Sensopercepción
INTRODUCCIÓN
La capacidad
sensorio-perceptiva pertenece a todos los seres humanos. Es la capacidad de
conectarse, de internalizar e interaccionar con el mundo externo, el propio
cuerpo y el cuerpo de los demás.
La Sensopercepción como
disciplina es el fruto de muchos años de trabajo, el lugar de encuentro de
búsquedas y cosechas alrededor de cómo recuperar y enriquecer la vivencia del
propio cuerpo para la danza, para la vida.
Es una práctica de
descubrimiento y despliegue de nuestro potencial con una fundamentación teórica
que puede ser abordada desde diversos campos –psicología, neurofisiología,
neuropsicología, biología, pedagogía, bioenergética y otras áreas que se ocupan
del ser humano- puestos al servicio de esta práctica que orientamos como método
y técnica hacia el desarrollo de los potenciales artísticos que existen en toda
persona.
Suele ser la Sensopercepción
de mucho interés para quien está en el campo de la música, pintura, teatro y en
especial la danza y el movimiento, así como para educadores, profesionales y
toda persona que desea realizar un camino de auto descubrimiento que le permita
hacer florecer sus capacidades.
Patricia Stokoe, fundadora
y creadora de esta línea de trabajo, quien durante tantos años ha venido
abriendo un camino con una actitud de búsqueda, investigación y práctica
incansable ha creído siempre que la danza le pertenece a todo ser humano y se
ha dedicado durante más de treinta años a brindar sus conocimientos y energía vital para el logro de
este reacercamiento de la danza a la vida.
“…la danza debe estar al alcance de todos”…dice Patricia
“…el lugar de la danza es en las casas, en la calle, en la
vida”… dice Maurice Bejart
UBICACIÓN
DE LA SENSOPERCEPCIÓN
COMO PARTE INTEGRANTE DE LA EXPRESIÓN CORPORAL
El término Expresión
Corporal engloba y está asociado
actualmente a diversas actividades corporales, cada una de ellas con su
particular concepción, objetivos, métodos y técnicas de trabajo. Entre tal
variedad de escuelas que responden al mismo nombre, pertenecemos a aquella
corriente que considera que la Expresión Corporal
es danza, es una actividad artística y como tal es el lenguaje del cuerpo con
sus posibilidades de movimiento y quietud, sus gestos y ademanes, posturas,
tonos, destrezas y habilidades organizadas en secuencias significativas como
manifestación de la totalidad de la persona, que responde con su cuerpo, sus
sentimientos, emociones, pensamientos, actividad consciente e inconsciente, a
un mundo humano, natural y cósmico del que forma parte en un interaccionar
incesante.
La Sensopercepción
es un método y una técnica en la formación en Expresión Corporal, punto de
partida y llegada constante en este camino de descubrimiento y desarrollo del
lenguaje corporal de cada uno así como el poeta afina su sensibilidad y se
embebe del mundo para devolvernos su visión única, subjetiva, emocionada en
cada uno de sus palabras.
Creemos que uno no nace
hombre, poeta, bailarín, sino que se hace hombre, que cada uno trae un
potencial o bagaje de premisas que en la medida en que reciba los estímulos y
las oportunidades adecuadas podrán desplegarse y ser desarrolladas.
La Sensopercepción
se refiere entonces a dos aspectos tendientes uno, a estimular la capacidad de
observación y registro de los estímulos que van a dar lugar a la elaboración de
imágenes diferenciadas, detalladas, precisas del propio cuerpo en su vínculo
dinámico y constante con el medio y dos, se convierte en una técnica y un camino hacia el abordaje de los otros
aspectos que hacen a la danza.
En un lenguaje de metáforas
diríamos que si queremos ser intérpretes de nuestras danzas, necesitamos tener
el cuerpo afinado como si fuera un violín Stradivarius que logre captar los
finos matices y tonos de nuestras melodías internas.
