CARLOS SUÁREZ fue un humanista cristiano y esa concepción guió todos los actos de su vida.

Tuvo un profundo amor por la VERDAD, lo cual signó su numerosa producción científica y lo hizo un crítico constructivo de todos los escritos que pasaban por sus manos.

Tuvo un inclaudicable sentido de la JUSTICIA y de la EQUIDAD que determinó su relación con los demás y lo llevó a defender los derechos de los países y de la gente más pobre en cuanto Foro internacional participó, enfrentando los paradigmas vigentes impuestos por los poderosos.

Tuvo una capacidad insuperable para coordinar las actividades científicas y por eso fue designado para presidir FUNDACIÓN BARILOCHE.

Tuvo como principio fundamental la LIBERTAD ACADÉMICA. La defendió ante la dictadura militar de 1976, prefiriendo la virtual desaparición de FUNDACIÓN BARILOCHE antes que despedir a académicos que no eran del agrado del régimen.

Fue una interminable usina generadora de ideas y de proyectos y así creó el Departamento de Recursos Naturales y Energía, el Instituto de Economía Energética y el Curso Latinoamericano de Posgrado en Economía y Política Energética y Ambiental, dando origen a lo que se conoce como la Escuela Bariloche de Economía Energética.

Fue esencialmente un amigo, siempre dispuesto a escuchar, a comprender y a disentir con respeto.

Fue un conductor humilde que muchas veces ejecutó decisiones con las que no estaba de acuerdo pero que emanaban de la opinión de la mayoría.

Recibimos tu legado y esto más que un homenaje es un compromiso para continuar tu obra.