En esta unidad conoceremos a Apolo, hermano gemelo de Ártemis, el dios de los oráculos. Como habrás comprobado no hemos diferenciado entre nombre griego y nombre romano. Era el mismo. Échale un vistazo a esta presentación y lee, como con los dioses anteriores, el texto que te proponemos sobre el dios para que puedas realizar las actividades que sobre él te proponemos.
Apolo y la serpiente Pitón.
A los cuatro días de nacer, Apolo se hizo joven y fue en busca de la serpiente Pitón, para vengar las penurias que habían causado a su madre a la hora del parto. La serpiente vivía en Delfos, junto a la fuente Castalia. Esta fuente era la que emitía los vapores causantes de que el oráculo de Delfos hiciese sus profecías. Apolo mató a Pitón pero fue castigado por ello, ya que Pitón era un hijo de Gea.
Por entonces era Temis la diosa que ostentaba el antiguo oráculo en Delfos, y Pitón era la encargada de proteger el antiguo oráculo, pero que se entregaba a toda clase de desmanes en el país (enturbiaba los manantiales y los arroyos, robaba los ganados y los aldeanos, asolaba la fértil llanura de Crisa y asustaba a las Ninfas).
En recuerdo de su hazaña, o tal vez para aplacar la cólera del monstruo después de muerto, Apolo fundó en su honor unos juegos fúnebres, los Juegos Píticos, celebrados en Delfos. Después se apoderó del oráculo de Temis y consagró un trípode en el santurario (el trípode es uno de los emblemas de Apolo y la Pitia que, sentada sobre él, pronunciaba sus oráculos). En honor a la victoria del dios, los habitantes de Delfos cantaron el péan, un himno en honor de Apolo. Pero una vez muerto la serpiente, Apolo tuvo que ir hasta el valle de Tempe en Tesalia para purificarse de la mancha de tal muerte. Pues bien, cada ocho años se celebraba en Delfos una solemne fiesta conmemorando el exterminio de Pitón y la purificación de Apolo.