ACONTECIMIENTOS QUE OCURRIERON EN ESTE ÚLTIMO PERIODO
Los treinta años que enmarcaron la existencia terrena del Hermano Bernardo pasarán seguramente a la Historia del mundo, como particularmente evolutivos.
"Hoy el género humano se halla en una edad nueva de su historia" declarará en 1965, el Concilio Vaticano II en su Constitución Pastoral "Guadium et Spes", y describe esa "edad nueva" de "cambios profundos y rápidos".
Casi, proféticamente, prosigue el mismo documento, esos cambios "recaen luego sobre el hombre mismo". Afirma, que "de esta forma podemos hablar ya de una verdadera transformación social y cultural, que repercute también en la vida religiosa".
Veamos cuatro aspectos de ese mundo que se transforma, limitándolos a este período, por la resonancia que tendrán en las tareas que desempeñó el Hermano Bernardo en esta etapa final de su vida terrena.
Cuadro nacional
La vida nacional sufrirá crisis en los sucesivos sexenios: resumimos simplemente lo que el Hermano Bernardo escribió en su tercer volumen de "La Salle en México".
El Licenciado Adolfo López Mateos supo ganar la simpatía popular. Tuvo, sin embargo, declaraciones desconcertantes; en Guaymas dijo que era "de extrema izquierda"; lo que causó malestar, de modo que poco después rectificaría de "izquierda moderada".
El Licenciado Gustavo Díaz Ordaz, honrado y audaz, con su gran proyección agraria y educativa, estabilizó la economía nacional; partió de la libertad de creencias. La "Noche de Tlatelolco" opacó su mandato.
El Licenciado Luis Echeverría "confundió los sexenios con semestres", según la aguda observación de Don Daniel Cosío Villegas. En una época en que se delegaba mucho la Autoridad, él la ejerció centralizando sus decisiones "a vapor": Habló, habló, habló y gastó, gastó, gastó. Con él se inicia la crisis económica del país.
En ese período, será palpable el inicio del cambio social de México, debido a acontecimientos cruciales, como fueron: Tlatelolco, el sismo destructor del 85, las elecciones presidenciales del 88, el sacudimiento social y político propicia los iniciales pasos de México, en el terreno de la solidaridad, la sociabilidad y la subsidiaridad.
Cuadro eclesial:
"El Papa Juan XXIII, prosigue "La Salle en México", quiso dedicar su breve pontificado en poner al día la Iglesia, modernizarla y desarrollar relaciones más positivas con las demás comunidades humanas".
El concilio Vaticano II definió a la iglesia en la Constitución Dogmática "Lumen Gentium", extendió su influencia a campos mundiales: Medios de Comunicación Social, Libertad Humana, Educación; completó magníficamente su labor Magisterial con la "Constitución Pastoral Gaudium et Spes".
Incursionó valientemente en terrenos no católicos con sus Decretos o Declaraciones sobre los Ortodoxos, los Hermanos Separados, Judíos, Musulmanes, Ateos, Animistas y declaró el carácter misionero de la Iglesia.
Al definirse a sí misma, irradió su acción a temas internos de crucial importancia: Obispos, Sacerdotes, Seminarios, Acción Apostólica Seglar, Adaptada Renovación de los Religiosos y Educación Cristiana.
Dos "Constituciones" más completaron el tema Básico de la "Divina Revelación" y la "Renovación Litúrgica".
En cuatro sesiones, de 1963 a 1965, dos mil trescientos Obispos y cuatrocientos teólogos, pusieron las bases para "orientar al mundo hacia la figura de Cristo, ostentando su invencible poder de fascinar y atraer a los pueblos - en una sociedad carcomida por el consumismo y el hedonismo- ¡que tritura, envilece y aniquila la dignidad humana anticipando el infierno en un lodazal sangriento!, según Solzenitzin".
Cuadro de la vida consagrada:
Uno de los documentos más estudiados y rebatidos, es el de la Vida Consagrada. Más o menos por mitad, los Padres Conciliares pertenecían al Clero Diocesano y la otra mitad que en estos tiempos se le llamaba Clero regular. Las 14,000 enmiendas que se propusieron sobre el texto, que por su similitud fueron en realidad 500, hacen que el Decreto sobre la "Renovación Adaptada de la Vida Religiosa" sea un texto muy trabajado.
Sus mismas palabras iniciales, "Perfectae Caritatis", dan la esencia de la Vida Consagrada; sigue a Cristo en sus enseñanzas y ejemplos, dando a la perfección su carácter plenamente cristocéntrico.
La adaptación por la que suspiraba desde 1950 el Papa Pío XII, era solamente parte del problema religioso, la "renovación" era tal vez su mayor urgencia; tras serios debates se fijaron ambos aspectos: la adaptación debía considerar "los signos de los tiempos"; la renovación miraba a las fuentes: Cristo con su Evangelio, el carisma del Fundador, las intenciones profundas.
Al adoptar el término "Renovación Adaptada", se sustantivaba el primer aspecto y se adjetivaba el segundo: el primero sería el que el adjetivo miraba al como la insistencia ocho veces repetida del término "sequela Christi" señalaba la prioridad a las Fuentes, sobre las meras "costumbres" que podían pertenecer a un tiempo, una cultura, una época.
Al ver la esencia, no descuidó ver tampoco la forma en la que el "el espíritu de las Bienaventuranzas" en Castidad, Pobreza, Obediencia y Comunidad, debían ser los medios precisos de seguir a Cristo.
Varios números eran específicos para cada forma de Instituto: Vida Contemplativa, Vida Apostólica, Carácter Laical. Para todos, estaba el básico número cinco y siete.
