la Plata
(1796 a 1808)
Las noticias sobre el retorno de la flota franco-española llegaron al vicealmirante Calder el 19 de julio. Calder tenía órdenes de levantar el bloqueo de los puertos deRochefort y Ferrol, y navegar hacia el Cabo de Finisterre para interceptar a Villeneuve. Las flotas se encontraron finalmente sobre las 11 horas del 22 de juliode 1805.
Calder disponía de quince navíos de línea: HMS Prince of Wales, HMS Glory, HMS Barfleur, HMS Windsor Castle, w:HMS Malta, HMS Thunderer, HMS Hero, HMS Repulse, HMS Defiance, HMS Ajax, HMS Warrior, HMS Dragon, HMS Triumph,HMS Agamemnon y HMS Raisonnable, dos fragatas: Égyptienne y Sirius, así como dos buques menores.
Villeneuve tenía veinte navíos de línea: Argonauta, Terrible, América, España, San Rafael, Firme, Pluton, le Mont Blanc, Atlas, Berwick, Neptune, Bucentaure, Formidable, Intrépide, Scipion, Swiftsure, Indomptable, Aigle,Achille y Algésiras, así como siete fragatas y dos bergantines.
Tras muchas horas de maniobras con rumbo sur-oeste, la acción se inició a las 17:15 cuando el buque inglés Hero, en vanguardia, se aproximó a la línea de batalla franco-española. Con poca visibilidad, la batalla se convirtió rápidamente en una confusa melé. Sobre las 20 horas, el Firme y el San Rafael se rindieron. Calder hizo señales para detener el combate a las 20:25 y continuar la batalla el día siguiente. Con poca luz y una confusión general, algunos buques continuaron disparando durante otra hora más.
Al romper la mañana del 23 de julio, las flotas se encontraban separadas unos 27 km. Calder estaba poco dispuesto a un nuevo ataque sobre fuerzas muy superiores, y además debía proteger a los buques Windsor Castle y Malta, dañados el día anterior en el combate. Debía considerar también la posibilidad de que las flotas anteriormente bloqueadas en Rochefort y Ferrol pudieran unirse a la flota combinada de Villeneuve, y por todo ello, decidió rehuir un nuevo combate y tomar rumbo norte con sus capturas.
Los informes de Villeneuve aseguran que trató de atacar de nuevo a la flota inglesa, pero las suaves brisas de aquel día le impidieron acercarse a ellos durante todo el día, por lo que decidió no arriesgarse a un combate en las últimas horas del día 23. El 24 de julio, un cambio del viento puso a la flota franco-española en disposición de efectuar un ataque desde barlovento, una posición ideal para el ataque, pero Villeneuve decidió de nuevo no atacar. En lugar de esto, viró hacia rumbo sur.
Al llegar al puerto de La Coruña el 1 de agosto, recibió órdenes de Napoleón de dirigirse de inmediato a los puertos de Brest y Boulogne, pero en lugar de hacerlo, y creyendo algunos informes falsos sobre la superioridad numérica de la flota inglesa en el Golfo de Vizcaya, regresó a Cádiz, arribando a puerto el 21 de agosto.
La batalla fue una seria derrota para la flota combinada: quince buques ingleses se habían enfrentado a veinte buques franco-españoles, y habían capturado dos de los navíos españoles. Las pérdidas británicas fueron de 39 oficiales y marineros muertos y 159 heridos. Las bajas aliadas fueron de 476 oficiales y marineros heridos o muertos. Más aún, Villeneuve había fracasado en sus objetivos: no había desembarcado tropas en Irlanda, y el ejército invasor de Napoleón esperaba inútilmente en Boulogne un transporte y escolta que nunca llegarían.
El público y el almirantazgo inglés tampoco alcanzaron a ver el contexto generado por esta batalla. Calder fue relevado del mando, juzgado en consejo de guerra y sentenciado a una severa reprimenda por rehuir el combate en los días 23 de julio y 24 de julio. Nunca más sirvió a bordo de la flota inglesa.
