Concurso de Escritores 2023

Segundo lugar en el género de cuento

(Nivel de avanzados)

UNO… DOS… TRES… ¡SSSH!


Uno… dos… tres… ¡Sssh, cálmate! Tres… dos… uno… –se decía ella misma.

Estaba asustada, sentía cómo su corazón latía mil veces por segundo y solo se quería calmar. Estaba huyendo, pero no sabía de qué. Estaba escondida, pero no sabía de qué. Tenía miedo y no sabía de qué. Estaba frustrada, cansada y simplemente no sabía por qué.

Miró a su alrededor y seguía diciendo: –Sssh… uno… dos… tres… Sssh, tranquila… Tres… dos… –y seguía. 

Buscaba una salida, una puerta, un lugar por donde escapar. Tal vez solo quería ver una luz, una sola señal del exterior, una sola señal de esperanza.

–Uno… Sssh, todo va a estar bien… Uno… dos… tres… –Se repetía y se repetía.

Ella tan solo quería saber: “¿Por qué? ¿Por qué pasó esto? ¿Por qué no me puedo calmar?”.

Sus pensamientos le inundaban la cabeza, su miedo le bloqueaba el razonamiento y su cansancio impedía su capacidad para moverse.

–Sssh… sssh… sssh… Piensa… sssh… Uno…dos…tres…

Escuchaba cómo cada vez su corazón se aceleraba más y más. Sentía cómo cada vez más las lágrimas se acercaban a su rostro y, al intentar gritar, los nudos de la garganta la callaban.

–Uno… dos… tres… No llores, sssh… Tres… dos… uno…

Cada vez al hablar se escuchaba más y más cómo su voz se rompía. Cada vez al hablar tenía más ganas de estallar en llanto. Cada vez al hablar sentía más y más que en tan solo un segundo se escucharía silencio.

–Sssh… Uno… dos… tres… Sssh, tranquilízate… Tres… dos… uno… sssh…

Se mantenía escondida, se mantenía callada, pero aun así se escuchaban en algunos momentos sus susurros: 

–Uno… dos… tres… sssh… Tranquila… Tres… dos… uno...

En un momento de mutismo puro, este se interrumpió. No fue por un susurro, ni por los latidos de un corazón acelerado. Fue por pisadas, pisadas de un ser con gran inmensidad, y se acercaban, se acercaban con gran velocidad.

Ella se paralizó. Estaba asustada, no podía moverse, apenas respiraba. Su corazón cada vez se aceleraba más y sus pensamientos solo le repetían:

–Uno… dos… tres… sssh… No está pasando… sssh… Tres… dos… uno… sssh… No es verdad.... sssh… Uno… dos… tres…

Por cada segundo que pasaba la criatura se acercaba más. Parecía olfatear el miedo, parecía saber exactamente cómo se sentía ella, parecía ser capaz de escuchar los pensamientos que le pasaban por la mente.

En unos segundos llegó a donde estaba ella. Sus pensamientos la mantuvieron estancada en las mismas palabras que en algún momento la pudieron haber llegado a calmar.

–Uno… dos… tres… Sssh… todo va a estar bien… Tres… dos… uno…

Y con un último suspiro finalmente se escuchó solo el sonido del silencio.


Primer grado de secundaria