Aunque en la actualidad, la estética nuyorican aún se manifiesta en los textos y planteamientos de algunos de los poetas que formaron parte del movimiento original (tales como Pedro Pietri, Tato Laviera-recién fallecidos-- y Papoleto Meléndez), en el trabajo de algunos de los miembros fundadores y en el corpus poético en general se observan cambios indicativos de otro momento escritural y cultural. La polémica suscitada en relación con las presentaciones que tienen lugar en el Nuyorican’s Poets Café, la introducción a una nueva antología poética, Aloud. Voices from the Nuyorican Poets Cafe (editada por Miguel Algarín y Bob Holman) junto a las manifestaciones de algunos de los llamados poetas nuyoricans, la publicación más reciente de textos dentro y fuera del género poético que indican un alejamiento de los postulados nuyoricans anteriores y la producción literaria puertorriqueña que se crea fuera del espacio neoyorkino, entre otros, van configurando un momento diferente y otras formas escriturales[i]. Como ya se ha visto en la sección anterior de la estética nuyorican, ésta estableció una serie de parámetros fundacionales en torno a los cuales giraba la producción escritural principal que logró sentar cierta presencia en el contexto estadounidense. Tan es así que todo un corpus literario llegó a nombrarse con el calificativo que realmente pertenecía a un movimiento particular. Sin embargo, desde fines de los ochenta y en la década de los noventa se produjeron textos literarios que manejaban temáticas y tensiones diferentes, sugerían conceptualizaciones complicadas de lo puertorriqueño desde otros lugares enunciativos, se producían fuera de Nueva York y proponían textualmente otros lugares de migración diferentes al lugar tradicional. En este lugar se utiliza el término “postnuyorican”, precisamente, para apuntar hacia la existencia de esos elementos nuevos en la producción literaria puertorriqueña de Estados Unidos. El planteamiento de una estética y un momento cultural postnuyorican no es nuevo. Ya desde el trabajo pionero de Eugene V. Mohr en 1982 se había sugerido una estética diferente (el capítulo “Moving Out”), seguido por indicaciones en la periodización propuesta por Juan Flores y en el panorama histórico-literario que hace Frances Aparicio, entre otros (“Puerto Rican Literature in the United States”, Divided Borders, 142-153; “From Ethnicity to Multiculturalism”, respectivamente)[ii]. Flores utiliza el término “postnuyorican” para indicar cambios demográficos en cuanto a la población puertorriqueña de la ciudad neoyorkina y la entrada de otros inmigrantes y Aparicio lo hace para aludir al comienzo de un modo escritural diferente en la producción literaria puertorriqueña de Estados Unidos (“Pan-latino/trans-latino: los puertorriqueños en el ‘nuevo Nueva York’”; “From Ethnicity to Multiculturalism”, respectivamente). Maribel Ortiz-Márquez también lo ha sugerido en su presentación “Off-Centered” y en su trabajo bibliográfico “Puerto Rican Literature, 1988-96: An Annotated Bibliography” (1996) al cubrir textos nuevos producidos en diferentes áreas geográficas de Estados Unidos y decir que: “[t]he aesthetic projects of these new writers have begun to rearticulate the poetics of the earlier work of Nuyorican writers” (26). Además, la idea de una cultura postnuyorican en Nueva York se ha propuesto en entrevistas realizadas a algunos de los primeros miembros del movimiento nuyorican en las cuales se sugieren las tensiones entre dos momentos estéticos diferentes. En las entrevistas que elabora Carmen Dolores Hernández, publicadas bajo el título de Puerto Rican Voices in English, se observa cómo los escritores “nuyoricans” van delineando sus puntos de contacto con la “estética nuyorican” anterior pero también se observan algunas diferencias y nuevas tensiones (por ejemplo, entre Esteves y Algarín). En la configuración de este otro momento, es sumamente importante considerar la más reciente producción literaria de las escritoras en Estados Unidos. Por ejemplo, el texto de Sandra Benítez, Allí donde el mar recuerda, ubica los sucesos en un pueblito mexicano y se presentan las vidas de diversos personajes del pueblo de “Santiago”. Su autora, además, se autodefine como “de ascendencia puertorriqueña y de Missouri”, crecida en México, el Salvador y Missouri. Judith Ortiz Cofer, por otro lado, quien trabaja desde un centro académico en Georgia, construye historias de jóvenes que crecen en New Jersey (An Island like You: Stories of the Barrio) y una escritora