En enero de 2009 Marta Blazanović (Croacia) escribía su tesis sobre la escena de música improvisada de Berlín. Como un prefacio a una entrevista oral más extensa, me envió por email algunas preguntas introductorias:
16 de enero de 2009:
Me gustaría empezar pidiéndote que me cuentes cómo empezaste con la música, cuándo, por qué y con qué instrumento.
Empecé a estudiar y tocar la batería cuando tenía 14 años. La razón fue que mis mejores amigos en ese momento querían formar una banda de rock y necesitaban un baterista.
Toqué rock durante unos tres años y después empecé a tocar jazz. Toqué standards un par de años y después me pasé al avant-garde y al free jazz. Ahí descubrí la improvisación libre europea, a través de un amigo que siempre fue mucho más curioso que yo en lo relativo a música (Gabriel Paiuk). Tocamos juntos desde que yo empecé a tocar jazz y después nos pasamos juntos a la improvisación libre. La escena en Sudamérica era muy chica (incluso más chica que en Europa) y nuestra única referencia eran algunos CDs. Ni siquiera teníamos videos. Nos llevó algunos años hasta que pudimos hacer una gira y ver otras personas improvisando en vivo.
¿Quiénes fueron tus primeras influencias, cómo se desarrolló tu música antes de que vengas a Berlín, cuándo, por qué?
Mis influencias no eran sólo la música que escuchaba sino también por supuesto los libros que leía, mis amigos, mis maestros, mi vida en general. Si preguntas solamente sobre influencias musicales, la lista sería demasiado larga y probablemente no tan relevante, porque supongo que se trata de "cómo" escuchas y no de "qué" escuchas. De cualquier modo, sólo para mencionar algunos nombres: Thelonious Monk, Ed Blackwell, Mel Lewis, Frank Sinatra, Carlos Gardel, Enrique Norris, Morton Feldman, Freddy King, Ringo Star, Steve Lacy, Derek Bailey... lo que sea, pero en serio pienso que hacer una lista de nombres no significa nada.
¿Cómo fue que viniste a Berlín?
Vine a Berlín por varias razones. En 2004 sentí que en Buenos Aires había alcanzado una meseta. Sentí que ya no tenía personas con las cuales tocar. Además nunca me gustó como se relacionan las personas en Buenos Aires. Todo se basa en conflictos y no me puedo conectar con eso. No es que específicamente haya decidido venir a Berlín, sino que me escapé de Buenos Aires. Elegí Berlín porque no se puede encontrar otra ciudad en Europa que sea a la vez central y barata. Ya conocía la ciudad y me gustaba. La música que la gente estaba tocando acá era interesante. Igualmente me tomó mucho tiempo hasta que cumplí los requerimientos legales para poder mudarme (lo hacen muy difícil para las personas que vienen del tercer mundo, así que tuve que buscar vías alternativas). Una vez que logré establecerme en Berlín, ya no estaba tocando música, la ciudad había cambiado bastante, y las cosas interesantes que habían estado pasando en la escena musical habían desaparecido. Igualmente durante más de un año seguí trabajando con los músicos en la escena de música improvisada como bailarín y performer. Ahora no es claro si lo voy a seguir haciendo.
¿Cuál es la historia de "alberto ukebana"?
Sobre "alberto ukebana": Decidí abrir un espacio (como un pequeño teatro) porque estaba cansado de pedir permiso cada vez que quería presentar mi trabajo. "alberto ukebana" no es nadie. Le puse ese nombre a la sala porque quería evitar cualquier nombre "cool" o pretencioso. El nombre ni siquiera es cool en el sentido de que "lo que no es cool es cool". Simplemente no es cool, es ridículo; y busqué eso porque me divierte escuchar a ciertas personas cuando están forzadas a decir algo ridículo. También quería evitar que la gente use el espacio sólo para escribir una línea más en su CV (supongo que nadie puede estar orgulloso de hacer un proyecto en un lugar llamado "alberto ukebana").
