Friday, September 6, 2024
Mortgage rates in the U.S. have recently decreased to 6.46% as of August 22, the lowest since May 2023, due to easing inflation and weak labor market data, which has raised hopes that the Federal Reserve might cut rates in September. This drop follows a significant rise in rates over the past two years, peaking at 7.79% in fall 2023. The previous high rates, coupled with high home prices and living costs, have deterred buyers and constrained housing supply. Despite the recent decline, rates remain too high to significantly boost buyer demand, and further decreases are expected to be necessary to stimulate the market.
This situation is part of a broader issue of worsening housing affordability, which began with a surge in demand during the pandemic. Many Americans sought larger homes and took advantage of historically low mortgage rates during that period. However, supply constraints and disrupted construction led to skyrocketing home prices. Efforts by the Fed to control inflation since March 2022 have exacerbated the problem, increasing the income needed to purchase a median-priced home by 60% since January 2022, leaving many potential buyers priced out of the market.
Source: Statista (a), Statista (b)
--------------------------------------------------------------------------------------------------
Español:
Las tasas de interés hipotecarias en los EE. UU. han disminuido recientemente al 6.46% a partir del 22 de agosto, el nivel más bajo desde mayo de 2023, debido a la disminución de la inflación y a datos débiles del mercado laboral, lo que ha generado esperanzas de que la Reserva Federal podría reducir las tasas en septiembre. Esta disminución sigue a un aumento significativo en las tasas durante los últimos dos años, alcanzando un pico del 7.79% en otoño de 2023. Las tasas elevadas anteriores, junto con los altos precios de las viviendas y los costos de vida, han desalentado a los compradores y restringido el suministro de viviendas. A pesar de la reciente caída, las tasas siguen siendo demasiado altas para impulsar significativamente la demanda de los compradores, y se esperan nuevas reducciones para estimular el mercado.
Esta situación forma parte de un problema más amplio de deterioro de la asequibilidad de la vivienda, que comenzó con un aumento en la demanda durante la pandemia. Muchos estadounidenses buscaron casas más grandes y aprovecharon las tasas hipotecarias históricamente bajas durante ese período. Sin embargo, las restricciones en el suministro y la construcción interrumpida llevaron a un aumento vertiginoso en los precios de las viviendas. Los esfuerzos de la Reserva Federal para controlar la inflación desde marzo de 2022 han agravado el problema, aumentando el ingreso necesario para comprar una vivienda de precio medio en un 60% desde enero de 2022, dejando a muchos compradores potenciales excluidos del mercado