Cuando me preguntaban sobre los "motivos" de una decisión, me resultaba muy complicado explicar las diferentes causas que me habían impulsado a tomarla. Con el tiempo fui optando por dar la respuesta más cómoda.

La respuesta más cómoda es, sin duda, la que la gente espera, la que le es mas aceptable y rápidamente comprensible. La gente suele agradecer una respuesta breve y sencilla, porque, ante cierto tipo de preguntas, hay que entender que son de "cortesía", esto es, la gente no quiere que le cuentes tu vida, solo espera una respuesta simple.

Yo sabía, sin embargo, que los motivos eran complejos y variados. Yo mismo no sabía en realidad cuales tenían mas peso que otros, ni siquiera si no eran sencillamente excusas que yo mismo me había presentado a mi mismo. Y finalmente yo mismo no sabría asegurar cuales eran los motivos finales.

Así en general, creo que hacemos las cosas y luego nos vamos inventando los motivos, a veces para explicarnos a nosotros, otras veces para explicarlo a otros. Los motivos profundos y complejos permanecen ocultos y en realidad, son muchas veces indescifrables.