Aunque el espacio estaba funcionando bien, mis necesidades cambiaron, y también mis ideas sobre qué quería hacer en arte. Entendí que ya no iba a necesitar el espacio, así que después de menos de un año decidí cerrarlo. La decisión estuvo también influenciada por el hecho de que no estaba muy contento con lo que el resto de las personas presentaban o querían presentar en la sala. De repente me encontré trabajando en proyectos en los cuales no creía. Pero de cualquier modo la experiencia para mí fue muy buena porque me hizo entender mejor lo que quiero y lo que la gente está haciendo.
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16 de junio de 2009
¿Cómo cambió la ciudad en los últimos cinco años, qué cosas interesantes pasaban, cuándo dejaron de pasar?
La primera vez que vine a Berlín, en 2001, la parte este de la ciudad todavía se veía bastante abandonada. Eso permitía que la habiten diferentes tipos de vidas, todo tipo de acontecimientos que no estaban bajo control. Para los artistas esto es siempre muy fructífero. Hoy en día eso todavía se puede sentir un poco en algunas pequeñas partes de la ciudad, pero no es lo que era. Esto es parte del proceso caótico de Berlín Oriental convirtiéndose de repente en capitalista después del muro.
En esa época, dentro de la escena de música improvisada era posible ver cómo un pequeño grupo de músicos - el grupo Phosphor más otros músicos que estaban alrededor - traía ideas nuevas de algún modo innovando la música. Hasta ese momento la música improvisada era más "expresiva" y se basaba principalmente en flujos en desarrollo. Durante los 90s, en Berlín y un par de otras ciudades la música improvisada encontró un nuevo modo. Los músicos le daban mucho más espacio al silencio y a las dinámicas bajas, y la música se basaba más en eventos que en flujos. La interacción entre músicos, que hasta entones se basaba en reacciones inmediatas, se tornó en algo más orientado al constructivismo - cada músico contribuía con un material diferente que a su vez tenía una función diferente en cada momento de la pieza. Esto se oponía a una forma más tradicional de improvisar en la cual los músicos tocan contrapuntos o no salen demasiado de las funciones y los timbres instrumentales basados en jazz. En esos días era posible sentir que algo nuevo estaba pasando; y había mucho pensamiento puesto ahí. Esto no significa que los conciertos y los CDs publicados eran todos buenos. Un buen concierto o un buen CD es siempre algo raro, tanto ahora como entonces. Sin embargo esa energía de estar ahí presenciando algo nuevo era muy intensa, sin importar si los conciertos fallaban. Esas fallas tenían un sentido y un propósito.
Este momento de innovación progresivamente terminó (quizá entre 2002 y 2004, aunque es difícil situarlo en el tiempo) y la música se estableció en esos elementos nuevos. Este modo de tocar se convirtió en un "estilo" que este grupo de músicos más otros nuevos empezaron a repetir como una fórmula. La sensación intensa de estar ahí experimentando el nacimiento de algo ya no estaba presente en los conciertos, y sólo la gente nueva en la audiencia - todo el tiempo hay gente nueva llegando a Berlín - se entusiasmaba viendo algo de lo cual habían oído hablar (esto todavía pasa y verlo resulta un poco gracioso). De cualquier modo, lo que se estaba tocando ya no tenía la vida que había tenido antes. Lentamente la mayor parte de los músicos que habían empezado a tocar así se alejaron de esa forma de tocar y empezaron a intentar diferentes cosas, que desde mi punto de vista no han logrado aun grandes efectos o resultados. Otros músicos todavía copian esta forma de tocar, y otros incluso vuelven a las formas de improvisar más agitadas, que de hecho resultan mucho más exitosas entre la audiencia (probablemente porque son más viejas, más cercanas al jazz y a la música popular, son en apariencia más frenéticas y activas, y todo esto de algún modo es más fácil de aprehender). Sin embargo desde entonces no noté un momento de innovación colectiva como pasó al final de los 90s. Otra cosa destacada de los últimos años es que la improvisación como práctica se convirtió en algo muy popular entre los músicos en general. Hay mucha más gente improvisando que antes (la mayor parte de ellos usando medios electrónicos). En cualquier caso no parece que esto haya traído música más interesante.