El 39° Capitulo General "Especial"
El mismo Decreto sobre la Vida Consagrada, dedicaba sus primeros cuatro números en dar fuertes orientaciones de revisión de los Institutos, que debían definirse de nuevo, que tenían que revisar sus Constituciones, que necesitarían de un Capítulo General de estudio, en dos sesiones.
Desde la primera sesión, en 1966, hubo que situarse en los Institutos Religiosos aprobándose por abrumadora mayoría nuestro "Carácter Laical", el quinto proyecto de las Constituciones se envió a todas las Comunidades para una consulta a escala mundial.
La segunda sesión pudo definirnos en la "Declaración de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en el Mundo Actual”; las Constituciones fueron aprobadas en un texto "ad experimentum"; varios documentos estudiaron a fondo nuestras "dimensiones constitutivas", la Consagración y Votos, la Comunidad, la Misión.
Se completaron los estudios con el Libro del Gobierno que incluía varios capítulos consagrados a la Formación. El libro de Actas contiene las bases discutidas y votadas que sirvieron de pauta a todas las decisiones.
Las reacciones ante los cambios fueron diversas, como lo dice el Hermano Bernardo en "La Salle en México" texto elaborado entre 1983 y 1986, fecha de su salida de la imprenta; es decir, ya casi con veinte dios de experiencia postconciliar y postcapitular.
"Las innovaciones resultaron numerosas y liberadoras para muchos, chocantes e inaceptables para un pequeño grupo. No es de sorprenderse que las aperturas del Concilio hayan desorientado a muchas gentes".
"La Vida Consagrada sufrió y está amenazada aún por los mismos enemigos. Debe adaptarse, pero sin olvidar la renovación que exige estar muy atento al espíritu del Fundador".
El Historiador del Instituto, Hermano Saturnino Gallego, quien resumió magistralmente la monumental Historia del Instituto escrita por Georges Rigault, en su manual "Huellas Fecundas" Ros da cuenta, con su acuciosa observación, de los acontecimientos que acabamos de revisar, evidentemente después de la época estudiada por el autor de nuestra Historia.
Reacciones de las Comunidades de cara al Concilio:
La doctrina conciliar, ha sacudido positivamente a los Hermanos, en la llamada a la correspondencia y al ejercicio del sacerdocio real de la Iglesia, en cuanto Pueblo de Dios.
Ha estimulado a la Oración Litúrgica y a la Liturgia, que pasa de ser un conjunto de ritos, a la "Constitución Sacrosanctum Concilium" dándole rango de "manantial y cumbre" de la vida cristiana.
También la meditación y el estudio de la Biblia ha revigorizado la mejor tradición lasaliana. "Dei Verbum", también Constitución Conciliar, la declara junto con la Liturgia, las "verdaderas fuentes de la Oración".
La dignidad de la persona humana se ha afirmado en altas cuotas, como interesa al educador, acaso más que al religioso, en la "Constitución Pastoral", "Guadium et Spes".
Igualmente ha encontrado eco positivo la autonomía de lo temporal y, quizá por eso mismo, el valor de la Fe como acto libre: la escuela cristiana no quiere imponer nada, sólo propone con valentía, a la libertad del joven, las riquezas reales y dinámicas reveladas por el bautismo.
Reacciones de las Comunidades de cara al Capitulo General:
Las normas capitulares, dieron en pocos meses, aspectos enteramente nuevos a nuestras Comunidades. Ha desaparecido el silencio, antes muy monástico, calificado ahora de distanciador. Se ha reducido mucho el tiempo de la oración, la lectura espiritual, el estudio religioso. Se ha dejado parte de ellos a la responsabilidad personal.
El uso del dinero, las normas ascéticas sobre licores, tabaco, espectáculos, viajes y atuendo personal -hasta aquí el Hermano Saturnino- han variado dejándose a los proyectos personal y comunitario.
El citado Hermano señala los aspectos ortodoxos ' de adaptación y de renovación; dice: "No se interpretó bien el significado y la práctica de la "Renovación", "Faltó la pedagogía del cambio".
El propio Hermano Saturnino en su mismo manual, hace un balance de los 10 y 15 años; ese balance nos lleva a la reunión de Visitadores de 1981:
"No se ha demostrado que el Hermano, en general, sea maduro y responsable; casi todo lo que se ha dejado a su responsabilidad ha supuesto caer en el abandono".
"El ritmo de las Comunidades ha perdido el tono de austeridad mantenido a lo largo de los siglos".
"El Director de Comunidad ha sufrido un auténtico "shock"; está desorientado sobre su propia función. Es evidente que por "subsidiaridad" mal entendida por el Director mismo, acostumbrado a estructuras normativas; y mal entendida por los Hermanos en el aspecto "obediencia", "permisos", etc. se tienen serios descalabros".
"La escuela parece a menudo miedosa por declararse abiertamente cristiana, digamos más claramente, por la Catequesis y la Vida Cristiana".
"La Catequesis fallida al sufrir una crisis metodológica, no siempre superada inteligentemente, como solución de facilidad, ha sido disminuida, omitida, suprimida o remplazada por temas exclusivamente sociales".
"En los quince años que nos interesa sólo hay una media de 200 Novicios para todo el Instituto. Es cierto que cifras como éstas, disminución de un 40%, manejan ya muchas Congregaciones religiosas".
El Padre Arrupe, Superior General de la Compañía de Jesús, declaraba en 1972: "entran cada semana seis novicios, salen siete, y abandonan veinte religiosos". Este dato está tomado del libro del Padre Rulla, S.J. "Estructura Psicológica".
Poco a poco las aguas vuelven al cause:
"La palabra que mejor resume a este Balance es: LA FIDELIDAD".
Fieles a su Consagración religiosa asumida con generosidad: que pasa de un modo canónico de ser, a una teología de la consagración que hunde sus raíces en el Bautismo. Gracias al "Nuevo Código" y al Magisterio en los Documentos Postconciliares, se recogen los elementos teológicos del Vaticano II.
