1. LOS PRETENDIENTES AL

TRONO

El progresivo convencimiento de que Carlos II no iba a tener descendencia activó la pugna por hacerse con su herencia. Inicialmente, el candidato designado era José Fernando Maximiliano, hijo del elector de Baviera, pero en los primeros días de 1699 cayó enfermo de manera repentina, siéndole diagnosticadas unas viruelas locas. El tratamiento prescrito no fue resolutivo, el 5 de febrero se agravaba su estado de salud, lo que le llevaba a fallecer de madrugada. Dado que ello iba a permitir la entrada de los Borbones en el trono español, en numerosas cortes europeas circuló el rumor de que el niño fue envenenado siguiendo instrucciones de Versalles.