Napoleón se vio forzado a abandonar sus planes de invadir Inglaterra. En su lugar, la Grande Armée dejó Boulogne el 27 de agosto de 1805 para contribuir en las acciones de las campañas austriaca y rusa.
Villeneuve y la flota combinada permanecieron en Cádiz hasta que finalmente se encaminaron a su destrucción en la Batalla de Trafalgar, el 21 de octubre de 1805.
El combate del cabo de Finisterre. 22 de julio de 1805 — TodoaBabor.es
Mapa de Ferrol, capital del departamento marítimo del Norte (1788)
Battle of Cape Finisterre: Military History Encyclopedia on the Web
Vessels Blockading various French and Spanish ports —May 1805
La batalla de Trafalgar fue una batalla naval que tuvo lugar el 21 de octubre de 1805, en el marco de la tercera coalicióniniciada por Reino Unido, Austria, Rusia, Nápoles y Suecia para intentar derrocar a Napoleón Bonaparte del trono imperial y disolver la influencia militar francesa existente en Europa. La Batalla de Trafalgar se produce frente a las costas del Cabo de Trafalgar, en Los Caños de Meca, localidad del municipio de Vejer de la Frontera (hoy perteneciente al municipio deBarbate tras su segregación en el año 1938). Dicha batalla naval está considerada como una de las más importante del siglo XIX, donde se enfrentaron los aliados Francia y España (al mando del vicealmirante francés Pierre Villeneuve, bajo cuyo mando estaba por parte española el teniente general del mar Federico Gravina) contra la armada británica al mando del vicealmirante Horatio Nelson, quien obtuvo la victoria. Hoy Trafalgar Square («Plaza de Trafalgar», en español) es una plaza del centro de Londres (Reino Unido), construida para conmemorar dicha victoria.
Los acontecimientos históricos que precedieron a esta batalla se han de encontrar en el intento frustrado por parte de Napoleón de invadir las islas Británicas, en el que la escuadra franco-española debía distraer a la flota británica y alejarla del Canal de la Mancha para dirigirla hacia sus posesiones en las Indias Occidentales. Este plan de distracción fracasó, y se agravó con la consiguiente derrota de Finisterre (22 de julio de 1805). Tras esta derrota, la flota se dirigió al puerto de Cádiz, de donde zarparía el 19 de octubre hacia Trafalgar.
La flota franco-española se vio bloqueada en Cádiz por Nelson, y en septiembre Napoleón ordenó a Villeneuve navegar a Nápoles para despejar el Mediterráneo del hostigamiento de los buques ingleses, pero no obedeció esta orden, permaneciendo en puerto. A mediados de octubre, conociendo las intenciones de Napoleón de sustituirle y enviarle a París para pedirle cuentas por sus acciones, se adelantó a la llegada de su reemplazo y partió de Cádiz con la flota combinada el 18 de octubre. El total de 34 buques se encontró entonces con la flota de Nelson cerca del cabo de Trafalgar, y el 21 de octubre tuvo lugar el mayor combate naval de la historia: la batalla de Trafalgar, donde la flota franco-española fue definitiva y abrumadoramente derrotada por la superioridad técnica y táctica de la Armada Real Inglesa. Nelson fue herido de muerte durante la batalla, convirtiéndose en uno de los más grandes héroes de guerra de Gran Bretaña. Villeneuve y su buque insignia, el Bucentaure, fueron capturados por los ingleses junto con otros muchos buques españoles y franceses. El almirante español Federico Gravina se escapó con parte de la flota pero sucumbió meses más tarde por las heridas sufridas durante la batalla.
Retrato de Robert Calder, por Lemuel Francis Abbott, 1797.
Guerra de la Tercera Coalición
Cabo Finisterre – Wertingen – Haslach-Jungingen –Elchingen – Ulm – Trafalgar – Caldiero – Amstetten –Cabo Ortegal – Dürenstein – Schöngrabern – Austerlitz
Beligerantes
Este óleo que Auguste Mayer pintó en 1836 representa alBucentaure recibiendo una andanada del HMS Sandwichdurante la Batalla de Trafalgar. En realidad el pintor ha cometido un error pues el HMS Sandwich fue retirado del servicio activo en 1797 y nunca intervino en Trafalgar.
