Concurso de Leyendas Tradicionales y Biografías Mexicalenses 2022

Premio único en el género de biografía

de la categoría A

(Alumnos de la Escuela Secundaria)

Alejandro Acosta nació el martes 21 de septiembre de 1971, a la 13:36 p. m. –dice su madre, Panchita–, en el Instituto Mexicano del Seguro Social, en la ciudad de Mexicali, B. C. Es el segundo de cuatro hijos, todos varones. Los nombres de sus hermanos son, del más grande al más chico: Arturo, Guadalupe y Andrés. Sus padres son Panchita Preciado y Arturo Acosta.

Durante sus estudios de educación primaria fue muy dedicado y disciplinado. Siempre logró estar en los primeros lugares y cuando cursó el sexto grado, en 1983, llegó a ser el mejor alumno de su colegio, después de la zona educativa y finalmente asistió a la ciudad de Tecate, a la competencia estatal de aprovechamiento escolar.

En el año de 1986 ingresó a la Escuela Secundaria #18 Magisterio y desde el primer grado participó en equipo de voleibol, en el mismo año en que ocurrió la explosión de la planta nuclear de Chernóbil, en el norte de Ucrania.

Alejandro recuerda: "Al principio, como todo jugador novato, me la pasaba en la banca y jugaba muy poco. Pero poco a poco subí mi nivel de juego, hasta que logré ser parte del equipo titular de mi colegio". Fue en 1986, cuando cursaba el tercer año, que lograron llegar a las estatales.

Respecto a su actual trabajo, nunca fue su prioridad convertirse en policía.De niño quería estudiar para doctor y en la adolescencia pensó en la arquitectura. La idea de ser policía le llegó casi instantáneamente, cuando él estaba terminando la preparatoria: un compañero suyo de la escuela tenía la inquietud de ingresar a la Policía Federal de Caminos; a los pocos años, el hermano de este, que había ingresado a la academia de esa misma corporación y lo invitó para que lo intentaran juntos, pero Alejandro no lo hizo porque en ese momento tenía un buen empleo.

No fue hasta el mes de noviembre de 1997 cuando –cuenta él– “leí la convocatoria en un periódico para trabajar en la Procuraduría General de Justicia del Estado y me decidí a entrar. Reuní los documentos requeridos e ingresé a la academia de policía en el mes de enero de 1998, y, una vez finalizada mi formación inicial, empecé a trabajar el 14 de mayo de 1998”.

La fecha en que se casó con Yadira García fue el 21 de septiembre de 2005. En ese día Alex (con ese diminutivo lo llaman algunos de sus amigos y familiares) estaba ocupado en el trabajo y después se alistó para ir al registro civil, donde se vería con su futura esposa. Después de que se casaron se reunieron en un restaurante, donde comieron con quienes fueron los participantes de la boda.

“Como pareja, decidimos tener hijos y decidimos empezar. Pasó un año y no podíamos tener hijos, pero al final decidimos realizar estudios médicos y empezamos por mi esposa. Resultó que había varios problemas de salud, los cuales comenzamos a atender. Pasaron tres meses de tratamiento cuando de repente mi esposa me da la sorpresa de que estaba embarazada”.

¡Fue una gran noticia para Alejandro! Llegó del trabajo y Yadira le dio un regalo. Lo abrió y dentro de él había unos zapatitos amarillos, con una prueba de embarazo y una nota donde decía: “Papito, estoy en camino”. Lloraron de felicidad y ese fue unos de los mejores días de su vida. Venía en camino Máximo; nació en 2006, el 11 de enero.

Sobre su segundo hijo, su esposa comenta: “Yael fue un bebé sorpresa. Después de tener a Máximo decidimos cuidarnos, para programarnos después con otro embarazo”. En ese tiempo Yadira y Alex, con Máximo, se fueron de vacaciones a Disneylandia y Santa Cruz y cuando regresaron realizaron sus vidas normalmente. Al pasar un mes ella empezó a sentirse extraña y por curiosidad compró una prueba de embarazo. Y así, sin más, resultó positiva. Yadira estaba sorprendida: “¡No lo podía creer! Cuando se lo mencioné a mi esposo él pensó que era una broma, ya que nuestro hijo Máximo tenía siete meses de nacido. Así que fue una supersorpresa que en camino vendría un hermanito para él”. Yael nació el 18 de mayo de 2007. “Nosotros, felices de que nuestra familia se completara con la llegada de Yael”.

En la mañana del 4 de abril de 2010, Alejandro, Yadira, Yael y Máximo se fueron a El Centro, California, a un parque a esconder los huevitos de pascua, ya que era la celebración ese día. Al terminar jugaron y comieron pizza. Ya después del mediodía decidieron irse de compras a la Walmart. Entraron al establecimiento y a los diez minutos sintieron un fuerte movimiento: era que estaba temblando. Como pudieron salieron del lugar. Se dirigieron al carro y luego se fueron a su casa. En el transcurso del camino se dieron cuenta de que era muy grande la destrucción, fue impactante para ellos al ver las noticias.

Yadira comenta: “Estuvimos encerrados el resto del día en la casa, a esperar que todo pasara. Después Alejandro tuvo que irse a trabajar para ayudar a la gente, ya que había un caos en todas partes”.

Tras varios años de estudio, Alejandro al fin se graduó, en febrero de 2018. La ceremonia se realizó en la ciudad de Tijuana; fue una sencilla fiesta, todos con sus uniformes. Al terminar el evento la familia se reunió en un restaurante elegante en esa ciudad donde existen los burros-cebras, para celebrar la ocasión. Él recuerda: “Fue sencillo, pero significa mucho para mí que mi familia estuviera conmigo apoyándome como siempre”.

Durante los debates políticos que se llevaron a cabo en el mes de mayo de 2019, fue comisionado como el responsable de la seguridad en los lugares en los que se realizarían los eventos: El Colegio de la Frontera Norte, en la ciudad de Tijuana, para los candidatos a gobernador; las instalaciones del CETYS Universidad campus Mexicali, para los candidatos a alcaldes de los cinco municipios, y las instalaciones del Instituto Estatal Electoral de Baja California, en la capital del estado, para los candidatos a diputados locales.

El día de hoy Alejandro Acosta sigue trabajando como profesor o entrenador, enseñando a los nuevos cadetes de policías cómo usar un arma, arrestar o elegir a su animal de compañía. Además, cuida a sus hijos, para darles el mejor futuro posible, así como a su esposa, Yadira.

(Gracias a Yadira García García, Alejandro Acosta Preciado y Panchita Preciado Velázquez por proporcionarme la información para la realización de esta biografía).

Tercer grado de secundaria