En esta búsqueda de un
lenguaje auténtico, Patricia, como bailarina, respondiendo a las necesidades de
superar sus propias limitaciones, y posteriormente como educadora, al toparse
con las inhibiciones, bloqueos y torpezas por una falta de conocimiento y
contacto corporal, producto de siglos de negación del cuerpo y dicotomización
de la persona, fue integrando los años de práctica e investigación sobre si
misma con los aportes muy valiosos de sus maestros y compañeros de trabajo
-entre los cuales podemos nombrar a Moshe Feldenkrais, Oscar Fessler y Gerda
Alexander, entre otros- quienes por una vía u otra estaban y están encaminados
en la misma búsqueda de aquellos principios básicos que acompañan las leyes
naturales del movimiento, tan sabias en el logro constante del equilibrio,
ahorro y canalización de la energía humana y creadora.
Entre tantas vías la Sensopercepción
es una de ellas, es el nombre adoptado por Patricia Stokoe para especificar, diferenciar y definir esta parte
básica de la formación en Expresión Corporal, disciplina al alcance de todos,
cuyo objetivo es el conocimiento más profundo de sí mismo y el comienzo de
nuestra técnica corporal.
VOCABULARIO
Sensación: es proceso
y resultado del registro de la realidad a través de los sentidos, punto de partida
de la internalización del mundo, tanto del propio cuerpo, como del mundo
externo. La sensación es la unidad del conocimiento.
Percepción: es una
estructura compleja donde se integran los resultados de los registros
sensoriales, los aportes de la zona de la memoria, los contenidos
afectivo-emocionales, el nivel de irrigación sanguínea y el nivel de
funcionamiento hormonal, todo esto sobre una base donde se articula la herencia
cromosómica, orgánica, psíquica y social.
Sensopercepción: como
momento en el proceso de conocimiento, es la unidad de todo el funcionamiento
expresivo bio-psíquico y social del hombre. Mediante este trabajo se
profu8ndiza concientemente sobre la imagen corporal y la afectividad para
adquirir una mayor sensibilidad en general pudiendo así surgir imágenes
constantemente renovadas que hacen al enriquecimiento de la propia danza y de
la propia vida.
“Sensopercepción”: nombre
adoptado por Patricia Stokoe para su trabajo en la formación básica en
Expresión Corporal, como método hacia el conocimiento de uno mismo y técnica
hacia el desarrollo de un lenguaje corporal propio.
PAPEL DE LA SENSOPERCEPCIÓN EN LA
RECUPERACIÓN DEL PROPIO CUERPO
“Se verán reflejados en los ejes
de trabajo de la Sensopercepción, algunos de los aspectos
de la Eutonía de Gerda Alexander que me
fueron significativos en los cursos que tomé con ella, con Berta Vishnivetz y
con Joyce Rivera, dejo constancia que no enseño La
Eutonía de Gerda Alexander, y que reconozco y apoyo a los
eutonistas en su interés por defender la idoneidad de su trabajo.” Patricia
Stokoe
Entre los caminos hacia la
danza, nos identificamos con aquél que parte del reencuentro de cada persona
con la realidad, con su cuerpo real, sea gordo, flaco, alto, bajo, lindo, feo.
Comenzamos por reagudizar, reafinar nuestra capacidad de observación, de
captación sensoperceptiva para formar e integrar imágenes lo más fieles posible
a la realidad, acortando la distancia entre una representación intelectual del
mismo y la percepción o conciencia de su realidad concreta en cada momento.
Buscamos este estar presentes, atentos, alertas, de nuestra postura,
tono muscular, piel y universo de mensajes reales y no de una idealización
abstracta alejada de la realidad presente. Proponemos la posibilidad de una
vida corporal más armónica y gozosa que nos permita vivir más activamente, más
plenamente y con el máximo de flexibilidad y apertura que cada uno logre
desarrollar y con el esfuerzo necesario para cada ocasión.