Fieles a la Comunidad: desde el Concilio se ha creído ver en el espíritu comunitario renovado, la solución a la crisis sufrida. El Proyecto comunitario refuerza los lazos. El proyecto personal lo hace más comprometido.
Fieles a la laicidad: la laicidad absoluta fue votada casi por unanimidad. Las peticiones de ceder en este punto se consideran como una crisis de identidad. Laicos, tenemos la misión de elevar al laico al apostolado.
Fieles a la preferencia por los pobres: el Instituto sigue atento y vigilante en ese "que", el "como" es una verdadera y sana preocupación.
Fieles a la Misión: los Hermanos creen en la Escuela, ha habido una espectacular reacción en todas las ramas del saber, desde la preescolar hasta la universitaria variando en radiofónica, normal, técnica, comercial, militar, internados, reformatorios, reclusos, emigrantes, marinos, se abrió a la educación no sistemática.
Fieles al apostolado: finalmente, se han creado asociaciones, movimientos juveniles, obras sociales, patronatos, edición de millones de libros de texto.
"Lo que si ha cambiado es el Gobierno del Instituto, que no es cuestión de fidelidad, sino de adaptación", "Es más próximo a los Hermanos, más cercano, abierto y democrático".
EL HERMANO BERNARDO COMO DIRECTOR DEL NOVICIADO DE MÉXICO NORTE
¿Cómo fue la designación del Hermano Bernardo para este cargo? No lo recuerdo, pero en el momento de publicarlo, fue tan espontáneo el apoyo con aplauso cerrado de todos los Hermanos, que quedó rubricado ese acuerdo tácito que más tarde recibió su autentificación de Roma.
Antes de recibir el grupo de Postulantes que sería el primer grupo de sus Novicios, fijada la fecha para el 16 de julio, veremos en que ocupó el Hermano Bernardo su tiempo. Lo ha escrito el mismo en el "Histórico del Noviciado".
"Durante este tiempo (resto del mes de abril hasta mediados de julio) el Hermano Director nombrado, Bernard Alphonse, había ido a Bogotá para seguir el retiro de los Hermanos Visitadores y Hermanos Directores de las Casas de Formación de América Latina, presidido por el Hermano Superior General del 2 al 10 de julio".
"El 16 de julio, día de Nuestra Señora del Carmen, era día fijado para empezar el Postulantado. Por falta de coordinación, el H Visitador y el H. Director fueron a buscarlos a la Asunción, pero los Postulantes habían salido temprano de Tlalpan, donde en unión con los novicios debían hacer su postulantado".
Fueron recibidos en Tlalpan a las once de la mañana, con los brazos abiertos y les brindaron fraternal hospedaje. Por la tarde hubo un juego amistoso y, al día siguiente, empezaron el reglamento ordinario. Solamente dos días se levantaron a las 5:45 en vez de las clásicas 4:30, como era costumbre entonces.
"El traslado a Lagos fue el mismo día 6 de septiembre, a las cinco de la tarde. Por una delicadeza especial del Hermano Asistente, los Novicios nos acompañaron a la nueva residencia, a la que llegamos a las doce y media de la noche".
"¿Noche de paz? De sueño profundo en todo caso, desde la una y media a las seis. No había lavabos, ni w,c, pero la llave del estanque que daba agua para la construcción, surtió la suficiente para lavarse; y había bastante cerro para otras necesidades".
"A las ocho se celebró la primera Misa en la Capilla provisional (donde ahora es biblioteca) y se siguió un reglamento amplio para poder arreglar las cosas. Los Novicios fueron de paseo a las Pocetas y los Postulantes siguieron el recogimiento, en preparación a la toma de Hábito que debía efectuarse a las cuatro de la tarde".
"Alas 16 horas el Reverendísimo Hermano Superior General, hace su llegada con suma sencillez. La ceremonia debía efectuarse con cierta premura, pues a las 18 horas debía dirigirse al aeropuerto de León".
"Numerosa resultó la concurrencia, formada por los Novicios de Tlalpan, los Novicios menores de León, la mayoría de los Hermanos de casi todas las Comunidades, los numerosos parientes y los padres de los queridos Hermanos Postulantes que, en número de veinte, revestirán el Hábito".
"La atmósfera estaba cargada de honda emoción, cuando el Hermano Superior, pronunció su substanciosa conferencia, cuyo original escrito nos obsequió. Inútil describir el ambiente de fervor, de emoción, de novedad, de paz y de sol".
"Los feos acabados de las construcciones en obra "negra" no hicieron desmerecer el acto. Día felicísimo con todo, día de gloria, día de honda dicha para todos, para el Distrito ' en particular, que veía nacer su Noviciado propio, inaugurado por el Superior General, cosa jamás soñada".
NOVICIADO DE LAGOS DE MORENO: CORAZON DEL DISTRITO DE MÉXICO NORTE
El "Histórico" del Noviciado, escrito totalmente por su Director, consta de una libreta in 16 de la que escribió a mano, 313 páginas y que abarcan los once años en los que el Hermano Bernardo estuvo al frente de esa casa de formación.
La portada es una dedicatoria muy bella:
Sí, ¡Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo!
"Para su mayor y pura Gloria Este Noviciado existe.
Para su mayor y pura Gloria las almas vendrán a formarse aquí".
Lagos de Moreno, Jal. 7 de Septiembre 1963.
Sigue la historia de su fundación: "Desde la fundación del Distrito, el día 1° de enero de 1960, se pensaba en el Noviciado propio. Ciertamente que el de Tlalpan albergaba a los dos grupos de Novicios, pero el ideal era que cada Distrito tuviera el suyo propio; además, era una de las bases de división del Distrito. Por esto, principalmente durante los años de 1961 y 1962, ni un sólo capítulo de distrito tuvo lugar sin que se hablase del proyecto".