Batalla de Trafalgar
Resultado
Lugar
Fecha
Victoria británica decisiva. Importantes pérdidas de la flota combinada franco-española
La reciente epidemia de fiebre amarilla que había azotado Andalucía entre 1802 y 1804 dejó a la flota española sin la cantidad suficiente de tripulantes, por lo que muchos de los marineros tuvieron que ser reclutados en una apresurada y obligada leva. Estos marineros eran de diversos orígenes: mendigos, campesinos, soldados de infantería, incluso reclusos liberados... Por otro lado, el estado mismo de los buques era lamentable, tanto que algunos capitanes españoles habían sufragado de su bolsillo las reparaciones y la pintura de sus barcos para no quedar deshonrados ante los capitanes franceses. El marqués de la Ensenada consiguió, durante el reinado de Fernando VI, modernizar la vieja marina española y aumentar su prestigio, que ya se iba deteriorando. Además, a él se le debió la ampliación de los astilleros de Cádiz, Cartagena, Ferrol y La Habana, de donde salieron algunos de los barcos participantes en Trafalgar. La modernización de la Armada era una necesidad de urgencia, que si bien se mantenía en pie como para intentar defender el Imperio, ya no estaba en condiciones de sostener un combate a gran escala contra la más moderna de las flotas.
El general Mazarredo llegó a comentar lo siguiente acerca de la composición de la flota en su momento: «Llenamos los buques de una porción de ancianos, de achacosos, de enfermos e inútiles para la mar». Estas palabras serían más tarde refrendadas por el mayor general don Antonio de Escaño, que escribió en su Informe sobre la Escuadra del Mediterráneo lo siguiente: «Esta escuadra hará vestir de luto a la Nación en caso de un combate, labrando la afrenta del que tenga la desventura de mandarla». De forma que se puede observar la impresión pesimista que los oficiales de la flota española tenían antes de la batalla. Incluso los altos mandos españoles habían expresado las nulas posibilidades en un enfrentamiento directo contra la flota inglesa, y propusieron una estrategia de esperar en el puerto el paso del invierno, a la par que la flota inglesa podía verse debilitada en la mar mientras los bloqueaban y soportaban las tormentas que pudieran surgir, no obstante la insistencia y las presiones por parte del mando aliado francés fueron determinantes.
La reciente alianza entre Carlos IV de España y Napoleón I de Francia, merced a los tratados de San Ildefonso4 (1796) yAranjuez5 (1800) firmados con la anterior República Francesa y por el interés de la recuperación de Gibraltar, obligaban aEspaña no sólo a contribuir económicamente a las guerras de Napoleón, sino a poner a disposición de éste la Armada v para combatir a la flota inglesa que amenazaba las posesiones francesas del Caribe.
Dado que la intención última que perseguía Napoleón al querer anular a la flota inglesa era abrirse camino para una futura invasión de las Islas Británicas, se urdió un elaborado plan para distraer a la marina inglesa mientras se efectuaban los preparativos de dicha invasión. Al tiempo que las numerosas tropas de infantería francesas se agrupaban en Boulogne-sur-Mer (cerca del paso de Calais) a la espera de transporte marítimo, la escuadra francesa al mando de Villeneuve se uniría con la española, iniciando una acción sobre las posesiones inglesas del Caribe que tenían como finalidad atraer al afamado almirante Nelson a la zona, alejándolo del Canal de la Mancha.
Nelson llegó finalmente a la isla de Antigua a principios de junio de 1805. Mientras tanto, la escuadra combinada dio media vuelta y abandonó el Caribe rumbo a la costa atlántica francesa. Pero al llegar a las costas gallegas, la combinada se encontró con la flota que mandaba el almirante Robert Calder, que, avisado del retorno de la flota mandada por Villeneuve, levantó el sitio sobre los puertos de Rochefort y Ferrol y marchó hacia el cabo Finisterre, donde ambas se enfrentaron el 22 de julio. Tras horas de combate, el almirante Calder manda cesar el fuego al echarse la noche.