Esto lo puedo hacer yo misma, y no son siempre los otros
quienes pueden tener la vivencia de su cuerpo, el goce por el movimiento y la
posibilidad de bailar. (comentario de una alumna)
Observamos detallada y
diferenciadamente una zona del cuerpo por vez, prestamos atención a un sentido
por vez para aprender a detenernos y hacer conciente, hacer presente lo que
habitualmente pasa desapercibido.
El camino que tomamos para
este estar alerta, perceptivos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea
parte de lo más cercano y accesible a todos: del tocar, mirar, oler, gustar,
escuchar a través de nuestros sentidos exteroceptivos, que nos traen mensajes
del mundo externo, y por otro lado a través de nuestra propioceptividad que nos
transmite mensajes sobre la ubicación del cuerpo en cada momento, su postura, peso,
ubicación, tensión o relajación, etc.
“Un poeta tiene que ser profesor en los cinco sentidos
corporales: vista, oído, tacto, gusto y olfato, en ese orden, para poder ser
dueño de las más bellas imágenes, tiene que abrir las puertas de comunicación
entre todos ellos.” Federico García Lorca
Los sentidos se entrenan
con la práctica, esto lo saben también los pintores quienes por ejemplo pueden
llegar a diferenciar treinta matices de verdes donde una persona no
sensibilizada puede ver tal vez diez…llenarse
de verde, diría Picasso, antes de pintar con verde.
El entrenamiento de la
capacidad de observación sensorial orientado al propio cuerpo nos permite
tenerlo presente en todo momento y no esperar solamente aquellos momentos en
que nos duele para reconocer su presencia. Nos permite reducir el margen de
error entre la realidad del cuerpo y la percepción del mismo.

Creemos que el hombre se hace hombre a través
del aprendizaje, a través de la relación con los otros, relación que se da en
muchos niveles por intermedio de múltiples vías, entre las cuales el lenguaje
conceptual juega un papel determinante pero también lo acompaña o puede incluso
predominar por momentos el lenguaje del tono, de la postura, de la piel, del
movimiento, del gesto cargado de intencionalidad…el bebé, por ejemplo, ya
registra en la manera en que su madre lo acuna y amamanta, el grado de tensión
o distensión de su cuerpo, que va conformando así su propia tendencia tónica;
si uno está calmo, esto es calmante para el niño, o por el contrario, las
propias tensiones pueden ser un modelo que es inconscientemente asimilado por
nuestros hijos.
A una de nuestras
clases abiertas, asistió una alumna con su hija de tres años, la invité a
participar y ella en su banquito se prestó a que le realice una serie de
masajes en su cuello y hombros, que era un tema introductoria en nuestra clase,
en ese momento noté sus pequeños músculos en una actitud de contracción,
exagerando las curvas de su columna cervical y lumbar, justamente imitando
En las clases de
Sensopercepción, desde la guía verbal
del docente iremos realizando un registro de nuestro cuerpo y las huellas que
ha dejado su historia.
Entre los ejes de trabajo
diferenciamos cada sector de la piel. Las zonas más y menos sensibles, notamos
si hay zonas ausentes y que pueden ser re-despertadas con el toque de las
propias manos, la ropa, el piso de objetos como pelotas de tenis, cañas de
bambú, el agua de la ducha, etc. Orientamos la atención para reconocerla debajo
de la ropa, y esto se puede realizar en cualquier momento del día. Descubrimos
si la ropa nos es realmente cómoda, si nos permite vivir el cuerpo con holgura ó si por el
contrario tendemos a aprisionarnos entre cinturones, zapatos, sacos ó pantalones
ajustados, texturas que nos puedan irritar sin darnos cuenta con las
consiguientes tensiones e incomodidades a las cuales nos vamos sometiendo. Al
estimular, re-sensibilizar la piel estamos entrenando por un lado la capacidad
de registrar texturas y temperaturas y por otro lado a profundizar la imagen de
la envoltura viviente (límite ó frontera) de nuestro cuerpo.
