LA INICIACIÓN AL MODELISMO ESPACIAL.
Este artículo fue publicado en la revista “Tribuna de Astronomía” Nº 42, diciembre de 2002.
El modelismo espacial, también llamado astromodelismo, consiste en diseñar, construir, lanzar y recuperar con los mínimos daños posibles, un cohete, ya sea éste de concepción propia, o bien un modelo a escala de un cohete real.
Naturalmente, se puede construir un cohete tan pequeño que pueda caber en la palma de la mano, o tan grande que requiera un equipo organizado de personas para su lanzamiento y un remolque para transportarlo. Por ello, existe una clasificación, distinguiendo inicialmente entre los pequeños modelos deportivos pensados para la competición, y los experimentales cuyo objetivo es la investigación y el envío de algún tipo de carga útil. En realidad, se considera modelismo espacial a los cohetes construidos con materiales ligeros y que no superen el kilogramo y medio de peso; los cohetes metálicos o que superen dicho peso, pertenecen a otro apartado, el experimental de alta potencia.
No obstante, un cohete fabricado de cartón, madera de balsa o plástico puede albergar tal complejidad que requiera el dominio en diversos campos como la electrónica, fotografía, física, matemáticas, aerodinámica, informática o meteorología, llegándose a la necesidad de un equipo de personas multidisciplinar, cuyo trabajo comienza mucho antes del lanzamiento, en una mesa de dibujo técnico en la que se diseña el modelo y se determina su escala o tamaño adecuado, se efectúan los cálculos teóricos necesarios, se confirma su viabilidad respecto al parámetro de la estabilidad, y se llevan a cabo los chequeos de los dispositivos a embarcar.