Decidí adentrarme en el volcán Tromen que queda en Neuquén, Más allá del riesgo
que implicaba escalar todo eso y la peligrosidad del magma y la lava. Por suerte me acompañaba mi tío Javier y mi hermano Teo, además de contar con las herramientas y los alimentos. Así que fue ahí donde juntamos fuerzas y decidimos entrar de una vez.
Bajamos con una soga y llevamos unos picos de piedra para minar. Tras una hora y varios kilómetros bajados no vimos más que piedras sólidas, por lo que asumimos que todavía no habíamos pasado la litosfera, pero hicimos el cálculo de que ya habíamos recorrido 80 km, por lo que nos faltaban 20 km para la siguiente capa de la tierra, donde seguramente tendríamos más calor. El manto ya sabíamos que nos iba a costar mucho pasarlo porque es la capa más ancha de todas y hace mucho calor debido al magma. Con la transpiración que estábamos teniendo por el calor que hacia, seguimos bajando. El magma no nos iba a detener. Así llegamos finalmente al núcleo. Allí nos dimos cuenta que se divide en dos partes el núcleo interno y en el externo. En el núcleo externo lo que vimos es que está integrada toda por magma, mientras que el interno es una esfera sólida y tan caliente que no nos pudimos acercar. Apenas pudimos mirarlo, Pero así y todo llegamos al centro de la tierra. Ahora es momento de volver a casa.
fin.