A la mañana siguiente, con niebla y una confusión general, ambas flotas se encuentran a 27 km. de distancia. Calder, con dos navíos españoles capturados y evitando otro combate con la intención de no dañar más aún sus navíos, marcha rumbo norte. Villeneuve se dirige al puerto de La Coruña, donde llega el 1 de agosto, con la intención de reparar sus navíos. Desobedeciendo las órdenes de Napoleón —que le mandaban dirigirse a Brest y Boulogne— se dirige hacia el sur, refugiándose en el puerto de Cádiz, a donde llega el 21 de agosto.
Visto desde una perspectiva histórica es posible que esta retirada le sirviera a Napoleón para continuar en el poder, ya que es dudoso que, de haber embarcado a su Grande Armée hacia Inglaterra, hubiera podido resistir a las fuerzas combinadas de Austria y Rusia que estaban preparando el ataque por el este y a las que, con posterioridad, vencería en labatalla de Austerlitz. Por lo que sea, por suerte o por casualidad, la derrota que la flota combinada sufriría en Trafalgar afianzaría la posición de Napoleón en el continente. Aunque haber conseguido vencer a Inglaterra hubiera sido un gran espaldarazo a sus planes europeos, y todo un cambio de rumbo estratégico del continente. Quizás incluso hubiera anulado a rusos y austriacos, los cuales dependían del suministro marítimo británico, dado el bloqueo continental existente. Con la flota franco-española atracada en el puerto de Cádiz, Napoleón cambió de estrategia y ordenó que se dirigieran a apoyar el bloqueo de Nápoles, al tiempo que enviaba un sustituto para Villeneuve, que había caído en desgracia a ojos del Emperador. La llegada del sustituto de Villenueve pudo ser uno de los motivos por el cual se adelantó la salida de la flota hacia Trafalgar.
Bajas
Fuerzas en combate
Comandantes
449 muertos
1.241 heridos
3.240 muertos
2.538 heridos
7.000 prisioneros
22 navíos
Marina Imperial Francesa:
• 18 navíos de línea
Armada Española:
• 15 navíos de línea
• 27.000 efectivos (conjuntos)
Teniente General Federico Gravina y Napoli
El marino de origen italiano (Palermo, 1756) fue duodécimo capitán general de la Armada de España y estuvo al frente de los navíos españoles en la batalla de Trafalgar. Se encargó del navío Príncipe de Asturias, de 112 cañones y 1.141 marinos.
Jefe de Escuadra Ignacio María de Álava
El alavés (Vitoria, 1750), fue segundo al mando de los españoles y a posteriori 14º Capitán General de la Armada. Participó en el Santa Ana, de 120 cañones y 1.102 hombres.
Jefe de Escuadra Baltasar Hidalgo de Cisneros
El marino cartagenero (Cartagena, 1755) fue a posteriori nombrado Almirante y virrey de Río de Plata. Participó en el Santísima Trinidad.
Brigadier Cosme Damián de Churruca
El marino vasco (Motrico, 1761) estuvo al mando del San Juan Nepomuceno, de 74 cañones y 530 marinos. Notable marino y científico, llegó a ser alcalde de su localidad natal, Motrico (Guipúzcoa). Participó en el asedio a Gibraltar en 1781 y realizó misiones de exploración científica alestrecho de Magallanes entre otras acciones.
Brigadier Dionisio Alcalá Galiano
El marino andaluz (Cabra, 1760) estuvo al mando del Bahama, de 74 cañones y 702 marinos. Participó también en exploraciones al estrecho de Magallanes y en la expedición Malaspina.
Valdés (Sevilla, 1767) fue a posteriori 17º Capitán General de la Armada. Estuvo al mando del navío Neptuno, de 80 cañones y 797 marinos.
Mayor General Antonio de Escaño
Escaño (Cartagena, 1750) fue a posteriori nombrado Teniente General de la Armada. Estuvo a las órdenes de Gravina y fue nombrado mayor general de la escuadra, embarcando en el navío Príncipe de Asturias.
Capitán Francisco Alcedo y Bustamante
El cántabro Alcedo (Santander, 1758) estuvo al mando del navío Montañés, de 80 cañones y 749 marinos.