que emigra ya adulta a Estados Unidos, se autonombra como lesbiana, puertorriqueña/latina, maneja el español como lenguaje de escritura y publica sus textos en una antología de poesía latina en Filadelfia (Negrón-Muntaner)[iii]. El texto Sleep of the Innocents (1991) de Carole Fragoza Fernández, en el cual los sucesos ocurren en un pueblo ficticio de América Central, constituye otro ejemplo y el relato autobiográfico de Aurora Levins Morales, “Inmigrants”, donde se explora la combinación de elementos culturales puertorriqueños-estadounidenses-rusos-judíos (33-38). Una novela producida en Puerto Rico, La segunda hija de Olga Nolla, también sugiere otras tendencias ya que el texto explora las experiencias de una familia de clase media-alta que emigra del área rural en Puerto Rico al estado de Massachusetts (Worcester). Aquí, en contraste con la estética nuyorican, no sólo se transforma el lugar de migración sino también el origen de clase de los protagonistas. También la reciente publicación de la antología de teatro, Action: The Nuyorican Poets Cafe Theater Festival (editada por Algarín y Griffith), en la cual el “Nuyorican Poet’s Café” representa un punto de intersección y de encuentro entre producciones teatrales de diferentes grupos étnicos, indica un cambio sugerente ya que fue en este lugar donde se conformó la estética nuyorican. Actualmente, las producciones del Café han variado de acuerdo a los cambios demográficos que se han dado alrededor del lugar y las variaciones de su clientela. Además, la participación de Jesús Papoleto Meléndez, uno de los poetas nuyoricans fundacionales, en un proyecto de poesía comunitaria en el Bronx donde el vínculo del escritor con la comunidad se mantiene como punto fundacional de la estética nuyorican pero se hace énfasis en la relación con otras comunidades étnicas, culturales, generacionales o de raza y la producción poética de Martín Espada en Boston constituyen otros ejemplos[iv]. En la colección poética de Espada, City of Coughing and Dead Radiators, se exploran situaciones de unos inquilinos de apartamentos en Massachusetts y en Trumpets from the Islands of their Eviction se tematizan las luchas y los logros de los latinos(as), de otros inmigrantes a Estados Unidos y de los trabajadores. Y para complicar un poco más el panorama, llama la atención la publicación del relato “Ship of Dreams” de Rodney Morales (“descendiente de puertorriqueños” que emigraron a Hawaii a principios del siglo XX para trabajar en campos de piña y azúcar), en el cual se explora la relación entre las culturas hawaiana-nativa, japonesa y puertorriqueña a partir de las actividades del sujeto protagonista (39-49). Todo lo anterior apuntaba ya en la década del ‘90 hacia la emergencia de un nuevo momento estético que se manifestaba en diferentes géneros de la producción literaria, particularmente, en la producción femenina[v]. Sin embargo, aunque en toda la producción anterior se proponían temáticas y espacios literarios diferentes, vínculos culturales y étnicos que iban más allá de la comunidad puertorriqueña e identidades múltiples, se mantenía un discurso contestatario. Todos los elementos anteriores se vinculan, además, con factores de índole demográfica que indican un movimiento de puertorriqueños a otros estados de Estados Unidos y la entrada de otros grupos étnicos a la ciudad de Nueva York donde originalmente se estableció una de las primeras comunidades puertorriqueñas[vi]. La producción literaria puertorriqueña mencionada antes muestra un paralelo con los movimientos demográficos característicos del Nueva York de finales de siglo XX en el cual hubo cambios dramáticos entre la población latina -cada vez mayor y más diversa- y la comunidad puertorriqueña -proporcionalmente menor- según datos poblacionales en Estados Unidos (New York State Education Department 2-6). A finales del siglo XX, en Estados Unidos vivían sobre 22 millones de latinos y los puertorriqueños eran el segundo grupo más numeroso con alrededor de 2.7 millones. Si se toma en cuenta que en la Isla había unos 3.5 millones en ese entonces, el total de la población puertorriqueña se acercaba a 6.2 millones de los cuales casi un 45% residía en alguno de los estados de Estados Unidos o el Distrito de Columbia (“New York State”; Bosque-Pérez, “Puertorriqueños de acá”)[vii]. Pero dicho corpus es también producto de las luchas comunitarias libradas en los años ‘60 y ’70 que hacían énfasis en el acceso a una mejor educación, de recientes cambios en el proceso de migración