Guernica

PASCUAL MARCO DÍAZ | 1ºBACH-iNTER | Por la Paz | 15 de marzo de 2022 


Guernica fue la guerra, fue el dolor y el sufrimiento, pero hoy es la paz, la luz, y la alegría. Pero Guernica también fue Francia, Gran Bretaña, Alemania, y toda Europa… No podemos olvidar Sarajevo, Beirut, Mostar, Dubrovnik, Stalingrado, Kut, Varsovia…

 

Jamás se apagó su luz aunque la opacaron las sombras, aunque la ensordeció el sonido, aunque la dañó el horror, aunque la manchó la sangre.  El brillo de la paz nunca fue extinguido, a pesar de los bombardeos y los disparos. La esperanza no puede ser asesinada, no importa el poder de los misiles, ni mucho menos el calibre de las balas.

 

Imagina estar tumbado en el frescor de una playa, un frescor acogedor y suave de una arena blanca que te atrapa. Es agosto, bajo un cielo azabache que te entretiene contando sus estrellas, bajo una luna tenue que ilumina tus ojos hacia un cómodo sueño, piensas en cosas vacías, quizás en cosas inmensas -nada importará-, la bruma y el salitre te llevan por lentos bailes de olas entre cantos de sirenas. No importa…

 

Puedes pensar en un invierno frío si lo prefieres. En la comodidad de tu sillón bebiendo un café tan cálido como esa estufa. Tras una comida caliente con el papá, con la mamá, con el abuelo, con la abuela. -¡Mamá no quiero estudiar!- Quizá lo gritas, quizá no, te quedarás igual en ese sillón, apoyado en en ese cojín, mirando Tik-Tok, Instagram, no importa. Quizá lees un libro, quizá le escribes al chico o a la chica que te gusta, bueno, no nos limitemos… Juegas con tu hijo, con tu hija, acaricias a tu mujer, a tu marido, os abrazáis suavemente, ¿un amante? No importa…

 

No importa, pues imagina si la libertad desapareciera de esa playa, de ese sillón, te quitaran a tu familia, a tus hijos, a tus hermanos. El estallido ensordecedor de las bombas, las ráfagas de balas a través de tus ventanas. Un miedo que te paraliza, la vista se te nubla por las lágrimas, tu sudor es frío, tu aliento es amargo y metálico. No puedes soportar los gritos, las sirenas... No dejas de oír el llanto de tu madre. Qué importa la paz y la esperanza.

 

Sé que es duro pensar en la realidad del mundo. Por ello, no tenemos más remedio que ayudar en todo lo posible a las personas que pierden la fe en la paz y la esperanza. Pues todo aporte es bueno para devolver la libertad a las personas que han sido privadas de ella. Aunque el horror esté lejano, debemos conocerlo y ayudar para que los que lo sufren puedan huir de él.

 

Porque ayer fue Guernica, pero hoy es Siria, Yemen, Etiopía, Palestina… Y ahora, por desgracia, lo es también Ucrania.


Pascual Marco Díaz - 1º Bachillerato Internacional (con la coordinación de Rosa Abiétar, profesora de Plástica)