Capitán General Francisco Javier de Uriarte y Borja
El gaditano Uriarte (El Puerto de Santa María, 1753) estuvo al mando del navío Santísima Trinidad. Navío de cuatro puentes, construido en los astilleros de La Habana. Era el navío más grande del momento; contaba con 136 cañones y 1.159 hombres.
La flota española anclada en Cádiz quedaba compuesta por 15 navíos. A continuación se citan los diferentes navíos, con el armamento que portaban y con el comandante u oficial superior al mando de cada uno. Las cruces señalan los caídos en combate o como consecuencia del combate.
La Marina Imperial de Francia era considerada la segunda en importancia de la época. Estaba dotada de barcos potentes y modernos, pero la Revolución francesa había dejado el cuerpo de oficiales a marinos inexpertos en sustitución de los antiguos mandos, ajusticiados durante el proceso revolucionario por su origen aristocrático. La mayor parte de los oficiales eran inexpertos en citas bélicas de importancia, careciendo de capacidad de lucha, mientras que las tripulaciones carecían de experiencia profesional naval, abusando de soldados del ejército de tierra para los navíos.
Vicealmirante Pierre Charles Silvestre de Villeneuve
Marino de origen provenzal (Valensole, 1763) era el vicealmirante de la flota francesa durante las Guerras Napoleónicas. Villeneuve mandó la flota franco-española derrotada en la batalla al mando del Bucentaure. Fue un marino desprestigiado que no gozaba de la confianza de su gobierno ni de sus aliados españoles.
Contralmirante Charles-René Magon
(París, 1763) Magon actuó como segundo de los franceses. Tenía experiencia por su participación en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos y en las Guerras Revolucionarias Francesas.
La dotación francesa en la batalla constó de 18 navíos:
Por otro lado, la escuadra inglesa al mando del almirante Nelson estaba compuesta por marineros profesionales, casi todos con varios años de mar y amplia experiencia en combate. De hecho, eran los mismos marineros y buques que habían puesto en jaque a Francia y a España en varias ocasiones como en la Batalla del Cabo de San Vicente, en la Batalla del Nilo o en la ya comentada del Cabo Finisterre. Además se encontraba comandada por un almirante que se había convertido por méritos propios en toda una leyenda en Inglaterra y en el resto de Europa.
Horatio Nelson se había batido con éxito contra los daneses en Copenhague, contra los franceses en Aboukir, afianzó la posición de la fuerza inglesa en el Mediterráneo y condujo el bloqueo contra Cádiz. A pesar de que el número de buques ingleses era menor que el de la flota combinada franco-española, la superioridad en cadencia de tiro y en capacidad de maniobra que le otorgaba su experta marinería la convertían en una fuerza insuperable para los espléndidos pero mal conservados y peor dotados buques españoles.
El marino británico (Burnham Thorpe, 1758) más célebre de la historia, se destacó durante las Guerras Napoleónicas y obtuvo su mayor victoria en la célebre batalla de Trafalgar, en la que perdió la vida. Fue duque de Bronte en el Reino de Nápoles (1799); vizconde Nelson y barón del Nilo y de Burnham Thorpe (1798), y barón de Hilborough (1801) en Inglaterra.
Almirante Cuthbert Collingwood
(Newcastle upon Tyne, 1748) Se destacó por participar junto con Horatio Nelson en varias de las victorias británicas de las guerras napoleónicas y, a menudo, como el sucesor de Nelson en diversas campañas.
El Reino Unido dispuso de 27 navíos en la batalla.
