Ermita S. Cristóbal - S. Sebatián

Esta ermita también existía cuando las Relaciones de Felipe ll, y está en cerro —otero—, que domina todo el Prado, que nos donara el lnfante don Sebastián Gabriel de Borbón, con sus arboledas y paseos que describo en páginas finales y que se dedicó a eras de "pan trillar", donde se trillaban las mieses que producían las tierras de "pan llevar". Desde esta ermita y su cerro era un espectáculo ver en verano el trabajo incesante de la trilla y el tráfico de carros y galeras de mieses que a ellas entraban, y de los mismos llenos de costales de grano, que salían, como un gigantesco hormiguero. Y las hacinas de mies, y las casillas, y las chozas, y el ruido de los trenes con el pitido de las máquinas de vapor, y los cánticos por trilleras. Y las blancas parvas trillándose y después amontonadas en conos perfectos, y los días de viento, ábrego, solano o descuernacabras, ver el hervor de las horquilladas en movimiento ascendente, como en ebullición, que al descender era blanca paja por un lado que el viento apartaba y en vertical el rubio trigo que al caer sonaba en el suelo como el redoble de un tambor.

Por la segunda y tercera década de este siglo, venía de vacaciones a ver a su madre y a su otra Madre (como él decía) la Virgen de los Dolores, desde Sevilla, el Escolapio Padre Jerónimo de Córdoba (1863-1933), ilustre villacañero y célebre latinista, y los domingos celebraba la misa en esta ermita, que se llenaba de agricultores con sus horquillos, y él se enfervorizaba en la homilía, comentando los pasajes evangélicos, tan concernientes a la mies, a la cizaña, a la vid, etc.

Del estado actual de ruina de esta ermita no podemos culpar a otras generaciones.

En el Inventario del Patrimonio Artístico Sólo existe la "descripción".

DESCRIPCIÓN (de la antigua ermita)

Ermita de planta rectangular, Sin capilla mayor, con acceso al pie de la nave, con paramentos sencillos encalados y cubierta por un artesonado de parhilera con limas y siete tirantes sobre mensulas de madera y una tiranta en cada esquina.

En el muro izquierdo se abre una sacristía pequeña y rectangular. El acceso es adintelado y Sobre el existe un hueco de ventana, abiertos ambos sencillamente al muro.

Posee un campanil de un ojo en el muro izquierdo, junto al pie. La fábrica general es de mampostería con sillares en las esquinas del cabecero estando actualmente encalada y con un zócalo en cemento gris.

OBSERVACIONES

Muy mal estado general con enormes grietas en las esquinas de los muros. El artesonado esta descubierto en numerosos sitios y la cubrición general está muy arruinada.

El encalado exterior, así mismo, está muy deteriorado. Posee humedades.

EI artesonado, aunque popular, es mudéjar y debería conservarse.

Esta antigua ermita fue derruida y levantada de nuevo, con una fábrica diferente a la anterior gracias a la colaboración de la hermandad de san Cristóbal y de diferentes vecinos de Villacañas.