Había que decidirse a favor de un sitio en primer lugar. Varias ciudades fueron propuestas y examinadas: Durango, Saltillo, León, Guadalajara, Lagos. En Saltillo se regalaban seis hectáreas bastante cerca de la Escuela de Agricultura "Narro". En León el señor Arenas pensaba obsequiar cinco hectáreas, cerca de la carretera sobre la falda del "Cerro Gordo". En Guadalajara el Instituto posee un terreno de 15,000 metros cuadrados que hubiera podido bastar; en esta misma ciudad se buscó una propiedad en San Pedro Tlaquepaque. Sin embargo, Lagos fue la escogida para albergar, el Noviciado en vista de las siguientes ventajas: es centro vocacional, se encuentra muy cerca del Noviciado Menor de León, tiene excelente y sano clima, vías de comunicación fáciles y numerosas.
Su localización en Lagos fue peleada. Había en primer lugar: la donación en La Tepuza de 14 hectáreas otorgadas por Don Abraham Vega. Gracias a los buenos oficios del Dr. Ignacio Hernández Montaño, se encontró un terreno de tres hectáreas muy bien situado y al precio total de $10,800.00. El consejo de Distrito de noviembre de 1962 optó por este último, aprobando la permuta con el terreno limítrofe perteneciente al señor Fernando Riaño, acercando nuestra propiedad a la carretera, con mayor facilidad para la instalación de la fuerza eléctrica, mejor acceso sin necesidad de construir un puente, cuya aprobación sobre el canal de riego fue negada por Recursos Hidráulicos y con un costo de más de $8,000.00. Esta permuta tuvo un valor de $3,500.00.
La colocación de la primera piedra fue fijada para el día 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Hermosa ceremonia bajo la presidencia de los Hermanos Visitadores de los Distritos de México. El Hermano Visitador Bernardo propuso el nombre de "Villa Rosario", pero el Hermano Asistente, en vista de la fecha escogida, optó por el de "Nuestra Señora de Lourdes". Lo que debe caracterizar este Noviciado es la devoción al Santo Rosario, tan cara a María Santísima de Lourdes.
"Las construcciones empezaron el '4 de marzo bajo la dirección y responsabilidad de "Ingenieros Asociados", Jaime Lara y Daniel Rico, residentes en León. Fueron realizadas con bastante rapidez. Con todo, el 24 de agosto, el Hermano Superior visitó Lagos en compañía del Hermano Asistente y éste, puso las siguientes condiciones para que los postulantes pudieran instalarse en ellas: los servicios de luz y de sanitarios en funciones; barda totalmente realizada, no habíamos principiado la dichosa barda, que sería de 324 metros de longitud y 3 de altura y, faltaban dos semanas para la ceremonia de toma de Hábito".
"Sin embargo, todo estuvo en condiciones para recibir a los postulantes procedentes de Tlalpan, el día 6 de septiembre. Fue gracias a las contribuciones especiales de las Comunidades por las que estas construcciones pudieron efectuarse, con un costo aproximado a los $600,000.00. Que María Inmaculada bendiga abundantemente a tantos sacrificados bienhechores".
Muy optimista el Hermano Bernardo al decir que "todo estuvo en condiciones". Las dificultades de seguimiento de las obras eran reales: los Hermanos del Laguense, lejos y sin fáciles medios de locomoción; el cuidado inmediato del trabajo no siempre seguido; así es como el taller de herrería que falló en la medida de las puertas de los w.c. y, al querer instalarlas, hubo que desistir. Las instalaciones de tuberías no estuvieron bien revisadas y faltó el agua. Con toda verdad, el Hermano Bernardo recibió "la obra negra" y a él le tocó lentamente realizar los "acabados".
"Debido a que había unos veinte obreros trabajando en la casa, no llevábamos el Hábito más que en los ejercicios espirituales de la mañana y de la noche. Por falta de funcionamiento adecuado de las fosas sépticas, íbamos a Las Pocetas dos veces por semana a bañarnos; el domingo, después del juego, el baño era en el colegio. El aseo diario se hacía en la pileta de agua para la construcción. Los cerros y los maizales disimulaban la deficiencia en los servicios higiénicos; pronto se cavaron letrinas provisionales".
"El 5 de octubre funcionaron los lavabos y las duchas y, por fin, el día 26 estuvieron listos los w.c. El pozo y la bomba dieron algo que hacer, pero nunca faltó agua, aunque solamente a mediados de octubre estuvo el depósito y la instalación definitiva".
El Hermano Bernardo y sus Novicios fueron realizando poco a poco la pintura, el revestimiento de cantera en los muros del exterior, la pavimentación del "segundo nivel", la jardinería que ya se había realizado con el exceso de peones y albañiles, que iban quedando libres al ir terminando la barda, plantación de árboles, etc.
El 28 de abril de 1965 emprende el Hermano Bernardo la construcción de la Capilla, ex-voto por los cincuenta años de vida del Hermano Visitador. El Ing. Felipe Fernández que estaba terminando la construcción de la Casa Apostólica de los Padres Vicentinos, se hace responsable de la obra. Trae al maestro Miguel Oviedo quien realizará el proyecto. Se abrió la cuenta de $25,669.43 expresamente para la ejecución. Los planos, con los anteproyectos del Hno. José Antonio Zorrilla Cuétara, fueron elaborados por "Constructores Asociados". La idea básica salió de la capilla del Seminario Menor de Monterrey.