Columna de Nelson
HMS Victory
HMS Temeraire
HMS Neptune
HMS Conqueror
HMS Leviathan
HMS Ajax
HMS Orion
HMS Agamemnon
HMS Minotaur
HMS Spartiate
HMS Britannia
HMS Africa
Columna de Collingwood
HMS Royal Sovereign
HMS Belleisle
HMS Tonnant
HMS Mars
HMS Bellerophon
HMS Colossus
HMS Achille
HMS Polyphemus
HMS Revenge
HMS Swiftsure
HMS Defence
HMS Thunderer
HMS Defiance
HMS Prince
HMS Dreadnought
Otros buques
HMS Euralyus
HMS Naiad
HMS Phoebe
HMS Sirius
HMS Pickle
HMS Entreprenante
Anexo:Estado de la Real Armada en 1805
Escuadra de Observación
1ª División
San Juan Nepomuceno, navío de línea
Berwick, navío de línea
Príncipe de Asturias, navío de línea España
L'Achilles, navío de línea
San Ildefonso, navío de línea España
L'Argonaute, navío de línea
La Themis, fragata
L'Argus, bergantín
2ª División
Swift-Sure, navío de línea
Argonauta, navío de línea España
L'Algesiras, navío de línea
Montañés, navío de línea España
L'Aigle, navío de línea
Bahama, navío de línea España
L'Hermione, fragata
Segunda Escuadra o Vanguardia
Le Pluton, navío de línea
Monarca, navío de línea España
Le Fogueaux, navío de línea
Santa Ana, navío de línea España
L'Indomptable, navío de línea
San Justo, navío de línea España
L'Intrepide, navío de línea
La Rhin, fragata
Primera Escuadra o Centro
Le Redoutable, navío de línea
San Leandro, navío de línea España
Le Neptune, navío de línea
Le Bucentaure, navío de línea
Santísima Trinidad, navío de línea España
L'Heros, navío de línea
San Agustín, navío de línea España
L'Hortense, fragata
Le Furet, bergantín
Tercera Escuadra o Retaguardia
Le Mont-Blanc, navío de línea
San Francisco de Asís, navío de línea España
Le Duguay-Trouin, navío de línea
Le Formidable, navío de línea
Rayo, navío de línea España
Le Scipion, navío de línea
Neptuno, navío de línea España
La Cornelie, fragata
La flota inglesa, al mando de Horatio Nelson, atacó en forma de dos columnas paralelas en perpendicular a la línea formada por Villeneuve, lo que le permitió cortar la línea de batalla enemiga y rodear a varios de los mayores buques enemigos con hasta cuatro o cinco de sus barcos. En un día de vientos flojos, la flota combinada navegaba a sotavento, lo que también daba la ventaja a los ingleses y, para colmo de desdichas, Villeneuve dio la orden de virar hacia el noreste para poner rumbo a Cádiz en cuanto tuvo constancia de la presencia de la flota inglesa. El cuerpo español no estaba de acuerdo en esto. Al parecer, Churruca, mientras leía las señales con el anteojo, manifestó: «el almirante no sabe lo que hace, la flota está perdida». Villeneuve intentaba huir casi sin presentar batalla, cuando la flota combinada francoespañola era, en cuanto a navíos, superior a la inglesa.
La virada se realizó desordenadamente, ya que la virada en redondo con viento flojo tomó mucho tiempo a determinadas unidades muy pesadas y poco maniobreras. La línea de combate quedó deshecha y desaprovechada su mayor potencia de fuego. El ataque de Nelson desorganizó completamente la línea, consiguiendo la división de ésta en tres. Esto permitió a la escuadra de Nelson capturar a los barcos franceses y españoles, cortar la línea y batirles con artillería por proa y popa, los puntos más vulnerables de este tipo de embarcaciones. El combate empezó al mediodía, cuando un cañonazo de un navío de la retaguardia de la combinada disparó contra el Royal Sovereign que mandaba Cuthbert Collingwood.
Para colmo de despropósitos, la escuadra de vanguardia quedó aislada del combate y se alejó considerablemente del centro de la batalla aún a pesar de las explícitas órdenes generales que dictaban que «si un capitán no está en el fuego, diríjase al fuego». El Bucentaure izó enseñas repetidamente para que la escuadra de vanguardia virase hacia el combate, orden que, inexplicablemente no fue atendida al momento por Dumanoir al mando de la agrupación. Algunos buques franceses y todos los españoles de esta escuadra viran hacia el fuego; sin embargo, Dumanoir, en un acto de cobardía, huye con su barco, el Formidable, junto a tres más: el Mont-Blanc, mandado por Lavillesgris; el Duguay-Trouin, mandado por Touffet y el Scipion, mandado por Berenguer. Estos cuatro barcos huidos (todos franceses) fueron apresados por la flota británica doce días después de la Batalla de Trafalgar, cuando intentaban ganar la costa francesa a la altura de Cabo Ortegal. Posteriormente, Dumanoir manifestó no haber visto la orden del Almirante debido a la humareda reinante.
