El cuerpo esclavo





Foto de Matthew Rolston para O Magazine.

La modelo es Katie Halchishick , co fundadora de healthyisthenewskinny

Al cumplir los diecisiete años, una joven ya habrá sido bombardeada con unas doscientas cincuenta mil imágenes de mujeres "perfectas" e inexistentes: televisión, Internet, publicidad callejera, revistas, redes sociales, etc. son los medios por los que llega este aluvión continuo e inevitable de modelos de mujer que establecen un canon de belleza inalcanzable. Todo ello genera en las adolescentes incontables complejos al comparar su cuerpo con ese modelo que propone la publicidad. Para conseguirlo, en muchas ocasiones acuden a dietas insalubres, a rutinas desmesuradas de ejercicios y otras prácticas que afectan a su autoestima y su salud. De cualquier modo, el sistema se encarga de convertirlas en consumidoras fieles de productos y tratamientos de belleza que les ayuden a "corregir" sus imperfecciones.

En el extremo de esta carrera por alcanzar el canon de belleza nos encontramos con la cirugía estética, cada vez menos ajena a nuestras adolescentes. De las 65.000 operaciones de cirugía plástica que se realizan en España, un 1´5 % son realizadas a menores de 18 años, según datos de 2016 de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Es tal el incremento de esta práctica, que en el año 2009, la Junta de Andalucía aprobó un decreto* que establece las condiciones para que los menores puedan ser intervenidos de cirugía plástica estética, entre las que figura la obligatoriedad de ser entrevistados por una persona psicóloga y la emisión por parte de ésta de un informe de madurez psicológica. Este decreto sirve de referencia al resto de comunidades que están en procesos de regularización de la cirugía plástica a menores, ya que a nuestro pesar, es una realidad a la que hay que dar respuesta de una manera legal, pues ya no es nada raro escuchar a alguna alumna decir que se va a operar el pecho "en cuanto pueda", o que si pudiera se operaría la nariz.

Si esta alumna llegara a una consulta de cirugía estética se encontraría comparándose con lo que Naomi Wolf denomina "canon electrónico", que es el modelo de mujer que se utiliza de referencia en el programa informático para "perfeccionar" las partes defectuosas del cuerpo de las mujeres reales.

Con o sin cirugía de por medio, las mujeres fragmentan su cuerpo en partes deseadas y odiadas convirtiéndose en eternas esclavas de un cuerpo ideal que jamás podrán conseguir, pues ha sido diseñado por los mercados y las exigencias del patriarcado. El éxito para la industria de la belleza está asegurado en el momento en que son las propias mujeres las que se rebelan contra ciertas (o todas) partes de su cuerpo, pues no solo genera estos complejos, sino que ofrece, para su beneficio, infinidad de productos para que sean consumidos masivamente para "corregir" esas "imperfecciones.



*Decreto 49/2009, de 3 de marzo, de protección de las personas menores de edad que se someten a intervenciones de cirugía estética en Andalucía y de creación del Registro de datos sobre intervenciones de cirugía estética realizadas a personas menores de edad en Andalucía