Un desfibrilador para el

IES José Saramago

Soy Isabel Sanzo, soy enfermera desde hace más de 20 años y mi dilatada experiencia me ha hecho comprender que existe una delgada línea entre la vida y la muerte y que, a veces, desgraciadamente, no podemos evitar que los pacientes pasen esa línea, pero que otras veces sí; y algo que podemos hacer tanto seamos o no sanitarios es formarnos en PRIMEROS AUXILIOS.

Por eso, este año el IES José Saramago y el AMPA han puesto un granito de arena en esta lucha para salvar vidas y han realizado una serie de actividades para contribuir a lograr este objetivo:

  • Formación en PRIMEROS AUXILIOS para alumnos de 3º y 4º de la ESO (semana cultural).
  • Conseguir un DEA (desfibrilador externo automático), aparato esencial para la RCP (Reanimación Cardio Pulmonar).

Formación de profesores como PRIMEROS INTERVINIENTES en PRIMEROS AUXILIOS y entrenamiento en el uso del DESA.

NOCIONES IMPORTANTES SOBRE PRIMEROS AUXILIOS Y DESFIBRILADOR

La parada cardiorrespiratoria (PCR) es la situación clínica de cese de circulación y respiración de una persona de forma brusca, inesperada y potencialmente reversible. Si no se revierte desemboca inevitablemente en la muerte, y esto suele pasar fuera del ámbito hospitalario.

Todos tenemos que estar preparados para actuar adecuadamente ante una situación de emergencia, que podemos encontrarnos en cualquier momento y en cualquier lugar, y con una formación básica todos podemos salvar una vida.

La cadena de supervivencia resume las estrategias a realizar en la asistencia a una parada cardiorespiratoria (PCR). Está formada por 5 eslabones secuenciales interrelacionados entre sí:

1. Identificación de PCR y activar el sistema de emergencias

2. Reanimación cardiopulmonar (RCP) básica precoz

3. Desfibrilación precoz

4. RCP avanzada

5. Cuidados hospitalarios

Lo que pretendemos con estos talleres es actuar sobre los 3 primeros eslabones de la cadena, o sea, lo más importante está en nuestras manos.

El ataque cardíaco puede causar la muerte de una manera repentina e inesperada, y la causa más común de un ataque cardíaco es la fibrilación ventricular (85% de las paradas cardiorrespiratorias).

La única manera de hacer que un corazón vuelva a latir con su ritmo normal es mediante una descarga eléctrica (desfibrilación).

La desfibrilación debe realizarse tan pronto como sea posible después de que la víctima haya sufrido un ataque al corazón.

Estudios publicados han demostrado que la desfibrilación precoz, en los primeros minutos tras un ataque cardíaco, puede salvar hasta un 30 por ciento de las víctimas.

Cada minuto que pasa antes de la primera descarga, reduce un 10 por ciento las probabilidades de supervivencia del individuo.

El tiempo medio de respuesta del equipo médico (ambulancia) es de mas de 10 minutos.

Los desfibriladores externos automáticos (DEA) son unos dispositivos informáticos, sofisticados, seguros, fiables y muy fáciles de usar. Analizan la condición de las víctimas y, solamente si es necesario, realiza una descarga eléctrica para conseguir revertir la fibrilación ventricular. El margen de error es 0.

Los mejores resultados de la fibrilación ventricular se logran cuando se desfibrila antes de los 5 minutos.

La parada cardiorrespiratoria por fibrilación ventricular es la primera causa de mortalidad en España, se producen más de 24.000 paradas anuales (aproximadamente una cada 20 minutos), superado ampliamente a la causada por los accidentes de tráfico.

Por este motivo, deberíamos poder acceder a un DEA en todos los lugares que sea posible y entrenar a la población en general para que pueda realizar técnicas de reanimación cardiopulmonar y desfibrilación precoz.

Queremos que nuestro Instituto sea un lugar CARDIOPROTEGIDO, osea, que disponga de los medios materiales (desfibrilador) y personal debidamente entrenado para la atención inicial de la parada cardiorrespiratoria.