Cuando se presentó el abono, allá por un febrero tardío, y vimos este cartel, adivinábamos entretenimiento por cualquier vértice del mismo. Fuente Ymbro y un regreso merecido y tres jovenes con cualidades para una apertura de ciclo continuado redonda. Apartando las dudas que siempre deja la casta por los caminos de la capacidad o incapacidad ante la misma, la tarde tintaba posibilidades de pasárnoslo bien en la Maestranza. Ahora bien, tenemos que volver al punto de partida. ¿Cuánto torearon Lama de Góngora y Calerito tras el triunfo en el mismo ruedo en el que comparecieron hoy hace un año? Creo que la respuesta la conocen. Entonces, dadas las circunstancias, permítanme que dude de todo el entramado taurino de nuevo. Si vuelven a tocar pelo, razón que les servirá únicamente para estar aquí en 2026. Ojalá se den dos vueltas al globo si salen con el saldo en positivo.
El toro del regreso de Fuente Ymbro fue un zambombo entipado en Jandilla que lo que hizo de salida fue tardar y marcar los adentros por el pitón derecho, unos adentros que se traducirían en peligro tras desarmar a Calerito en el quite. Marinó bien el compromiso de Lama de Góngora con la atención de un público que hoy gozaba del apreciado título de aficionado. Se manchó pronto el precioso color nazareno de sangre el sevillano, que a base de tragar intentó meter en la canasta al basto oponente. Gozó de un reconocimiento innegable de la galería en la ovación con saludos.
Pronto y en la mano, con la hierba en la boca, Calerito le pegó las dos tanda que tuvo el castaño segundo. Calaron en el público, pero a partir de agarrar la mano izquierda todo bajó por parte del animal. Saludó en el tercio merecidamente.
El debut de Samuel Navalón creó las expectativas justas para mantener al que paga metido en el lío y si encima sumamos disposición y entrega, ahí hay guiso para la positividad en una tarde importante para él. El blanco impoluto de la alternativa mudó en el roce con la sangre de un bellísimo tercero. Colocado de cara pero con longitud de pitón y algo descompensado por delante pero de lámina impecable. Pese a bajar la persiana como su hermano anterior, Navalón aprovechó ambos pitones en distancias cortas y series medidas para extraer el máximo. Media plaza le pidió una oreja que se guardó correctamente Fernando Fernández Figueroa. El valenciano dio una vuelta al ruedo.
Si bonito fue el tercero, el cuarto redondeó aún más esa belleza de toro serio pero bien hecho. El más bajo del conjunto dejó las mejores embestidas hasta ese momento de la tarde. Por qué será. Juan José Domínguez saludó en banderillas. El caso es que Lama de Góngora vio el secreto: embeberlo por completo con la panza de la muleta y llevarlo hasta el final. Cuanto más toreado iba más se entregaba en una profundidad sublime. “Tramposo” tuvo categoría y Lama de Góngora lo entendió en su medida. ¿Faltó algo? Puede ser, pero es innegable que templó por ambos pitones en series de calado. Lo mejor de todo, cómo acabó la obra. Cinceló una estocada en toda la cruz, certera, precisa y preciosa, para abrir el marcador de la tarde y del ciclo continuado.
Calerito sorteó en el quinto un pavo de armada cornamenta, de las que se pueden colgar los abrigos en invierno. Cuajó por detrás le faltaba, pero malas ideas no. En dos derrotes zarandeó al de Aznalcóllar como si un muñeco de trapo se tratase. En la primera vez, cerca de tres metros al cielo cayendo de forma feísima. Boca arriba y con la espalda en plano. No podía levantarse. La segunda fue igual de terrorífica: la rodilla derecha no respondió durante un minuto. Nadie sabe cómo le metió semejante espadazo al animal. Le negaron la oreja. Decir, también, que no todo el mundo la pidió.
El sexto, tardo y soso, nunca dijo nada en la muleta de Navalón.
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla
Feria de Abril. 2ª de abono
2/3 de plaza.
Toros de Fuente Ymbro: Bien presentados y variados en comportamiento. El mejor, el 4°, con clase y profundidad.
Lama de Góngora: Ovación con saludos y oreja
Calerito: Ovación con saludos tras aviso y vuelta al ruedo.
Samuel Navalón: Vuelta al ruedo y saludos.
Saludaron Juan José Domínguez y Fernando Sánchez en el 4°.
Parte médico de Calerito: Esguince en la rodilla. Parte completo abajo.