NOSOLOLIBROS
Blog de la Biblioteca del IES Francisco de los Ríos (Fernán Núñez)
Especial día de los difuntos 2007
Jueves 31 de octubre de 2007
MORIR DE VERDAD
¿Mueren de verdad los personajes literarios? Basta con decirlo y ya han muerto, ya han desencadenado todo un reguero de melancolías y nostalgias. ¿Cómo podemos sufrir por personas que sólo se han encarnado en una sarta de letras? Basta leerlo, y todos los sentimientos se remueven dentro. La muerte no necesita ser real para conmovernos. Nos emociona, nos asusta, nos amarga igual sobre el papel que sobre el asfalto, sobre la mesa de operaciones, sobre la cama de nuestros sueños.
Sin embargo, hay quienes vibran con aclaraciones como "basado en hechos reales", quienes sienten de veras la tristeza de otros seres humanos que han contado su pérdida. La muerte a veces araña la paciencia. La espera es una agonía en común. Más que la espera de nuestra propia muerte, sentiríamos que nos obligaran a esperar la muerte de aquellas personas a las que llamamos "cariño" sin saberlo.
Isabel Allende pasó probablemente el trance más amargo que una madre o un padre pueden sufrir: acariciar la agonía constante de una hija. Paula, casada y residente en España, sufre un coma al que la lleva la porfiria que padece. Isabel Allende vela el cuerpo inerte pero vivo de su hija en la unidad de cuidados intensivos. Hay esperanza, poca. Pero es ella la que languidece. Una amiga, famosa agente literaria, le recomienda escribir. Isabel Allende comienza entonces la historia de su vida. La narración combina los recuerdos de su propia vida con la asistencia hospitalaria continua y supone un ir y venir de los recuerdos que cuenta a su hija enferma y la lamentable realidad que le niega incansablemente una mejoría.
Paula era una joven normal -a pesar de la fama de su madre-. Isabel, que siempre ha sido adepta a las adivinaciones, consultó el porvenir de su hija y tuvo una respuesta: sería conocida en todo el mundo. Pero, ¿por qué sería conocida Paula en todo el mundo? Los escritores, en ocasiones, no tienen más remedio que escribir para explicarse lo que ocurre, para soportar vivir lo que está ocurriendo. Eso hizo Isabel Allende y eso dejó escrito junto a su hija.
El lenguaje forjó la Creación. La luz se hace pronunciando su nombre. Las leyes se dictan con nombres, las órdenes se dan nominativamente. Así la literatura intenta llamar a la vida aquellos cuya muerte jamás aceptaríamos, a pesar de saber sin quererlo que son personajes de pura fantasía. Quisiéramos regalarles nuestras palabras, como para resucitarlos entre las letras, entre las voces, para salvarlos de una muerte inesperada.
¡Gandaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaalf!
Sabemos que el lenguaje tiene un poder especial. Da vida a quienes nunca la tuvieron. Da vida a quienes nunca murieron. Mata a los que no nacieron. Mata incluso antes de la muerte.
Así que dando palabras a nuestros muertos, damos larga vida -larga vida- a su recuerdo.
publicado por BiblioRíos en NOSOLOLIBROS, especial día de los difuntos 2007
BURLARSE DE LA MUERTE
Pensad que la muerte podrá ocuparse de otras cosas mientras nos salvamos (como los dibujos animados).
Pensad que la muerte es un juego, una danza, un pasatiempo.
Pensadlo.
Pensadlo.
Pensadlo.
.
.
.
Pero no huyáis, porque tal vez huyendo de ella, sea como la encontremos.
Un sueño soñaba anoche, |
- Ábreme la puerta, Blanca, |
Romance anónimo
publicado por BiblioRíos en NOSOLOLIBROS especial día de los difuntos 2007
LA BUENA MUERTE
publicado por BiblioRíos en NOSOLOLIBROS especial día de los difuntos 2007
MÚSICA PARA DESPUÉS DE MORIR
Músicos de todos los tiempos han compuesto melodías para hacernos sentir la tristeza de una muerte. Probablemente sea la música la que más rápidamente puede desatar la melancolía, la nostalgia, la pena...
Hemos seleccionado tres ejemplos, de culturas diferentes y de músicas opuestas.
1
Merche es la primera. Esta popular cantante gaditana, compuso Eras tú, que incluyó dentro de su álbum Necesito libertad, sin pensar que sería un single con muchísimo éxito.
El protagonista de la historia es un hombre real, padre de un antiguo novio de Merche al que tenía un cariño especial. Hombre gracioso y optimista apoyó a Merche en su ilusión de convertirse en famosa cantante aunque no pudo ver su mayor éxito: el canto de su propia muerte. Falleció inesperadamente en una operación de cirugía.
Eras tú
Hizo las maletas un par de semanas antes
Pienso que sabia que era su último viaje.
Cuántas despedidas por si no podía volver.
