MARTIRIO

Dedicado a todos esos sentimientos sin boca ni voz.

Siento que hay algo en el viento,

algo pesado y doloroso que se presenta sin arrepentimiento.

¿Será esta mi condena final

o solo la usual tragedia que tiendo a atrapar?

Pues, aunque me guste pensar

que con él he de terminar,

a mi amiga la verdad le gusta atacar

y torturarme sin cesar.

¿Qué más ha de pasar,

si de mi sentimiento no me puedo alejar,

aun cuando él llegue a notar

que en su mirada no puedo dejar de pensar?

Por las calles he llegado a escuchar

susurros que hablan de mi pesar

y aun así me insisto en cuestionar

qué pasaría si él llega a saber la verdad.

Nervios, vergüenza y terror

son lo único que siento al visualizar la situación.

Mi tortura he de alargar

sabiendo que en mí está elegir el final

de esta mi historia sin comenzar.

Debajo de un árbol me senté a esperar,

hasta las tres y un cuarto vi mis esperanzas marchitar,

Un detalle olvidé comentar,

pues nunca existí, al menos no en su realidad.

La vida me fue arrebatada esa tarde, sin piedad.

No hubo paz ni tranquilidad,

solo un sentimiento sin confesar.

Él nunca llegó, pero yo sí lo volví a mirar.

Tanta vida en sus ojos,

¿por qué debía ser este mi final?

En recuerdos de dolor

mi cara ahogada está,

aún espero la luz

y sé que él también la recibirá.

Todo estará bien,

o al menos eso me gusta pensar.

¿Alguna vez terminaremos juntos?

No lo creo, nunca será,

porque yo no soy la indicada y él no fue mi final.