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"Escuchar el mantra Om Mani Padme Hum"
Om Mani Padme Hum Versión Original Mantras Tibetano.mp3No es lo que entra por su boca lo que contamina al hombre, sino lo que de su boca sale. Porque lo que de su boca sale, de su corazón procede. (Jesús)
La sabiduría del maestro, vibra en el sonido del mantra
“Ustedes, que son esclavos del yo, que le prestan servicio de sol a sombra, que viven en un miedo constante al nacimiento, vejez, enfermedad y muerte, reciban las buenas nuevas: su cruel amo no existe.”
Crees que Dios, el pensamiento que ata y mantiene todas las cosar unidas es una entidad sombría y atemorizante? No lo es. El Padre es felicidad completa, porque él no conoce otra manera de ser. El es todas las formas de vida vibrando en armonía unas con otras, y eso emite un tono que suena como una gran carcajada.
Basta un momento para visualizar la felicidad y todo tu cuerpo se sentirá feliz. Tan solo basta un momento para jugar el papel de criatura desdichada a la cual no quiere nadie y sentirás tristeza y pena por tí mismo.
Basta un solo momento para dejar de sollozar y reir con alegría, un solo momento para dejar de juzgar y sentir belleza de todas las cosas.
Eres precisamente lo que piensas. Cada cosa que piensas así será en tu vida. Si contemplas miseria , tendrás miseria. Si contemplas felicidad, la tendrás. Si contemplas alegría, la tendrás.
Nuestra mente y nuestros sentidos, se encargan de mostrarnos una realidad que fogonea nuestro EGO. Nos hace comportarnos con celos, envidia, deseo, y otros sentimientos negativos asociados a la necesidad que se nos plantea de querer eso que aparentemente está ahí afuera y que DESEAMOS para nosotros.
El budismo nos permite tener una visión donde el ego y el deseo pierden identidad. Disciplinar la mente sensorial para dejar de mirar solo hacia afuera y conocernos a nosotros mismos conectándonos con nuestra mente natural, esa vieja compañera de todas nuestras existencias. Esa esencia natural que es vacía y a su vez todo contiene y en la que vibra como potencial cuántico la energía de nuestras experiencias.
En una ocasión el discípulo llegó excitado y gritó: “¡Maestro, Maestro! Ha ocurrido algo importante…, alguien llamado Einstein ha descubierto que la energía y la materia son equivalentes”. “Chorradas”, contestó el Maestro. “¿No has leído el Sutra del Corazón? Forma es vacío, vacío es forma.
El copyright de esto lo tiene Buda desde hace 2.500 años”.
Decía Aristóteles que para ser buen amigo de los demás hay que ser en primer lugar buen amigo de uno mismo. Esto significa que las personas que están "en guerra contra sí mismas", que no se aman, ni se comprenden ni se perdonan sus propios fallos, los que están insatisfechos con ellos mismos, tendrán dificultades para amar, comprender y perdonar a los demás...
Cuando hemos desarrollado internamente nuestra pureza, compasión y amor es cuando podemos ver
el reflejo de esa pureza y amor en los demás. Pero
si no hemos tomado contacto con esas cualidades
que están dentro de nosotros mismos, veremos a los demás como despreciables y limitados. Todo lo que vemos cada día en la realidad externa no es, de hecho, más que una proyección de nuestra propia realidad interior.
En la Sociedad actual si vives tu vida de manera auténtica, puedes llegar a destacar como algo insólito. Dado el enorme número de personas que solo se ocupan de sus propios intereses, la gente hablará de tu energía si haces justo lo contrario.
Tal vez no te vean mantener la puerta abierta para que una anciana entre en la tienda, pero esa acción deja una ligera marca de confianza y bondad en tu ser, que es mas intensa que cualquier perfume que puedas utilizar.
Cuando manifiestas tu propia bondad estás literalmente mostrando un campo de energía. Esta esfera de actividad virtuosa cultiva lo que se denomina bodhichitta, un corazón abierto.
(Del libro El Buda entra en un bar, de Lodro Rinzler)
Cuida tus Pensamientos porque se volverán Palabras.
Cuida tus Palabras porque se volverán Actos.
Cuida tus Actos porque se harán Costumbre.
Cuida tus Costumbres porque forjarán tu Carácter.
Cuida tu Carácter porque formará tu Destino.
Y tu Destino será tu Vida.
