POETAS INVITADOS
e INVITADAS
Ana Vega
Ana Cibeira
Antonio Orihuela
Angel A. Simón
Yolanda Castaño
Itha K.
David Rey Fernández
ACEFALO TEATRO (Carlos, Andrea y Manuel)
Eli Z
Jaro da Silva
Vicente Araguas
Cristina Fernandez
Eugenia San Martin
Xosé Abeledo
Manolo Bacalhau
Xoán Abeleira
Felipa Zapico
Guillermo Ferrandez y Karlotti, con la Dixie Towne
Victor M. Diez
Suin Al
Serxio Garcia
Leo Arremecághona
Lucia Aldao y María Lado
Suin Al
Elicio Barrio
Encantaríanos, literalmente, que nos acompañasen todas e todos os que compartiron connosco estes DEZ ANOS, uns non poderán por habitar a Aldea dos nosos corazóns, outros e outras pola imposibilidad material de acollerlles como cómpre, para todos e todas, estarán presentes cos seus versos nos nosos beizos, co seu recordo nos nosos dentes, nesta ocasión, de leite do alba, e non negra :
Nos encantaría, literalmente, que nos acompañasen todas y todos los que han compartido con nosotros estos DIEZ AÑOS, unos no podrán por habitar la Aldea de nuestros corazones, otros y otras por la imposibilidad material de acogerles como es debido, para todos y todas, estarán presentes con sus versos en nuestros labios, con su recuerdo en nuestros dientes, en esta ocasión, de leche del alba, y no negra :
Carlos Oroza,
Tomas Segovia
Chus Pato
German Copini
Manuel Rivas
Leire Bilbao
Quico Cadaval
Olga Novo
Maria do Cebreiro
Olalla Cociña
Estevo Creus
María Couceiro
Ana Gorria
Alba Gonzalez
Quico Cadaval
Silvia Pena
Area Erina
Claudio Rodriguez Fer
Paco Pestana
Jorge Carbalho
Chefa Alonso
Adrian Abril
Cova Villegas
Elicio Barrio
Madamcell
Pura Salcedo
Ada Salas
Paco Doblas
Antonio Gomez
Tiago Gomez
Raquel Nobre Guerra
Etc
etc
etc
etc
E as que nos acompañaran, e eles, presentes, sin previo aviso.
Ata mais de setenta poetas, salvaxe fraternidad establecida pra sempre
Enfermedades de invierno
Si no fueran ciegos
nos verían esta luz que habita en nuestro pecho.
Hijo, abrígate bien. Y ponte la bufanda.
No vayas a coger alguna bala en los pulmones.
Que no está el tiempo bueno todavía.
Llegará el tiempo
de los hombres desnudos,
madre,
y ¡ay de los que entonces
no tengan nuestra luz dentro del pecho!
Ay de los oscuros.
Se morirán podridos de su noche.
Pero mientras llega el verano,
cuando salgas,
tú abrígate bien el pecho, hijo mío.
No vayas a coger alguna bala en los pulmones.
Que no está el tiempo bueno todavía.
Jesús López Pacheco