Al utilizar el tacto
mantenemos nuestra conciencia dentro del límite de nuestro organismo a través
de frotar, pellizcar, rascar, acariciar, palpar. Al realizar contacto nos referimos a la capacidad de traspasar
concientemente el límite visible de nuestro cuerpo tanto hacia el interior del
mismo como hacia los seres y objetos del entorno. Como ejemplo, el violonchelista
que al tocar pone en contacto su brazo y mano
derecha con las cuerdas de su instrumento a través del arco que pasa a
ser una continuación del brazo. Los dedos de la mano pueden llegar a percibir
las cerdas del arco frotando las cuerdas como si este fuera parte del propio
cuerpo.
Experimentamos contacto
directo con los objetos, por ejemplo, al entregar el peso del cuerpo al piso ó
a un banco ó silla a través de los puntos de apoyo. También cuando sostenemos
una caña de bambú entre dos dedos incorporando el espacio de este objeto al
espacio del propio cuerpo. Como el bambú tiene la cualidad de ser un excelente
conductor de la energía corporal, esta ejercitación nos permite regularlas
tensiones de los brazos y faja escapular y esto puede ser el punto de partida
para el logro de determinada calidad de movimiento sin sobreesfuerzo.
“Haz todo sin esfuerzo, cuando tienes que forzar un movimiento, una acción, entonces algo anda mal. Escucha, no esperes que lascosas se realicen como tu crees que deben ser, estate
atento, alerta, para sensibilizarte a lo que ocurre realimenta en cada
instante, viviendo y moviéndote en armonía”.
(Al Chuang Liang)
Los ejes de trabajo giran
también alrededor de una serie de otros temas como la utilización conciente de
nuestros apoyos, tanto los apoyos internos de unas zonas internas del
cuerpo sobre otras, específicamente de unos cuerpos vertebrales sobre otros
(cabeza sobre cervicales, fémur sobre tibia, etc.); como los apoyos externos de
unas superficies corporales sobre el piso, sillas, bancos, mesas, paredes,
árboles, tacos de zapatos, bambúes, pelotas de diversos tamaños, como también
de superficies del propio cuerpo sobre el cuerpo de otras personas.
Aprendemos a
observar la calidad de estos apoyos, si son duros ó blandos; óseos ó
musculares, definiendo cada vez con mayor precisión su tamaño, ubicación, la
relación ó resonancia entre unos y otros, la posibilidad de entrega y
distribución del peso corporal en cada momento, tanto en la quietud como en el
despliegue del movimiento. Aprendemos a jugar y registrar las sutiles ó grandes
variaciones del traslado del centro de gravedad del cuerpo y su relación con
los apoyos, exploramos el fenómeno del equilibrio en quietud y en movimiento.
También exploramos la
diferencia entre lo que llamamos apoyos activos y apoyos pasivos, los primeros
siendo aquellos sobre los cuales ejercemos una presión, tanto de tracción como
de rechazo, con el consiguiente cambio tónico ó desencadenamiento del
movimiento que genera. Pasividad tiene
que ver con la capacidad de entrega de todo o partes del cuerpo a ser sostenidos
ó movidos por otra persona, objeto ó
elemento de la naturaleza así como
también la entrega de zonas del
propio cuerpo para ser sostenidas ó movidas por otras. La pasividad implica una
inhibición conciente.
Otro eje del trabajo es la
toma de conciencia del esqueleto, la percepción ósteo-articular. Reconocer y
ubicar cada hueso, observar su forma, tamaño, consistencia, zonas articulares y
movimientos posibles en cada articulación para ir completando, detallando los
espacios internos y relaciones de un hueso con otro en quietud y en movimiento.
Al pensar en el hueso o zona del hueso que guía al movimiento estamos
influyendo los músculos vinculados a él y nos permite alivianar el movimiento
distribuyendo y adaptando el trabajo muscular con el tono adecuado a la
necesidad de desplazamiento en cada ocasión.
