LAS MISIONES

Los misioneros tenían como objetivo evangelizar a las gentes de otros lugares. En el pasado, cuentan que el cura del pueblo anunciaba la llegada de los monjes al pueblo de Castroverde de Cerrato. A pesar de la reconocida “rebeldía” de los habitantes de este pueblo, todos sin excepción, cayeron bajo el influjo de estos hermanos cristianos. Al parecer, lo habitual era contar con dos monjes o frailes por misión. Toda la actividad religiosa que abarcaba la misión, además de servir y ayudar al prójimo, se realizaba en la Iglesia del pueblo. Los misioneros enseñaban canciones, recitaban oraciones, referían rezos y plegarias…Los habitantes de Castroverde participaban de esas misiones llamados a la oración dos veces al día, al amanecer, sobre las 06:00 hrs de la mañana y al caer la noche. Lo hacían de esta manera para cumplir con sus jornadas laborales en el campo y sus tareas domésticas.

Se cree que los misioneros permanecían alrededor de 7 días en el pueblo, para más tarde recorrer todo el Valle del Esgueva. El cura en funciones del momento, dejaba temporalmente de impartir su obligación religiosa para delegarla a los misioneros, que eran los encargados de predicar, dar la misa, subir al púlpito…etc. El Vía Crucis, “camino de la cruz”, tenía lugar en las calles del pueblo, era grupal y su práctica podía ser un canto, la lectura de algún pasaje evangélico, o el rezo de una oración.

Nos dicen que los mozos se acomodaban siempre, en el coro de la parte de arriba de la iglesia a cantar. Este es un fragmento de una de las canciones que aprendieron de estos religiosos, Padre Vicente y Padre José Luis:

TOCABAN LAS CAMPANAS

“Al toque de las campanas

Y todos a la Misión

Y el que se quede dormido

Que se caiga de la cama

Y se dé en la cabeza

Un buen coscorrón…”

Publicado por Montse Gómez Alonso el 5 de noviembre de 2013 a las 3:30pm