Casi una hora y media después de empezar el combate, Horatio Nelson muere, alcanzado por un tirador del Redoutable que disparó desde la jarcia. Una bala de mosquete le entró por el hombro siguiendo una trayectoria descendente hasta quedar alojada en la columna vertebral. Inmediatamente, Nelson fue trasladado a la bodega para que un cirujano se ocupara de él, aunque desde el primer momento pudo constatarse la gravedad mortal de la herida. A causa de ella, Nelson se fue desangrando en una lenta agonía, rodeado de sus más fieles oficiales. Durante la misma tuvo momentos de delirio y otros de lucidez. Hubo tiempo de informarle de la victoria de las armas británicas, tras lo cual pronunció su famosa frase: «Gracias a Dios he cumplido con mi deber». Sus últimas palabras fueron «Dios y mi país».
El cadáver de Nelson fue desnudado y conservado en un barril de brandy de jerez para evitar su deterioro en la travesía hasta Londres. A su llegada fue enterrado con honores militares en una ceremonia de una solemnidad nunca antes conocida en Inglaterra. Actualmente yace en la cripta de la catedral de San Pablo de Londres.
En el espacio de dos horas, la mayoría de los navíos más importantes de la flota franco-española ya se habían rendido o ya no disparaban sus cañones. En este tiempo, Gravina había sido herido y más tarde encontraron la muerte Dionisio Alcalá Galiano, en elBahama, y Cosme Damián Churruca, en el San Juan Nepomuceno. Los comandantes quedaban la mayoría heridos, así como sus segundos. Casi al final del propio combate (hacia las 6 p.m.), el navío francés Achille, del capitán Deniéport, hizo explosión. El motivo fue que se incendió la santabárbara.
A las seis y media de la tarde finalizó el combate, quedando la flota franco-española aniquilada en todos los sentidos. La mayoría de los barcos españoles y franceses que habían sido apresados por la flota británica fueron llevados a Gibraltar. Esa noche se desató una tormenta; algunos barcos no pudieron aguantar, como el Santísima Trinidad, que se hundió con los heridos; otros pudieron llegar a las costas del Golfo de Cádiz.
Esta derrota no solo significó el fin del intento napoleónico de domino marítimo, sino también el alejamiento de España como potencia colonial y marítima, ya que tardaría varias décadas en recuperarse de este duro golpe.
La batalla de Trafalgar, por Juan Vallejo.
El navío de línea Victory durante la batalla. Acuarela de John Constable (1806).
A pesar de saberse vencidos de antemano, y conocedores de su inferior posición táctica, los capitanes y las tripulaciones españolas y francesas se batieron con auténtica heroicidad durante horas contra un enemigo claramente superior, de tal forma que en algunas ocasiones ni siquiera quedó un oficial que rindiera el navío tras la batalla, puesto que muchos de ellos terminaron muriendo o fueron gravemente heridos en la cubierta superior, donde se encontraban a tiro de metralla de las carronadas y de los tiradores apostados en los palos de los buques enemigos. En Trafalgar murieron, entre muchos otros, Cosme de Churruca, alcanzado por un disparo de cañón en una pierna; Luis Pérez del Camino Llarena, Dionisio Alcalá Galiano y Francisco Alcedo y Bustamante. El vicealmirante Federico Gravina y Nápoli moriría meses más tarde a causa de las heridas sufridas en esta batalla.
Francia perdió doce de sus dieciocho barcos, con 2.218 muertos,1.155 heridos y unos 500 prisioneros capturados por los ingleses. Sólo un tercio de los 15.000 franceses participantes en la batalla volvieron un día a Francia. Inglaterra sufrió en Trafalgar 449 muertos (entre los que, además de Nelson, estaban trece de sus mejores oficiales) y 1.241 heridos. Un costo significativo en una victoria que, desde luego, consolidó el liderazgo incuestionable de la armada británica en todos los mares. Para los españoles, Trafalgar fue una derrota dura que pronto adquirió connotaciones trascendentes. Los efectos trágicos fueron bien patentes. España perdió diez de los quince barcos con los que luchó, con un total de 1.022 muertos, 1.383 heridos y unos 2.500 prisioneros, del total de 12.000 españoles que intervinieron en la batalla.