A partir de la
alineación ósea, se puede estimular el buen uso y funcionamiento de la
musculatura esqueletal ó profunda (musculatura roja), que tiene como función
mantener la posición erguida del cuerpo, dejando libre la musculatura
superficial ó externa (musculatura blanca), cuya función es la del
desplazamiento de los segmentos óseos haciendo posible los movimientos de
locomoción tanto lenta como así los cambios rápidos en la dirección del
movimiento. Esta musculatura superficial, generalmente se encuentra tensionada,
en forma inconsciente (por ejemplo en zonas como los hombros, la cintura, los
muslos, las pantorrillas y sobre todo en la zona de sostén de la cabeza, el
cuello, zona sub-occipital, mandíbulas, garganta) con el consiguiente bloqueo
de la energía y fatiga que esto genera, y que va anulando nuestra capacidad de
estar alertas, listos para la acción en cada instante. Así por el contrario, la
recuperación de la alineación de nuestro
esqueleto, la flexibilidad y el
equilibrio neuromuscular, nos permite estar alertas, vitalizando y potenciando
cada momento que vivimos.
“El hombre al nacer es flexible y
tierno, pero en la muerte está rígido y duro. Las plantas, cuando jóvenes son
sinuosas y húmedas, pero de viejas son frágiles y secas. Así flexibilidad y
terneza son signos de vida, en tanto que rigidez y dureza son signos de
muerte.” Lao Tse (Siglo V a.C.)
Entendemos por Tono el grado de contracción básica que mantiene
el músculo, aún cuando está en reposo. El tono está regulado por todo el
sistema neuromuscular, es el estado de preparación ó alerta que permite la
constante adaptación y organización fisiológica. No es simplemente un estado de
la musculatura sino del funcionamiento del sistema en su conjunto y responde a
las experiencias, aprendizajes, vivencias en los planos físicos, afectivo,
emocionales, racionales y sociales que hacen a la particular personalidad de
cada individuo. Buscamos su movilidad, su flexibilidad, que no quede fijado y
tenga la posibilidad de adaptación a las cambiantes necesidades. Un ejemplo de
esta facilidad de adaptación debemos buscarla en los animales, y en los niños
pequeños. Si observamos un gato por ejemplo, descubriremos su facilidad de
pasar en un período muy breve, del reposo absoluto al salto, en cambio, las
personas adultas tenemos la tendencia a fijar el tono, tender hacia la hipotonía
(tono bajo) ó hipertonía (tensión excesiva) de todo ó partes del cuerpo como
rasgo habitual.
PAPEL DE LA SENSOPERCEPCIÓN EN EL PROCESO CREADOR
“El arte modifica al mundo, no es
solo una manera de sentir al mundo”
(Francisco Berdichevsky)
Ya hemos visto que es a
través del proceso de apertura y entrenamiento de los sentidos que emprendemos
el camino de toma de conciencia, de conocimiento tanto del mundo que nos rodea
como del propio cuerpo, y justamente la búsqueda nuestra se basa en mantener
estas vías de comunicación abiertas entre lo externo y lo interno del propio
cuerpo.
Entrenamos el constante
pasaje y confrontación entre los múltiples mensajes que nos llegan del exterior
así como del interior del cuerpo con las imágenes que vamos formando y
estructurando en nuestro psiquismo.
Para poder captar al mundo,
decodificarlo, recomponerlo e interpretarlo necesitamos tener nuestros sentidos
afinados y entrenados, así como para poder accionar en el mundo al
manifestarnos como seres íntegros, por medio del movimiento, la palabra, el
sonido, la plástica, etc. En el accionar ya estamos generando nuevas
percepciones, nuevas imágenes que se sintetizan enriqueciendo las anteriores.
Es a través de este proceso que vamos creando las condiciones que permiten una
vida de constante producción de nuevas imágenes.
