Es ahora el turno de Deméter, Ceres para los romanos, hermana de Zeus. Con ella pasaremos a conocer el latín, la lengua de los romanos, que aunque muchos califican de "lengua muerta", descubriremos que está muy viva. De momento, échale un vistazo a esta presentación en la que encontrarás las características principales de esta diosa y con la que podrás empezar a trabajar las actividades de esta unidad.
El rapto de Prosérpina.
Cerca del Etna hay un lago profundo y extenso que recibe el nombre de lago de Pergusa. Está lleno de cisnes, como el Caistro, y desde sus orillas se oyen sin cesar sus cantos melodiosos, por todos lados existen árboles que dan sombra y mantienen el ambiente en una frescura agradable. La tierra se halla cubierta por millares de flores, reinando siempre una primavera eterna. Aquí es donde Prosérpina se entretenía cogiendo florecillas, mezclando las lilas con violetas. Sentía un gran placer en hacer ramilletes que se colocaba sobre sus senos, disputando con sus compañeras quién cogía más y más bellas flores. Así la vio Plutón y en ese mismo instante la amó y la robó. Prosérpina, espantada, llamó en su socorro a su madre y compañeras. Cayéronsele las flores y ante tan sensible pérdida, su juventud y su inocencia desgarráronse en copiosísimo llanto.
OVIDIO, Metamorfosis, V, 363.
Plutón se enamoró de Perséfone y con la colaboración de Zeus la raptó a escondidas. Pero Deméter iba por todas partes buscándola con antorchas día y noche y, habiéndose enterado por los hermioneos de que Plutón la había raptado, irritada con los dioses abandonó el cielo, y tomando la figura de una mujer llegó a Eleusis (…). Habiendo ordenado Zeus a Plutón que devolviera a Core, Plutón para que no se quedase mucho tiempo con su madre, les dio a comer granos de granada, y ella no previniendo lo que podría pasar se los comió todos (…). Perséfone fue obligada a permanecer con Plutón una tercera parte de cada año y el resto con los dioses.
APOLODORO, Biblioteca, I, V.
Para introducir el tema, utilizaremos el siguiente vídeo en el que un grupo de música utiliza una serie de latinismos, entrelazados de forma peculiar con expresiones en español, para componer la letra de la canción.
El alfabeto latino procede del griego gracias a que el pueblo etrusco lo adoptó a finales del siglo VIII a.C. al entrar en contacto con las colonias griegas asentadas en el sur de Italia. No obstante, la creación del alfabeto ya hemos visto que no fue obra del ingenio griego, sino que éste lo adaptó a partir de un alfabeto semita, el fenicio.
El alfabeto latino no difiere mucho del alfabeto español actual, ya que es de donde éste procede. Pero en su momento estaba compuesto por 23 letras.
Del mismo modo que el griego y el latín evolucionaron y se formaron a partir de la lengua indoeuropea, gracias a la evolución del latín surgieron las lenguas romances o neolatinas. En el siguiente ejemplo puedes comparar cómo una misma palabra latina ha evolucionado y ha dado lugar a distintas palabras:
Incluso después de la caída del Imperio Romano, el latín clásico se siguió enseñando en las escuelas, donde se cultivaba también el estudio de las grandes obras de los clásicos. Por otra parte, la Iglesia Católica conservó el latín en su liturgia, y también se empleaba en la administración y las leyes. Así, había muchos que conocían el latín literario y, cuando en su lengua romance echaban en falta alguna palabra para expresar determinada idea o realidad más o menos novedosa, recurrían a alguna palabra latina de ese latín clásico que también usaban. Estas palabras nuevas no pasaban por la transformación fonética que supone el ser transmitidas de oído de unas a otras generaciones. Sólo se les daba un ligero toque "romanizante". De la misma manera, estas palabras entraron en el castellano cuando ya éste estaba formado y constituido. A estas palabras procedentes del latín sin apenas transformación se las llama cultismos. Pero el latín había sufrido un proceso de evolución natural que es el que dio lugar a las llamadas palabras patrimoniales, aquellas que desde el primer momento de diferenciación de nuestra lengua formaron parte de ella y, por tanto, experimentaron grandes cambios a lo largo del tiempo.
En muchos casos, la misma palabra coexiste en sus formas patrimonial y culta, las cuales coinciden a veces en el significado que, sin embargo, ofrece en cada una matices diversos o sólo tienen en común el origen. Así podemos decir que la mayoría de las palabras que usamos en castellano, hasta un 60 %, proviene del latín. Por ejemplo:
· Los nombres de los días de la semana y de los meses del año: lunes (dies Lunae), martes (dies Martis), enero (iaunuarius), abril (aprilis)…
· Muchos nombres de ciudades como Tarragona (Tarraco), y de personas como Antonia, Claudia, Julio…
· Los numerales, los pronombres y la mayoría de las preposiciones: uno (unum), diez (decem), con (cum)…
Como acabamos de decir, un gran número de palabras, construcciones y otros aspectos de nuestra lengua deriva directamente del latín hablado por los romanos. El paso de las lenguas clásicas a las lenguas romances fue lento y no todas las palabras sufrieron la misma evolución. Por ello, hemos de distinguir entre latinismos, cultismos y palabras patrimoniales.
LATINISMOS: son palabras o expresiones latinas que se han incorporado a una lengua manteniendo su forma original. No obstante, existen formas que, por su elevado uso, han adoptado modificaciones propias de la lengua de llegada, tales como su escritura o acentuación (carpe diem).
CULTISMOS: son los términos que se incorporan a nuestra lengua cuando ésta ya se había formado y funcionaba de forma distinta a la latina. Son palabras tomadas directamente del latín que apenas sufrieron evolución.
PALABRAS PATRIMONIALES: son palabras que completaron su evolución y, en ocasiones, apenas se asemejan a las palabras de las que proceden.
Término latino ......... regula
Cultismo ................... regular
Patrimonial .............. reja