Sutra, Tantra y Dzogchen
Según las tradiciones del Tibet hay cinco pasiones o venenos que son la principal causa de problemas en nuestra vida y de la transmigración en samsara: ignorancia, apego, ira, celos y orgullo.
Para purificar las pasiones y obtener realización podemos transitar por tres caminos diferentes: los métodos de renunciación (Sutra), transformación (Tantra) y autoliberación (Dzogchén).
Sus caminos se pueden ver con el ejemplo de una planta venenosa: de acuerdo con la interpretación Sutra la planta debe destruirse para resolver el problema de su veneno, se renuncia a todas sus pasiones. En el sistema tántrico la planta venenosa se mezclará con otra planta para obtener un antídoto, no rechaza las pasiones sino que las transforma (es como un doctor que transforma la planta en medicina). El pavo real en cambio se come la planta venenosa, porque tiene la capacidad de utilizar la energía contenida en el veneno para hacerse mas bello; transmuta la propiedad venenosa de la planta en energía para crecer. Este es el método Dzogchén (La Gran Perfección) de liberación de las pasiones sin esfuerzo, a medida que surgen.
(Del libro Maravillas de la Mente Natural de Tenzyn Wangyal Rinpoché)
Frases del maestro Jesús
No dirán "mirad, aquí está" ni "alli está", porque el reino de Dios está dentro de vosotros.
"Si solo amas a los que te aman, no estas haciendo nada extraordinario porque hasta los incrédulos lo hacen. Y si solo haces el bien a los que te hacen el bien, que tienes de extraordinario? Aun los pecadores lo hacen! Ama a tu enemigo!! Hazle el bien!! Entonces tu recompensa será grande y te estarás comportando como un verdadero hijo de Dios."
"De que le sirve al hombre ganar el mundo, si pierde su alma ..."
"No juzguéis y no sereis juzgados, no condeneis y no sereis condenados, perdonad y sereis perdonados, dad y se os dará. Porque la medida que uséis con los demás se usará con vosotros."
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El joven discipulo de un filósofo sabio llega a la casa y le dice:
- Maestro, un amigo estuvo hablando de tí con malevolencia...
- Espera! -lo interrumpe el filósofo- Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- Las tres rejas? contestó el discipulo.
- Si, la primera es la VERDAD. Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No, lo oí comentar a unos vecinos...
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la BONDAD. Eso que deseas decirme, es bueno para alguien?
- No, en realidad no, al contrario...
- Ah, vaya!... La última reja es la NECESIDAD. Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces... -dijo el sabio sonriendo- si no es VERDAD, ni BUENO, ni NECESARIO, sepultémoslo en el olvido.
Cuanto mas sanas estarían las relaciones humanas si todos hicieramos pasar por las tres rejas aquellas cosas de las que nos hacemos eco...!!!
Shantideva: "Toda la alegría que el mundo contiene surgió de desear la felicidad a los demás; toda la miseria que el mundo contiene surgió de desear el placer para uno mismo."
Tu mente es como un espejo, tu espejo está lleno de reflejos. Si esperas que los reflejos terminen para ver el espejo, nunca lo encontrarás. Es decir, la presencia del espejo se muestra por los reflejos, pero los reflejos no definen al espejo.
Deja solo que lo que ocurra, ocurra; que lo que venga, venga y lo que se vaya, se vaya. Permanece abierto y relajado.
No mantengas tu presencia lúcida aparte de lo que surge pero tampo te involucres.
Igual que al espejo no le dañan las imágenes desagradables, ni le mejoran las agradables, deja que tu mente permanezca abierta a cualquier cosa que ocurra y encontrarás que todo se libera por sí mismo.
Esta es la visión básica del dzogchen.
Cuando una persona se aleja de tí, déjala ir.
Tu destino jamás estará atado a una persona que te deja.
Y eso no significa que sean malas personas, significa que su parte en la historia de tu vida, ya llegó a su fin.
No investigues las raíces de las cosas,
¡Investiga la raíz de la Mente!
Una vez que hayas encontrado a la raíz de la Mente,
Sabrás una cosa, liberando todo espontanemente.
Pero si no logras encontrar la raíz de la Mente,
Conocerás todo, pero no entenderás nada.
Cien cosas se pueden explicar, mil se pueden decir,
Pero sólo una debes entender,
Conoce una cosa y todo se libera-
Permanece en tu naturaleza interior; ¡tú conciencia
pura y prístina!
