Materiales para la celebración


Sábado Santo

Para vivir la celebración

Por fin entramos en la Pascua. Dentro de un rato vamos a celebrar la gran fiesta del año cristiano: la vigilia pascual. Y con ella el gran anuncio: Cristo ha resucitado.

La Resurrección de Jesús es el principio de todo; sin ella no habría fe, ni creyentes, ni Iglesia. Casi podríamos decir que es una Nueva creación. Así es: hoy Cristo surge de la tierra, como aquel primer hombre en el génesis. Pero este nuevo hombre que es el Resucitado, es de otra estirpe, y da origen a una nueva especie de seres humanos, entre la que nos encontramos todos los bautizados.

La liturgia de esta noche es bella y llena de simbolismo. Para los que la celebráis en familia vais a seguir el esquema de la Pascua judía. Juntos alrededor de la mesa vais a cenar. En esta cena especial vais a tener unos signos que tenéis explicados en vuestro itinerario.

Para los demás, que lo seguiremos por streaming, encontraremos estos elementos, que ahora os explicamos.

El Rito de la Luz: La liturgia de esta noche comienza en oscuridad. Y en medio de la noche, encenderemos nuestras velas y seguiremos al cirio pascual, que es Cristo resucitado. El nos guía y a su paso, desaparecen las sombras de la muerte y del pecado para siempre.

La liturgia de la Palabra: la Iglesia proclama esta noche la historia de la Salvación hasta llegar a Jesús. La Iglesia se da cuenta del tesón de Dios por salvar a lo largo de los siglos. Los textos del AT concluyen con el canto del Gloria, y la proclamación de la resurrección del Señor, culmen de la historia de la salvación.

El Agua: El rito del agua es el rito bautismal. Por este sacramento nosotros nos hemos unido a Jesús en su destino; somos de la nueva estirpe de hombres resucitados. Esta noche renovamos las promesas de nuestro bautismo, confesamos nuestra fe en el Dios de la vida, y nos rociamos con agua bendita.

La Eucaristía: la cuarta parte, que es la liturgia eucarística, nos traerá de nuevo a Jesús a casa. Si nos dimos cuenta, desde el jueves no hemos celebrado la eucaristía. Hoy nos volvemos a encontrar con el Señor resucitado y vuelve a hacerse presente en nuestra mesa como pan tierno y vino de fiesta. El ya nunca se irá de nuestro lado. Por eso, el grito esta noche y durante todo el tiempo de pascua será “Aleluya”, que significa “Alabado el Señor”. Es la voz más alegre que podemos gritar los cristianos durante estos 50 días que dura el tiempo pascual.

Por eso, a pesar de las dificultades de todo tipo y la enfermedad concluimos diciendo: ¡Aleluya, Cristo ha resucitado!

¡Feliz Pascua de Resurrección!