No le falto ningún amigo,
Todos quisieron ser testigos.
Recordando chistes como siempre
Te reías,
No imaginamos que ya nunca
Volverías.
Te nombramos tantas veces que te noto aquí
Dándome tu energía
Y regalando tu sonrisa.
Eras tú quien me dio más abrazos en los malos momentos,
Quien guardaba mis grandes secretos
Y disfrutaba solo con verme feliz.
Eras tú quien creyó que la música era más que mi sueño
Y esta voz que ya no tiene dueño
Te cantará siempre a ti.
Eras tú.
Sé que has hecho amigos y recuerdas como hace años
Conociste a la mujer más linda en San Fernando,
Desde entonces no has dejado de darle tu amor.
Si la distancia hace el olvido
Cómo te siento aqui conmigo.
Eras tú quien me dio más abrazos en los malos momentos
Quien guardaba mis grandes secretos
Y disfrutaba sólo con verme feliz.
Eras tú quien creyó que la música era maá que mi sueño
y esta voz que ya no tiene dueño
Te cantará siempre a ti.
Eras tú.
2
Hay muertes que se producen en circunstancias extrañas y la del hijo de cuatro años de Eric Clapton fue una de ellas: murió al caer por la ventana del apartamento de su padre. Eric dedicó la siguiente canción al niño, una persona a la que apenas había dado tiempo a conocer. Por esa razón, la letra gira en torno a la idea de si se reconocerían cuando se vieran.
TEARS IN HEAVEN
Would you know my name
If I saw you in heaven
Will it be the same
If I saw you in heaven.
I must be strong, and carry on
'Cause I know I don't belong
Here in heaven...
Would you hold my hand
If I saw you in heaven
Would you help me stand
If I saw you in heaven.
I'll find my way, through night and day
'Cause I know I just can't stay
Here in heaven...
Time can bring you down
Time can bend your knee
Time can break your heart
Have you begging please
Begging please.
I must be strong, and carry on
'Cause I know I don't belong
Here in heaven...
'Cause I know I don't belong
Here in heaven...
3
Andrew Lloid Weber es un compositor muy conocido por su participación en musicales como Jesucristo Superestar. PIE JESU es probablemente una de las composiciones clásicas contemporáneas más populares y sin duda, la melodía más triste de los últimos tiempos. Pertenece a Requiem Mass, que compuso a partir de un artículo sobre los huérfanos de guerra y que dedicó a su padre. La versión que podéis escuchar es la más famosa, interpretada por la soprano Sarah Brightman.
PIE JESU
Pie jesu, pie jesu, pie jesu, pie jesu
Qui tollis peccata mundi
Dona eis requiem, dona eis requiem
Pie jesu, pie jesu, pie jesu, pie jesu
Qui tollis peccata mundi
Dona eis requiem, dona eis requiem
Agnus dei, agnus dei, agnus dei, agnus dei
Qui tollis peccata mundi
Dona eis requiem, dona eis requiem
Dona eis requiem
Sempiternam
Dona eis requiem
Sempiternam
Requiem
Sempiternam
publicado por BiblioRíos en NOSOLOLIBROS especial día de los difuntos 2007
ELEGÍAS SUPREMAS
La muerte es en la literatura una de las constantes. Han escrito de la muerte de sus seres queridos, de la muerte en general, incluso de su propia muerte. El Romanticismo ha sido en parte un movimiento literario elegíaco.
La literatura española ha dado elegías supremas que vamos a resumir en tres.
1
Jorge Manrique. Coplas a la muerte de su padre. Sobran las palabras.
2
Lorca escribió dos elegías insuperables: una, el llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías; otra, su propia muerte, escrita con la sangre roja de la vergüenza.
En el vídeo -que ya incluimos en una entrada antigua- traemos el principio de la película Muerte en Granada, en la que tras la presentación, se recita el famoso poema (personaje representado por Andy García).
3
Pero nunca, jamás.
Jamás se ha escrito.
Ni se escribirá
una elegía
como la elegía
de Miguel Hernández
a Ramón Sijé
ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y sientro más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
publicado por BiblioRíos en NOSOLOLIBROS especial día de los difuntos 2007
FINAL
Y el eterno Cesare Pavese dijo:
- Vendrá la muerte, y tendrá tus ojos...
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos esta muerte que nos acompaña desde el alba a la noche, insomne, sorda, como un viejo remordimiento o un absurdo defecto. Tus ojos serán una palabra inútil, un grito callado, un silencio. Así los ves cada mañana cuando sola te inclinas ante el espejo. Oh, amada esperanza, aquel día sabremos, también, que eres la vida y eres la nada. Para todos tiene la muerte una mirada. Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. Será como dejar un vicio, como ver en el espejo asomar un rostro muerto, como escuchar un labio ya cerrado. Mudos, descenderemos al abismo.
publicado por BiblioRíos un día cualquiera para su blog NOSOLOLIBROS