DE LA VOZ NAHUATLAHTOLLI TLAHUIZCALLI A LA METÁFORA DE LA CASA DEL CONOCIMIENTO.

Como una voz del mismo universo, Tlahuizcalpan —metafóricamente, lugar donde nace la luz— se conforma finalmente en una casa, la casa de la luz o Tlahuizcalli. Nuestra casa es un espacio plural que pretende promover la difusión de temas relacionados con la ciencia, la técnica, el arte y la cultura, cuyo énfasis principalmente se centra en el aprendizaje y la enseñanza de la física, la química y la matemática, desde la conformación de su génesis —incorporada en la educación básica— hasta la evolución conceptual de sus contenidos, métodos y significados puestos en práctica en la educación superior. 

La presente revista digital proporciona un foro para toda persona interesada por la educación e investigación técnica en sus diferentes modalidades, tanto en los campos del conocimiento puro y aplicado como en su faceta divulgativa. Es por ello que Tlahuizcalli retoma aspectos que van desde lo histórico-filosófico hasta lo teórico-didáctico, con el único propósito de dar a conocer el hermoso mundo de la docencia. 

Tlahuizcalli es un órgano de difusión cuatrimestral de la Especialización en Aprendizaje y Enseñanza de las Ciencias Básicas (EAECB) del CIIDET, con la firme convicción de ofrecer un espacio académico de colaboración con la comunidad involucrada que respeta los principios éticos de su profesión y, por supuesto, con el deseo de fortalecer una de las actividades con mayor decoro y gratificaciones inesperadas: el arte de enseñar. 

Con estos ideales, la revista desea ser de interés para investigadores, profesores y estudiantes involucrados con las ciencias básicas. En este sentido, Tlahuizcalli está consciente que la difusión de las ideas requiere responsabilidad y compromiso de sus autores, motivo por el cual los interesados en participar con sus manuscritos serán sometidos a un proceso de arbitraje, pretendiendo con ello garantizar la calidad para los lectores.

Consideramos que las dificultades que este tipo de órganos y espacios de difusión plural afrontan son parte de la dinámica sociocultural. No obstante, somos parte de la pluma que escribe la historia de nuestras instituciones y portavoces, a su vez, de profesores honestos con el quehacer, y desmitificación en la medida de sus circunstancias, de la educación científica en las aulas y en los espacios de interacción común. Es por ello que Tlahuizcalli es morada para aquellos que, sin importar las vicisitudes que ofrece la modernidad para la práctica profesional, buscan transformar su realidad docente. Este simple principio, pero de empresa titánica, nos permite conformarnos en el Multiverso. 

Por tales motivos, nos congratulamos en habitar la piel de Tlahuizcalli, y de permanecer vigentes con nuestros lectores.

El editor