La joven de la perla

La película transcurre en la Holanda del siglo XVI, cuando la joven Griet deja la casa paterna para servir en casa del pintor Vermeer. Es una chica educada en un estricto protestantismo, espabilada, recatada y celosa de su virtud. Dentro de su escasa educación admira los cuadros del maestro, y se le adivina una sensibilidad. El mismo maestro queda cautivado por ella cuando la ve iluminada en su estudio, garabateando en una ventana empañada.

Vermeer deberá conciliar los deseos de su suegra para que pinte un cuadro inspirado en la joven, para un potentado y vicioso cliente, con los celos de la esposa, que no debe saber que está trabajando en ese cuadro.