![]() Fue cuando sentí-conocí la voz-presencia-verdeazul de la deidad-de-dos-existencias-semblantes, que fracturaba mi cráneo con sus verdades terribles, sus signos… sus sueños. Sus palabras incendiarias. Sus crecimientos repentinos de maleza. Música secreta… Escritura misteriosa. Fue también así que deseé inscribir en la arcilla. Al trazar, con mis dedos frescos sobre el matinal barro, primogénito de la marisma, las primeras circunferencias y ojos de demonio; conocí que los símbolos, eran mi camino. __________________________________ Piedra-Ovario-Luz, Ysscdea, 1998.
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