“Hoy sabemos que se forman las
imágenes al integrar percepciones, que uno percibe como resultado del
movimiento, el componente motor es fundamental no solo como expresión sino como
fundador de imágenes sensoperceptivas. Al chico antes se lo enfajaba y prohibía
moverse, ahora sabemos que si el chico no se mueve y no experimenta en la
práctica, no podrá captar conceptos ni abstracciones lingüísticas, lógicas y
matemáticas y por otro lado si un adulto deja de tener una rica vida de
movimiento y percepción, abre la brecha entre su imaginación y su vida
corporal; se irá empobreciendo o fijando en lo que una vez recogió de la
realidad sin retro-alimentarse y enriquecerse constantemente como resultado de
una práctica conciente.” (Francisco Berdichevsky)
Para el desarrollo de un
lenguaje artístico es esencial esta re-alimentación incesante a través de una
práctica sensible que permite tener las antenas alertas siempre para captar al
mundo y devolverle la propia visión sensible, pensante, emocionada y
emocionante.
La Sensopercepción
juega un doble papel, tanto en recoger y evocar lo que recibimos por el aparato
sensorial, en forma cada vez más detallada, clara y diferenciada ; como en
la estimulación de la asociación y producción de imágenes que van a dar lugar a
la fantasía creadora, esenciales para alimentar la vida sensible y artística de
cada individuo.
El camino de la creación se
estructura sobre dos tipos de imágenes; las imágenes reproductivas que son la
internalización más fiel posible de la realidad, que reproduce una experiencia
tal como sucedió, tal como se la vivió; y las imágenes productivas que sobre la
base de las anteriores producen nuevas imágenes, nuevas maneras de ver al mundo
y permiten modificarlo.
Si no hay reflejo, no hay
creación, y si no hay creación no hay arte ni ciencia. La sensopercepción busca
ensanchar el campo de la internalización del mundo y de la imaginación que solo
es posible a través de la acción, del movimiento corporal. Ver es resultado de
una acción, oír, gustar, oler, tocar, percibir, asociar imágenes, producir
imágenes nuevas solo es posible como resultado del movimiento, por eso si nos quedamos siempre quietos, en
una actitud pasiva, si nos intoxicamos, si nos mecanizamos, endurecemos y nos
mantenemos ausentes de nuestro cuerpo, endurecemos las vías, cerramos con llave
las puertas de acceso a una vida de conocimiento, de contacto y creación.

“No hay libertad de pensamiento, no hay elevación espiritual
ni posibilidad de superación en la
creación, si no hay contacto corporal. Las percepciones son el resultado de
múltiples movimientos, que producen una masa de estímulos que llegan a la zona
sensitiva, se conectan entre sí y estos a la vez se conectan con el lenguaje,
con la zona verbal y esto a su vez se vuelve a conectar con otras múltiples
zonas psíquicas complejas. Cada persona hace sus conexiones en forma única y
particular; lo que nos parece una sensación, es en realidad una masa
complejísima que pone en movimiento miles de millones de células. En la
evolución humana se ha ido del “acto al pensamiento” dice el gran investigador
y educador Henri Wallón, toda la actividad psíquica ha comenzado a través de la
praxis, de la interacción del sujeto con el mundo, en cuyo transcurso se ha ido
interiorizando el mundo, el movimiento del ser en el mundo, el propio
movimiento se ha ido interiorizando y formando imágenes, que se han ido
distanciando de la praxis pero que para seguir enriqueciéndose necesitan
constantemente de ella.
Estas imágenes que reproducen lo que sucede, que son la
representación interna de lo que sucede y en las que intervienen la memoria,
permiten asociar las percepciones presentes con las pasadas y forman el proceso
evocador de la realidad. Esta es la base para la construcción de una fantasía
que genera nuevas imágenes no determinadas por ningún límite real, aunque
originariamente hayan nacido de una realidad determinada.
El movimiento es el gran fundador de imágenes, y el trabajo
creador es el que estimula la fantasía, cuando el trabajo se vuelve mecánico el
hombre va perdiendo su fantasía.”
Francisco Berdichevsky
Por el trabajo, el trabajo
consciente sobre el cuerpo, el recuperar
cada zona olvidada, recuperar su potencial de movimientos, su
flexibilidad, su apertura, el desintoxicarlo, des-acorazarlo, permite recuperar
la sensibilidad, vivir a flor de piel cotidianamente y engendrar a través del
movimiento una multiplicidad de imágenes, sentimientos, ideas, que en el
movimiento, en la palabra, en la expresión plástica ó musical se materializan y
regeneran.
