La alimentación es un proceso que está estrechamente relacionado con el desarrollo del lenguaje en los niños y las niñas ya que los órganos que intervienen en dicho proceso son los mismos que se utilizan para el desarrollo del habla.
Por ello es fundamental que los niños y niñas de la etapa de Educación Infantil adquieran una buena relación con este proceso y sean lo más autónomos y autónomas posible.
La autonomía se adquiere progresivamente como consecuencia de su desarrollo progresivo y somos las personas de su entorno más cercano las que debemos incentivarlas.
Para ello le exigiremos con afecto y convicción metas que estén dentro de sus posibilidades y al observar una dificultad, utilizaremos el refuerzo positivo para animarle a que siga intentándolo. De esta manera el niño o la niña ganarán confianza en sí mismos y avanzarán progresivamente hacia nuevos progresos.
Debemos de tener en cuenta que el proceso de alimentación forma parte de los hábitos básicos a seguir en esta etapa de desarrollo, y estos han de ser establecidos de forma mecánica, sistemática y continua. Esto les proporcionará seguridad y confianza.
Para ello podemos realizar las siguientes indicaciones:
Comer siempre a la misma hora y en el lugar apropiado para ello.
Reducir fuentes de distracción (juguetes, tablet, móvil, televisión,...)
Es conveniente que el niño o la niña coma al mismo tiempo que el resto de la familia, haciendo del momento de la comida una situación agradable proporcionando modelos adecuados.
La alimentación debe ser equilibrada y variada.
Incorporar progresivamente nuevos alimentos y texturas en su dieta, favoreciendo la masticación, ya que ésta interviene directamente en el desarrollo del habla.
Evitar el uso excesivo del biberón ya que este hecho está relacionado con posibles problemas en el desarrollo del lenguaje.
Evitar las prisas excesivas y respetar los diferentes ritmos de cada niño o niña.
FUENTE: JUNTA DE EXTREMADURA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN CIENCIA Y TECNOLOGÍA