Materiales para niños y familias


Sábado Santo

Reciclando nuestros pecados

RECONCILIACIÓN PARA NIÑOS

Objetivos:

  • Acercar a los niños es significado de la Reconciliación.

  • Analizar la realidad del mundo y la presencia del mal en él.

  • Analizar nuestra propia vida y cómo a veces hacemos daño a los demás.

Materiales:

  • Periódicos viejos.

  • Una batidora.

  • Un bol o vaso de batidora.

  • Una bandeja.

  • Una espátula.

  • Un paño.

  • Un escurridor.

  • Papel de sucio.

  • Bolígrafo.

Procedimiento:

  • Entregamos a cada niño un periódico, y le decimos que busque en él noticias de cosas malas que pasan en el mundo. Cada noticia que encuentren la recortan a mano y la ponen en un montón.

  • Después de un tiempo buscando noticias, y cuando haya una cantidad prudencial de ellas, las comentamos entre todos. Es importante preguntarles por qué son malas noticias, qué se podría hacer para cambiarlo, qué opinan ellos...

(Si no se tuviese periódicos se podría hacer con papel para reciclar en la parte de detrás, viendo el telediario o conversando con ellos, preguntándoles y escribiendo en esos papeles viejos las noticias o dibujándolas, cada uno que lo adapte a su edad)

  • Ahora vamos a ver nuestra vida: les entregamos una hoja en la que ellos escribirán cosas que creen que no han hecho bien, o que ha podido hacer daño o molestar a otras personas.

  • Comentamos, tras un rato de reflexión, lo que han puesto, cómo podrían cambiarlo, qué opinan...

  • Leemos juntos Ez 36, 24-26. Preguntamos si lo han entendido, nos centramos en el corazón de carne (un corazón que quiere, no como el de piedra que no puede querer) y el agua que purificará.

  • Ahora vamos a ver cómo Dios limpia nuestros pecados y los del mundo con esa agua limpia que purificará:

  1. Troceamos los fragmentos de periódico y las hojas que han escrito ellos, las metemos en el bol o el vaso de la batidora y añadimos agua.

  2. Con la batidora hacemos una pasta homogénea.

  3. La escurrimos y la ponemos en la bandeja, donde con la espátula la extendemos.

  4. Ponemos el paño encima y aplastamos con la espátula para que quede lisa la masa, con un grosor lo más fino posible, y retiramos el agua sobrante.

  5. Dejamos a secar, tras unas horas o al día siguiente tendremos nuestro papel reciclado, listo para usarse, sin rastro de las malas noticias ni de los errores de los niños.

  • Antes de poner el papel a secar comentamos que de ahí sale un papel nuevo. Las malas noticias han desaparecido y lo que ellos habían escrito también. Es una nueva oportunidad de empezar desde cero.

  • Y si nos volvemos a equivocar, si escribimos algo malo en el papel, podemos volver a reciclarlo una y otra vez, porque Dios no se cansa nunca de perdonar.