La infraestructura de la escuela es precaria, ya que los niños estudian en módulos, la mayoría de los cuales son de madera. Los techos en mal estado filtran agua, lo que agrava la situación en un lugar donde llueve mucho. Además, la falta de ventiladores aumenta el riesgo de deshidratación en un clima caluroso.

Hace 5 años, un huayco destruyó el cerco perimétrico de la escuela. Con esfuerzo y colectas, los padres instalaron un cerco de esterilla, trabajando ellos mismos. Pidieron apoyo al Estado y a la Municipalidad para su reconstrucciòn pero no tuvieron respuesta. Con el tiempo, este cerco se deterioró, dejando a la escuela desprotegida.

La escuela enfrenta una grave falta de mobiliario y materiales educativos. Los niños no tienen suficientes escritorios, sillas, material didáctico ni libros en buen estado para aprender adecuadamente. A pesar de los esfuerzos de los padres y la directora, no han recibido apoyo para cubrir estas necesidades esenciales.