Un tirador de la cofa del Redoutable, comandado por el capitán Jean-Jacques de Lucas, acabó con la vida del almirante inglés Nelson durante el transcurso de la batalla, al combatir el almirante con todas sus insignias y honores cosidos en su casaca y ser fácilmente distinguible del resto.
Esta batalla frustró la intención de los franceses de invadir, o al menos bloquear, por mar a Inglaterra (tal y como el lord del Almirantazgo inglésJohn Jervis había dicho con sorna en 1801: «Yo no digo que los franceses de Napoleón no vayan a venir, pero desde luego, no vendrán por mar») y supuso el comienzo del poderío naval inglés, que duraría un siglo.
Villeneuve fue enviado preso a Inglaterra, pero fue puesto en libertad bajo palabra. Volvió a Francia en 1806. El 22 de abril de 1806 se le encontró muerto en su habitación del Hotel de Patrie, en Rennes, apuñalado en el pecho seis veces. Se informó que Villeneuve se había suicidado y se le enterró sin ceremonia alguna. Probablemente fuera víctima de una ejecución extrajudicial ordenada por Napoleón o por elementos de su gobierno para evitar el bochornoso espectáculo de un juicio y posterior ejecución en la capital del imperio de un almirante derrotado.
Esta contienda naval no significó en absoluto la destrucción de la armada española ya que, de los aproximadamente 15 navíos españoles que combatieron, fueron menos de 7 los hundidos. La flota de guerra hispana contaba con 45 navíos de tres puentes que se pudrieron en los puertos españoles durante la Guerra de Independencia forzados a ese lamentable estado debido a la ocupación francesa.
La batalla, aunque hubiera sido una victoria franco-española, no hubiera determinado la guerra contra Inglaterra, ya que los ingleses hubieran podido rearmarse y llevar a las inmediaciones de Cádiz otra flota igual o superior a la de Nelson (tenían una armada de más de 100 navíos de línea), no obstante, una eventual victoria aliada hubiese iniciado la consolidación del poder napoleónico en el mediterráneo.
Con todo, la batalla de Trafalgar otorgó a los británicos el dominio absoluto de los mares no sólo durante las campañas napoleónicas, sino también durante la práctica totalidad del siglo XIX. No en vano está dedicada a Trafalgar la plaza más importante de la ciudad de Londres. Curiosamente, se pueden encontrar calles dedicadas a esta batalla en varias ciudades españolas, tal es el caso de Algeciras, Barcelona,Leganés, Málaga o la propia capital, Madrid.
El hecho que la flota española fuera fuertemente debilitada durante la batalla de Trafalgar dificultó el tráfico comercial y militar así como el control de las colonias españolas en América, con lo que, sumado a la situación de conflicto que se daba en Europa, se facilitó el éxito de los patriotas en las guerras de independencia hispanoamericanas que se dieron a partir del año 1810.
Nelson recibe un disparo en la cubierta del Victory. Cuadro de Denis Dighton.
Hito conmemorativo del 200º aniversario de la Batalla de Trafalgar. Texto de Benito Pérez Galdós (de la novela Trafalgar).
Invasiones inglesas y la influencia que la derrota española en la batalla tuvo sobre estos episodios bélicos.
Trafalgar es la primera novela de la primera serie de los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós. Narra la historia del joven gaditano Gabriel de Araceli, que a los 14 años se ve envuelto en la batalla de Trafalgar como criado de un viejo oficial de la Armada en la reserva.
Cabo Trafalgar es una novela escrita por Arturo Pérez-Reverte en el año 2004. Esta novela le valió ser condecorado en el año 2005 con la Gran Cruz al Mérito Naval, la más alta distinción otorgada por la Armada Española para un civil.