Uno de los rasgos mejor atestiguados de la historia de Jesús es su praxis de oración. Cuando llega la hora de la lucha final y su oración al Padre se hace mucho más densa, siente la angustia de la muerte y la cercanía de Dios al cumplir su voluntad.
Esta oración está pensada para jóvenes y para ser realizada al aire libre en la noche del Jueves Santo. Sin embargo, puede celebrarse en lugar cerrado adaptando a esta circunstancia los elementos que fueren necesarios.
Este año no es posible pero si os invitamos a hacerlo preparando el espacio y la ambientación, ya estéis solos o con vuestras familias:
Hoy tu oración la vas hacer en el suelo, sentado, apoyado en la pared, buscando algo de incomodidad y de esfuerzo.
Vamos a crear un ambiente de oscuridad con alguna pequeña luz (si puede ser que nos sirva para leer y ambientar).
Algún reproductor de sonido o/y video para ayudarte a vivir está experiencia.
(Si estamos en familia podemos hacerlo del mismo modo introduciendo lo mayores y situando imaginativamente a los más pequeños para que entiendan qué es lo que van a revivir/recordar esa noche, con quién van a rezar)
Esta celebración aprovecha todos los elementos que nos ofrecen los evangelios para hacerse más viva y real, al mismo tiempo que son aplicados a nuestra situación actual. Destacamos los aspectos: silencio, oración, contemplación, compromiso, reflexión, participación en el desarrollo de la misma.
Las figuras de Jesús y de los apóstoles serán el hilo conductor de nuestra celebración.
El sentido de la oración de esta noche va a ser:
Contemplar a Jesús orando antes de su muerte,
acompañarle en su soledad y tristeza,
hacer nuestra su situación y su oración,
comprometernos con él y por él.
Lectura: Jesús ora en Getsemaní (Mt. 14.32-42; Lc. 22.39-46)
Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.
Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.
Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.
Canción: En mi Getsemaní
Lectura: Juan 18:4-9
Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les preguntó:
— ¿A quién buscáis?
Le respondieron:
—A Jesús nazareno.
Jesús les dijo:
—Yo soy.
Estaba también con ellos Judas, el que lo entregaba. Cuando les dijo: «Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Volvió, pues, a preguntarles:
—¿A quién buscáis?
Y ellos dijeron:
—A Jesús nazareno.
Respondió Jesús:
—Os he dicho que yo soy. Si me buscáis a mí, dejad ir a estos.
Esto dijo para que se cumpliera aquello que había dicho: «De los que me diste, no perdí ninguno.»
Silencio y oración
Gesto en familia
Después del tiempo de silencio se puede poner una canción y hacer un gesto en familia. Con una imagen de Jesús, vamos a darle un beso agradecido, en contraste con el beso con el que Judas traicionó a su Maestro.
Canción para escuchar: “Nada puede separarte”.
Oración final
Jesús, tú nos has amado hasta el final. Nos has lavado los pies y te has quedado entre nosotros como pan para que te comamos. Nosotros, queremos estar siempre contigo, y amar siempre a los demás como tú nos amas. Gracias Jesús por tu amor y tu cariño.