puertorriqueña de la Isla hacia Estados Unidos y de la composición misma en los grupos migratorios. A la altura del año 2014, la población puertorriqueña en Estados Unidos se ha diversificado aún más (y esto sería motivo de otro análisis), no sólo porque se concentra en otros estados (Florida, Connectticut o Miami, por ejemplo), sino porque su trasfondo de clase y profesional es diferente. Sin embargo, siempre existe un movimiento cultural puertorriqueño significativo en Nueva York cuya composición es muy diversa y entre sus miembros existen aquéllos que trabajan la representación de la ciudad de Nueva York desde diferentes espacios creativos, uno de los temas del curso que provoca la creación de esta plataforma. Por tanto, a continuación se mencionan algunos nombres para el beneficio del lector/a de esta página y los investigadores/as:*
Algarín, Miguel y Bob Holman, eds. Aloud. Voices from the Nuyorican Poets Café. New York: Henry Holt and Company, 1994. --- y Lois Griffith, eds. Action. The Nuyorican Poets Cafe Theater Festival. New York: Simon & Schuster, 1997. --- y Miguel Piñero, eds. Nuyorican Poetry: An Anthology of Puerto Rican Words and Feelings. New York: William Morrow & Company, 1975. Aparicio, Frances. “From Ethnicity to Multiculturalism: An Historical Overview of Puerto Rican Literature in the United States”. Handbook of Hispanic Cultures in the United States: Literature & Art. Francisco Lomelí, ed. Houston, Texas: Arte Público Press, 1993. 19-39 Benítez, Sandra. Allí donde el mar recuerda. Traducción de Susana Benítez Lacy. New York: Simon & Schuster, 1996. Bosque Pérez, Ramón. “Puertorriqueños de acá”. Claridad 24-30 marzo 1995: 11. De Cuba, Natalia. “‘Slamming’ en el Nuyorican Café”. San Juan Star [Puerto Rico] 21 oct. 1997, sec. portfolio: 25. De Jesús, Joy L., ed. Growing Up Puerto Rican. An Anthology. Introduction by Joy L. de Jesús. New York: William Morrow & Co., 1997. Espada, Martín. City of Coughing and Dead Radiators. New York: Norton, 1993. ---. Trumpets from the Islands of their Eviction. Tempe: BRP, 1988. Flores, Juan. Divided Borders. Essays on Puerto Rican Identity. Houston: Arte Público Press, 1993. ---. “Pan-latino/trans-latino: los puertorriqueños en el ‘nuevo New York’ “. Revista de Ciencias Sociales 2 (enero 1997): 90-121. Fragoza Fernández, Carole. Sleep of the Innocents. Houston, Texas: Arte Público Press, 1991. Hebert, Mary, ed. not black and white. inside words from the Bronx WritersCorps. Bronx, New York: Bronx Council on the Arts, 1996. Hernández, Carmen Dolores. Puerto Rican Voices in English. Interviews with Writers. Westport, Connecticut & London: Praeger, 1997. Holley, Eugene, Jr. “The New Nueva York: How Diverse Latino Communities have changed the Face of the City”. Hispanic 61. Ethnic Newswatch. CD-ROM. SoftLine Information, Inc. Stamford, CT. 30 sept. 1997. Levins Morales, Aurora. “Inmigrants”. Growing Up Puerto Rican. An Anthology. Joy de Jesús, ed. New York: William Morrow Co., 1997. 33-38. Malaika, B. “The chapter and verse of performance poetry”. Weekly Journal 29 June 1995: 14. Mohr, Eugene V. “Moving Out”. The Nuyorican Experience. Literature of the Puerto Rican Minority. Westport, Connecticut-London, England: Greenwood Press, 1982. 109-121. Morales, Ed. “Grand Slam. The Last Word at the Nuyorican Poets Café”. Village Voice 14 oct. 1997: (páginas ?). Morales, Rodney. “Ship of Dreams”. Growing Up Puerto Rican. An Anthology. Joy L. de Jesús, ed. New York: William Morrow Co., 1997. 39-49. Negrón-Muntaner, Frances, ed. Shouting in a Whisper/Los límites del silencio. Poesía latina en Philadelphia. Santiago, Chile: Asterion, 1994. New York State Education Department. “The Hispanic Population”. Hispanic New Yorkers: Education and Employment. Albany: Office of Planning, Research and Support Services, 1995. 2-6. Nolla, Olga. La segunda hija. Río Piedras, Puerto Rico: Universidad de Puerto Rico, 1994. Ortiz [Márquez], Maribel. “Off-Centered: Nuevas tendencias en la narrativa puertorriqueña contemporánea”. Trabajo presentado en la Segunda Conferencia de la Asociación de Estudios Puertorriqueños “Transcending Boundaries: Fostering Dialogues between the Island and its Diaspora” celebrada en San Juan, Puerto Rico. 26-29 septiembre 1996. Fotocopia en manos de la autora. ---. “Puerto Rican Literature, 1988-96: An Annotated Bibliography”. ADE Bulletin 115 (Winter 1996): 26-31. Ortiz-Cofer, Judith. An Island like You. Stories of the Barrio. New York: Orchard Books, 1995.
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