El 3 de mayo por la tarde, se colocaron las primeras piedras: los nueve Novicios fueron colocando su piedra como iba indicando Miguel, el albañil, maestro de obras. Los demás entonaban el "Honneur à Toi". Así se festejó la Santa Cruz, Patrona de los Albañiles. Este mismo día nos llegó el nuevo albañil del Noviciado, Don Lupe Gómez, que inició sus actividades con la escalera del tercer al cuarto nivel. El día 8 llegó un gran trailer desde Monterrey con diez toneladas de varilla para la capilla.
"El 1° de septiembre fue vaciada la primera parte del techo por seis albañiles y los Novicios: 15 toneladas de material, 90 sacos de cemento, desde las 8:30 a las 2:00 de la tarde. A mediados de febrero de 1966 llegan los ventanales desde "Encarnación de Díaz", se termina la colocación del piso de granito, la puerta de entrada con duelas de barcino y marco de mezquite. La profesión de primeros votos el 6 de abril, será al mismo tiempo la ceremonia de inauguración de la capilla".
"El domingo 8 de mayo Monseñor Francisco Javier Nuño consagró el altar de nuestra capilla; en él depositó la cajita dorada con dos partículas de las reliquias de los santos Mártires Felicitas y Adeodati; rodeo la cajita con un listón rojo, selló las puntas del listón con lacre y el sello de sus armas, y clausuró la tapita del sepulcro con cemento blanco; bendito".
"El día 28 de abril de 1964 empezamos la obra cuyo resultado será la Gruta de la Santísima Virgen de Lourdes. Terraplenar, abrir zanjas y hasta realizar una maqueta. Al día siguiente, con Don Severo, maestro albañil, trabajamos en colocar las primeras piedras afianzadas con tepetate, calhidra y tierra; esos serán los pobres materiales de construcción, pero amasados con algo de sudor y, sobre todo, con gran amor mariano".
"Los Novicios trabajarán solamente durante los empleos y los trabajos de la tarde. Esperamos que antes de terminar mayo, podamos inaugurarla. Efectivamente, el sábado 23 por la noche, con el rezo de las letanías y entre cantos coreados con toda el alma, aunque no esté concluido sino el nicho y todo lo demás por terminarse, tuvo lugar la ceremonia".
"Dios te salve, María, ¡Yo te bendigo por habernos ayudado a realizar este sencillo monumento! Desde este día vamos a despedir el día, hasta terminar el mes, entre cantos y rezo de las letanías. Nuestra estatua es de cuarenta centímetros, en espera de conseguir la de un metro treinta; pero ésta presidió la colocación de la primera piedra y, nos ha acompañado ya nueve meses, que hemos pasado de noviciado".
"El día 30 terminamos la gruta y, en la noche, el cántico de "Prends mon coeur, le violà Vierge ma bonne Mère.", volvió a consagrar a tan excelsa Madre todo nuestro ser. Y así, nos despedimos también de este mes de María".
El sábado 16 de noviembre el R.H. Visitador General Bautista Fernando develó la estatua de Nuestra Señora de Lourdes, debido a las diligencias del Hermano Alfredo Sánchez Navarrete quien la encontró en Monterrey. Como tenía que sufrir toda clase de embates de la intemperie, era de marmolina, también el Hermano Alfredo buscó al padrino, que resultó ser el Director del Instituto Regiomontano, quien pagó los $800.00. Su instalación fue laboriosa, pues pesa casi cien kilos. Mide 1.25 de altura.
El "Histórico" está plagado de acontecimientos en esta línea material, a favor de mil iniciativas que se orientan hacia la vida espiritual:
"El 28 de septiembre de 1965, terminación del colado de la capilla bajo la lluvia que llegó a empaparlo todo, pero sin grandes contratiempos, salvo el diente de uno de los Novicios".
"En agosto iniciamos los vitrales de la capilla, tomando como modelo los de la Iglesia de San José Obrero de Monterrey: botellas cortadas en franjas y pegadas al vidrio,' el costo es más o menos $400.00 por metro cuadrado".
EL HERMANO BERNARDO COMO FORMADOR EN EL NOVICIADO DE LAGOS
Los once años en que desempeñará esta delicada función inician en 1963 guiados por una doctrina y praxis tres veces centenaria; pudo el Hermano Bernardo seguir el carril trazado por él mismo, desde los lejanos años de su Noviciado.
Pronto, sin embargo, soplaron vientos que señalaron rumbos novedosos, no contrarios, pero llenos de zozobra y, que en el espíritu entero, fiel, tradicional del Hermano Bernardo produjeron una actitud alerta y un proceder prudente. Supo llevar a cabo un cambio lento y obediente, sin confundir fidelidad con rigidez.
El Vaticano II y el 39° Capítulo General asumieron los cambios que los tiempos requerían y, cuya hondura, necesitará mucho tiempo para ser asimilados correctamente; no hubo pedagogía en los cambios, el cambio tuvo que asumirse, ya se había hecho y no quedaba más remedio que brincar hacia la orilla antes que el abismo profundo se siguiera ahondando y ensanchando entre el ayer y el hoy.
En cuanto a la formación, se tomaron serias providencias, al frente personalidades sencillamente excepcionales, teniendo que lamentar que no se les brindó el apoyo y la beligerancia exigidos por un asunto esencial como el que nos ocupa.
El 39° Capítulo General estipuló en el Libro de Gobierno bases firmes y claras. Llama la atención (capítulo XV, número 3) la prudencia y la apertura al mismo tiempo, ante la necesidad de "experimentar", al decir que se realicen "experiencias suficientes y prudentes", "maduramente preparadas", "aprobadas por la autoridad competente", "bien comprendidas por los interesados" y "evaluadas".
Diez años más tarde el 40° Capítulo General ofrece un buen documento sobre la Formación y, en 1983, sale la circular 418 de la que se inspirará la Regla actual en los tópicos de formación y que dio origen a "La Guía de Formación".