"Mi visión va más allá del cielo, pero la atención a mis acciones y sus resultados es más fina que la harina."
Así como las olas no causan ningún sufrimiento a las rocas al chocar contra ellas, sino que las erosionan y esculpen dándoles bellas formas, también los cambios pueden moldear nuestro carácter y suavizar nuestras aristas. Mediante los cambios podemos aprender a cultivar una compostura apacible pero inconmovible.
Nuestra confianza en nosotros mismos va en aumento, y
llega a ser tan grande que la bondad y la compasión empiezan a emanar naturalmente de nosotros y a llevar alegría a los demás.
Esta bondad es lo que sobrevive a la muerte, una bondad fundamental que está en todos y cada uno de nosotros. Nuestra vida entera es una enseñanza sobre cómo descubrir esta poderosa bondad y un entrenamiento para realizarla.
(Del Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte, de Sogyal Rinpoché)
Frases del maestro Buda
La maldad es tuya, el pesar es tuyo,
mas la virtud y la pureza también son tuyas.
Tú eres el orígen de toda pureza y de toda impureza.
Para enderezar lo torcido, primero debes hacer algo mas dificil: enderézate a tí mismo.
La falsa imaginación te enseña que cosas tales como la sombra y la luz, el largo y el alto, lo blanco y lo negro son diferentes y tienen que ser discriminadas; pero ellas no son independientes una de la otra; ellas son aspectos diferentes de la misma cosa, ellos son conceptos de relación, no de realidad.
El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato.
Cuida el exterior tanto como el interior; porque todo es uno.
Es fácil ver las faltas de los demás, pero ¡que dificil es ver las nuestras propias! Exhibimos las faltas de los demás como el viento esparce la paja, mientras ocultamos las nuestras como el jugador tramposo esconde sus dados.
Cuanto mas tenemos, mas deseamos y cuanto mas deseamos, menos somos. Lo escencial no es obtener, sino SER.
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Creo que nuestro objetivo es vencer la desconexión que hay entre nuestro cuerpo físico (temporal) y nuestro cuerpo de luz (eterno). Elevar nuestra frecuencia vibratoria hasta conectarnos nuevamente.
Salir de la falsa situación que nos plantea el ego (yo y el resto), responsable de esa desconexión; y recordar que todos estamos integrados en la misma energía. Somos como las olas en el océano con individualidad efímera, pero sin existencia independiente.
Algunos pensamientos del Dalai Lama
Según la psicología budista, la mayoría de nuestros problemas tienen su origen en el apego a cosas que erróneamente creemos permanentes. Guiados por esta percepción equivocada, consideramos que la agresividad y la competitividad son herramientas útiles en la búsqueda de lo que imaginamos y deseamos. Pero eso sólo fomenta más agresividad.
Nuestros sentidos contribuyen a aumentar nuestra ignorancia. Para la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto los objetos parecen existir por sí mismos. Al recibir esta información distorsionada, la mente aprueba esta categoría exagerada de las cosas. Los budistas llaman “ignorante” a esta mente por aceptar esa falsa apariencia en lugar de rechazarla. La mente ignorante no se pregunta si las apariencias son correctas o no; sencillamente acepta que las cosas son como parecen.
El momento crucial en que pasamos de ser meramente conscientes a la percepción errónea se produce cuando la ignorancia exagera la cualidad positiva o negativa del objeto, de modo que acabamos viéndolo intrínsecamente bueno o malo, intrínsecamente atractivo o desagradable, intrínsecamente bonito o feo. Cuando, llevados por la ignorancia, aceptamos esta falsa apariencia como un hecho, abrimos el camino al deseo, el odio y muchas otras emociones contraproducentes.
Estractos del libroLa Esencia Pura de la Mente de Tenzin Wangyal Rinpoché:
"La mayor parte del tiempo experimentamos una sensación básica de que carecemos de algo. Todo en la sociedad que nos rodea reconoce y corrobora el sentimiento de estar incompletos y nos alienta a llenar el hueco con cosas materiales, en vez de despertarnos al conocimiento.
La naturaleza de nuestro ser es el espacio puro y completo, como el cielo claro e ilimitado. Las nubes de nuestros pensamientos oscurecen esa claridad. Nos enfocamos en la nubes, permaneciendo ignorantes al cielo y de ese modo nos sentimos abatidos. "
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