El arte es la manifestación
del sí mismo del creador, a través de la expresión artística expresa el mundo,
su concepción del mundo a través de sí mismo. Justamente el arte rescata la
subjetividad, la visión personal, única y emocionada del artista parte de “recoger,
embeberse del mundo para recomponerlo y finalmente devolver al mundo y de esta
manera transformarlo y transformarse.” Este es un proceso que existe y se da
incluso en la vida cotidiana. Para nosotros no hay una división tajante entre
actividad artística y actividad cotidiana, así como también pensamos que
trabajo y juego pueden convivir, goce y diversión estar presentes en los
procesos de investigación y aprendizaje. Todos podemos, si contamos con las
condiciones afectivas, educativas, sociales y económicas adecuadas, estimular,
entrenar y desarrollar diversos códigos
artísticos y por esta vía el conocimiento y la fantasía creadora.
Nacemos con premisas
biológicas, anatómicas, neuro-fisiológicas y vamos conformando nuestras
aptitudes desde la gestación en el vientre materno y el mismo parto. Es
fundante el vínculo materno y posteriormente el entorno familiar, social. Este
postulado que todavía escuchamos que dice que nacemos con condiciones,
aptitudes naturales, talento para ser músico, bailarín, pintor, matemático ó
cirujano, no es exactamente así, sino que estas premisas se irán conformando, entrenando, desplegando
y orientando como fruto de todos los aprendizajes, y actividades socialmente
condicionadas que a su vez irán orientando la atención hacia posteriores
aprendizajes según las posibilidades, motivación, necesidad y oportunidades que
encontrará cada persona.
El papel de la Sensopercepción
es el de re-estimular incesantemente la capacidad de observación y de asombro.
Guiar, orientar, pautar, abrir puertas, dar permiso para volver a mirar lo que
tal vez miramos todos los días y descubrir en ellas nuevos elementos que hasta
ese entonces pasaban desapercibidos, “descubrir lo desconocido dentro de lo
aparentemente conocido”, nos decía Patricia Stokoe muy a menudo en sus clases.
Tocar y tocarnos, mirar y
ver, oír y escuchar, probar constantemente los mismos ó nuevos movimientos y
posturas dándoles un nuevo cariz, un nuevo ángulo. Desarrollar la capacidad de
reorganizarnos, de establecer nuevas vías de enlace y conexión y “encontrar no
solo la unidad entre la diversidad sino la variedad, la multiplicidad en la
unidad”(Humberto Eco).
Muchos alumnos
descubren que tienen aptitudes y enorme placer en bailar, cuando creían que
esta posibilidad había quedado olvidada en algún rincón de su niñez, descubren
incluso la posibilidad de mejorar la calidad de su danza por medio de esta
práctica y entrenamiento conciente. Lo esencial de esta práctica que Patricia
ha llamado Sensopercepción, es entonces el abarcar la persona íntegra en su
propia vida afectiva, pensante, y emocionada, hacia una danza propia y
significativa.

“Trabajo la corriente de Expresión Corporal que la considera Danza, aquella que desarrolla las características personales y por eso accesibles y dentro del alcance de cada ser humano, que será su danza, la que él puede manejar, la danza pensada como producto único, la poesía corporal de cada individuo. Sabemos también que si bien todo ser humano puede ser poeta, solo algunos llegarán a ser grandes poetas. Sabemos además que los grandes poetas no están para anular a todos los poetas sino para estimularlos. La poesía está en cada ser humano, en todos, no solo en los grandes. De la misma manera pensamos que la danza está en todos, no solamente en los bailarines profesionales...” Patricia Stokoe
Marina Gubbay - Déborah Kalmar (Original
escrito en conjunto 1985)
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- *Feldenkrais, Moshe: “Autoconsciencia por el movimiento”,
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