Como las dos primeras sesiones del CIL versaron sobre la formación, el Distrito tuvo mucho cuidado en enviar personas conspicuas para seguir ambas sesiones. De ellos recibimos muchos informes, sugerencias, documentos.
El Capítulo de Distrito en su segunda sesión, refleja la riqueza de las ideas en que nos movíamos acerca de punto tan prioritario; así es como define la formación, sus objetivos y medios:
"Se entiende por formación un proceso por el cual la persona descubre valores; se sitúa ante ellos, opta libremente por ellos; los interioriza y responde con formas de conducta acordes a estos valores en las situaciones concretas del diario vivir".
Los diez objetivos que se señalan son valores terminales e instrumentales: la Persona de Cristo, la plena realización de la persona, el seguimiento de Cristo, el Instituto es Iglesia en la originalidad del carisma de De La Salle, la Consagración religiosa, la Comunidad, la Misión, actitudes ante el cambio.
Cabe mencionar que se estudió la Formación en sesiones solemnes, como la que tuvo lugar en Cuernavaca para toda la Asistencia, con el Hermano Michel Sauvage como animador y conductor y que reunió a Visitadores y Formadores de los siete Distritos.
Los días 8,9,10 y 11 de septiembre de 1968, dice el Hermano Bernardo en el "Histórico" del Noviciado: "hubo un pequeño congreso en Cuernavaca para los Hermanos Directores de las casas de formación y Visitadores de la Asistencia. Los Hermanos Asistentes Michel Sauvage y Rafael Martínez lo presidieron. El Hermano Director tuvo que asistir para orientarse y ponerse al día en lo de la formación y, tratar de hallar rumbos nuevos".
"Vino a visitarnos el día 13 el Hermano Asistente Michel Sauvage y a dirigirnos la palabra en una larga conferencia de tres cuartos de hora, sobre lo que es la "vida religiosa" resumiéndola en cinco puntos. Fue muy gustada a pesar de cierta dificultad en entender su castellano, en el que hace muchos adelantos".
Para ver actuar al Hermano Bernardo, no hay más que hojear el "Histórico" y ver los aspectos que consideró necesarios en la base del Noviciado. Un punto es claro: por lo mismo, la importancia de los estudios bíblicos, dogmáticos, históricos del Fundador y de la historia del Instituto.
La excelente rutina se menciona a la largo del "Histórico": cuatro días de exámenes, solemne resultado cada semestre. Fuera de este ritmo, dos veces al año los exámenes de "Dogma". Por desgracia se trata de estudios de memoria sobre manuales; Colección, Catecismo, Votos, Dogma, Regla; pocos exámenes sobre cursos, a no ser las Conferencias y el Francés.
Las vivencias completan en cierta forma, este aspecto que, ahora, se nos presenta raquítico por estar limitado al autodidactismo y a la memorización. Se trata de vivencias formativas, que esas sí son muy ricas en la vida del Noviciado.
El Hermano Bernardo, aunque muy convencido del recogimiento y soledad del Noviciado, no lo aísla; el "Histórico" relata con fruición: las reuniones con el Noviciado Menor que está en León; con los Hermanos de esa ciudad y de San Juan de los Lagos; propició juegos contra Vicentinos, Mercedarios, equipos de Lagos; propicia contacto con las familias de los Novicios. Los Superiores son recibidos con respeto y cordialidad; el Hermano Antonio M. Lozano; con veneración, pasan por el Noviciado Hermanos conspicuos a sustentar conferencias, charlas, informes. Varios miembros del Clero diocesano tienen un lugar de privilegio.
La comunidad tiene sus vacaciones, juegos, paseos, proyectos de trabajo, que por el estado inconcluso del edificio propicia el Hermano Bernardo, aun así, pudo pintar el Noviciado, cubrir con cantera los corredores, pavimentar la terraza del segundo nivel, dar un empuje al arreglo de los jardines. Las vacaciones eran dos veces por año, con l'5 días cada una.
La vivencia de oración es con mucho, la que resalta primero, hay que destacar el régimen diario y rigurosamente periódico de la oración, durante este "periodo de experiencia privilegiada"; una hora en la mañana, media hora al final de la mañana, media hora en la tarde y media hora de lectura espiritual, la Misa, el Rosario y la oración de la noche.
Periódicamente se tiene un retiro mensual, día de confesión semanal, y los imprescindibles retiros de ocho días para toma de Hábito y Profesión; es decir, dos retiros anuales. La Semana Santa totalmente dedicada a los grandes misterios de la "Pasión, Muerte y Resurrección" del Señor.
Agrégase la pléyade de fiestas religiosas durante el año, todas celebradas con intensidad y varias, Santo Fundador, Inmaculada; los 25 de cada mes, con su novena respectiva.
Realmente, el Noviciado organizado, presidido y acompañado por el Hermano Bernardo, se distinguió por eso que llamará el 39° Capítulo General, las "Dimensiones Constitutivas": la "Dimensión Apostólica" muy reducida, pues paulatinamente se incrementó y muy tardíamente, pero las otras dos, Consagración y Comunidad con espléndidas vivencias.
Algo que llama la atención al hojear el "Histórico", es la mención indefectible de las salidas que se produjeron durante el Noviciado. No se sabe que admirar más, si la necesidad de consignar las bajas siempre penosas, o la caridad con que se refiere a los motivos de la salida, su gran comprensión, o la fortaleza con que las asume, sabiendo que le producen siempre un gran dolor y hasta depresión.
Treinta bajas tuvieron en los once años en que dirigió al Noviciado sobre 110 entradas: ocho durante el Postulantado, dieciséis en el primer curso del Noviciado y seis en el segundo. Lo que indica una selección correcta debido a la libertad de opción.
La edad de ingreso al Noviciado seguía siendo más bien corta; basta con ver el álbum para notar las caras en general de muchachos muy jóvenes. Las limitaciones en la comprensión de los cambios, fue fatal en muchos casos, produciéndose bajas tanto en el Escolasticado como en los primeros años de comunidad. Además, hubo incomprensiones con los directivos del Escolasticado.
Otra impresión que deja la lectura del "Histórico" es que, a partir de las grandes orientaciones para renovar la Formación, el Hermano Bernardo fue sumamente dócil; no se registran por estos cambios, mayores salidas; fueron más o menos tres por año salvo en el de 1967 al que corresponden seis.
Se diría que se siente un aire de libertad al leer, por ejemplo, el relato de los cursos dados en el Noviciado: pláticas sobre renovación, semanas de Biblia, de espiritualidad, de relaciones humanas, de Tierra Santa, etc. Cuando fueron impartidas en el Noviciado Franciscano, de Zacatecas, incluso con asistencia de las Clarisas. Esto data de 1970 en adelante.
Detecta apertura al referirse a eventos, como tres Convenciones del Club San Benildo, ayuda al Aspirantado en "El Izote" y en "La Asunción Malacatepec" en no menos de cinco circunstancias, y por períodos largos. Cuando tardíamente se funda el primer centro catequístico en la Isla, se nota su gusto en los palpables resultados de apertura, hasta en la asistencia a tamaladas o festejos de esas buenísimas personas.
Algo que le agobia, es la multiplicidad de experiencias mal llevadas cuyo relato le llega; más que la multiplicidad, es que apenas se ha realizado una, se abandona y se inicia otra.
Me ocurre una serie de reflexiones sobre el Noviciado regenteado por el Hermano Bernardo:
La edad promedio de los sujetos que él recibió los cinco primeros años, fue de los clásicos 16 que se acostumbraba entonces, salvo excepciones; luego del año 1968 en adelante, vinieron de 17 años. También con excepciones. Todos pasaron directamente del Noviciado Menor, salvo 14 que vinieron más o menos a probar, habiéndose quedado varios de tres a medio año; de ellos perseveran tres, uno de los cuales murió en el Instituto.
Esa corta edad y procedencia del Noviciado Menor, aseguró grupos muy sanos y pasados por el filtro del Aspirantado, por lo que no he encontrado casos de graves fallas que hubieran merecido su retiro.
El Hermano Bernardo fue un convencido de la caracterología y, su conocimiento de los novicios tenía fuertes fundamentos en ella, además del seguimiento bastante cercano que ejerció sobre los grupos que le tocó formar.
La perseverancia que en este momento se registra de esos 110 Novicios suyos, si quitamos los treinta que se dieron de baja durante su Postulantado o su Noviciado, es de 21%, pero hay que ver el valor religioso, humano y profesional, de quienes viven en este momento animando el Distrito de México Norte y la Delegación de Japón.
RETIRO DE 1965, 30 DE ENERO A 7 DE FEBRERO EN GUADALAJARA
"Aquí estoy en Retiro anual. La necesidad es menor que en el pasado, pues este año ha sido excelente: lejos del mundo, en contacto continuo con almas generosas y puras, con todos los medios para producir la santidad a mi disposición".
"Ese es el medio, pero mis realizaciones, sin embargo, no son tan famosas. Claro, nada serio tengo que reprocharme; pero la velocidad de mi avance espiritual es muy reducida; avanzo en fervor, pero poco a poco".
Sin embargo, cuántos motivos tengo para ser francamente fervoroso:
1. Mi vida pasa con rapidez.
2. ¡Tanto tengo que expiar!
3. Mi actual responsabilidad exige una santidad auténtica.
4. Estas almas tan hermosas ansían un alimento sustancioso, necesitan un potente motor que las lance hacía las alturas espirituales, piden mayor fuerza que las sostenga.
5. Debo interceder por las obras del Distrito y las vocaciones.
6. Jesús me pide, me suplica, me implora que tenga más santidad.
7. Mi alma está sedienta de amor por Jesús Sacramentado y por María.
"Vuelvo, en efecto, a experimentar de nuevo esa sed de santidad que, en otro tiempo, en la primavera de mi Vida, me consumía de llegar a ser santo".
"Esas llamadas deben ser escuchadas; no puedo fingir sordera, no te dejaré esperando; te lo prometo, ¡Oh, Buen Maestro!".
"Tengo que notar también, porque lo acabo de descubrir, que muy pocos de mis afectos son totalmente puros: ¡no amo en ellos solamente a Dios y únicamente para Dios!".
"Hay demasiada mezcla de mí en ese afecto. ¡Es difícil seleccionar, separar, el grano puro, de los puros afectos humanos en esta mixtura incolora e insípida del cariño a mis Novicios, a mis antiguas amistades, a mis conocidos, a mis mismos familiares!".
"Mi trabajo fue bueno durante el año: los Novicios lograron en general, un excelente trabajo. Mi entrega a ellos, fue con ardor y desinterés; que hice que fuera por amor a Jesús. No acerté ciertamente del todo, pero puse toda mi buena voluntad".
"Examinando un poco profundamente mi trabajo, encuentro:
Conferencias: Bien, sin duda, pero a veces sin preparación o con muy poca preparación.
Oración: poner más organización y orden; nunca faltar en este punto.
Cuenta de conducta: preguntar sobre la salud al inicio, invariablemente. Soy muy irregular e inconstante, a veces la realizo cada tres semanas, siendo que debe ser quincenal. En cuanto a la forma de llevarla a cabo, creo que muy bien: dejo todo el tiempo que el interlocutor desea, con atención de mi parte, también con bondad afectuosa y espíritu sobrenatural. Exigirles, tal vez, más esfuerzo, no contentándome con la teoría o especulación. Debo señalar un orden semanal y luego, ser muy fiel en seguirlo, sobre todo que no son más que once Novicios.
Vigilancia: creo que la ejerzo bien, siempre he estado presente con ellos en el Noviciado: juegos, trabajos, paseos. Realizarla en espíritu de apostolado y de sacrificio. En los estudios, mezclarme con ellos e igualmente en la lectura espiritual.
Silencio: continuar con la lucha por lograrlo, para que lo guarden fielmente. Vida de oración de ellos: la he realizado a través de novenas, intenciones, visita de las once de la mañana, meditaciones, insistencia sobre postura, respeto, atención, pausas y tono. Continuar así.
Insistir sobre las visitas al Santísimo Sacramento y las oraciones jaculatorias. Obtener de ellos un mínimo de veinticinco oraciones jaculatorias diarias y bien hechas. Pero yo, debo ser el primero.
Vida de sacrificio: he insistido mucho en este punto, pero debo obtener siempre mejores resultados: silencio, posturas, penitencias públicas, penitencia en los afectos. Marcarlos con la necesidad y el gusto de la mortificación.
El estudio, el esfuerzo sostenido, son poderosos medios para lograrlo y sostenerlo".
UNA CARTA CUYA CONTESTACIÓN IGNORAMOS, PERO SUPONEMOS
Roma, Casa Generalicia
R, H. Bernardo Alfonso Grousset. Lagos de Moreno, Jalisco.
Muy estimado Hermano Bernardo Alfonso:
5 de mayo de 1970
Tal vez al recibir estas líneas habrá recibido un telefonema del H. Visitador José Cervantes y le haya quitado algunos minutos de sueño. El año pasado, al presentar todos los asistentes los nombres posibles de candidatos para la Casa Generalicia, me permití poner el suyo en primer término(..) Lo hice en espíritu de colaboración con la persona del Hermano Superior(..) Soy de los que creen todavía que la manifestación del superior es un camino que Dios indica. (..).
Estos días, antes de separarnos de nuestra sesión de estudio, (..) volvió a tomarse en consideración la lista antes dada(..) Nuevamente salió uno de mis candidatos que es el Hermano Bernard Alphonse Grousset. Para mí ha sido casi una humillación que tal vez no sea preciso pedirle ni siquiera el sacrificio de tres años, sino solamente un año o el tiempo necesario para lograr ofrecer a los Hermanos de la Casa Generalicia el respaldo de un hombre que no tenga un pasado como identificado con alguno de los grupos que tradicionalmente han manejado las cosas de la casa.
Qué se pide:
1. Alguien que esté en contacto con los Hermanos en cuanto a religiosos que necesitan ser escuchados habitualmente.
2. Este alguien presidiría la transformación de ciertos modos de proceder que pudieran haberse establecido en ausencia de autoridad, durante año y medio.
3. El nuevo Hermano Director podría comenzar al final de las vacaciones de este verano, tomar el tiempo necesario para guiar suavemente las cosas y, mientras tanto, darnos oportunidad de preparar "sur place" un sustituto para más largo tiempo. (..)
Espero su contestación que sería para todos un alivio.
Su Hermano en Jesús y María
Rafael Martínez, Asistente.
EL HNO. BERNARDO DEJA EL NOVICIADO DE LAGOS
Aunque sesenta y seis años sea una edad respetable, el Hermano Bernardo estaba lleno de vigor y hubiera podido continuar hasta completar dos sexenios como Maestro de Novicios.
La salud, sin embargo, sufrió serios achaques, sobre todo de la vista, la primera intervención quirúrgica para extirpar una catarata tuvo cabal éxito; no así cuando en el segundo ojo se le practicó semejante operación.
Además de otras dolencias que exigieron hospitalización, la aparición de una úlcera gástrica vino a revelar que el cargo era ya muy pesado para él; revelaba contrariedad interna muy fuerte, pero no manifestada, por su misma paciencia y bondad.
No diremos que sus Novicios de entonces eran precisamente unos angelitos, pues ya los tiempos habían felizmente cambiando y, no se trataba de grupos como los anteriores, de corta edad, ingresados al Noviciado pasando por el Aspirantado. Ya había entre ellos gallos quemados que, en el concepto de su Director, eran aceptados con reservas.
Este punto era ambivalente para el Hermano Bernardo: en- alguna parte escribió su decepción por la perseverancia de los que entraban ya de mayor edad; pero, más tarde y sobre todo, después de registrar excelentes resultados con algunos de ellos, deplora que en tal grupo no haya tenido elementos mayores.
Sea lo que sea, el fumar y otras libertades, le hacían sufrir profundamente. La falta de vista, mas no de olfato, unida también a conductas no del todo leales, era una cruz muy pesada. "Once años al frente del Noviciado, me tienen enmohecido", expresó.
Coincidencia hermosa: en 1974 celebraba cincuenta años de su Toma de Hábito; la noche del relevo corno Director, después de vigilar que la leche bronca que se consumía en el Noviciado hubiera terminado su tercer hervor, tomó el autobús hacia la Capital y días después, volaba a Europa.
Gozó la indecible dicha de visitar su Noviciado de Hal, reunirse con varios supervivientes de su grupo; se arrodilló en el mismo lugar de la capilla de Buzenval que ocupó de Novicio Menor, contempló los viejos muros del Aspirantado de Vals.
La visita familiar al "terruño" de Tence lo rodeó del cariño de sus hermanos: los nueve juntos y, una cantidad no pequeña de sobrinos, sobrinas, sobrinos nietos, sobrinas nietas, que prodigaron su cariño al tío queridísimo. Breve, aunque de un mes, fue su descanso.