Bien, pues la teoría no concuerda con esto.

Todos en The Unknown están muertos, aunque no del todo.

¿CÓMO?

Sí, muertos. Los hermanos consiguen despertar, como se muestra en el último capítulo, pero no de estar inconscientes, sino de estar muertos.

Al golpearse en la cabeza fallecen, pero no van ni al cielo ni al infierno, sino al LIMBO. Ese lugar en el que se quedan las almas de aquellos que han dejado algún asunto sin resolver en su vida terrenal o no tienen asimilada su muerte, por lo que querrían volver para confrontar este hecho, y principalmente, de niños que no han cometido pecados pero no están bautizados, por lo que no están perdonados del todo. (Según la religión cristiana)

Llegan a un bosque, se encuentran perdidos, pero ¿Cómo es que no saben qué hacen ahí y cómo llegaron?

Se encuentran con el leñador, dándoles la bienvenida a The Unknown, y diciéndoles que andan más perdidos de lo que piensan, lo que quiere decir que no saben que están muriendo. Éste les habla de la bestia que se lleva las almas para hacerlas parte del bosque, por lo que, la bestia es, la muerte de la esperanza.

En el capítulo de los esqueletos con cabezas de calabazas, hay una calabaza que durante la reunión, les dice a los chicos: ¿No estás aquí un poco pronto? Todavía no estás listo para unirte.

Esto es un hecho importante, pues, la calabaza, al ver que son niños todavía, verá que no les ha llegado todavía la hora de morir. A parte de que al final del capítulo, Enoch, les dice que si están seguros de que quieren irse. Ellos asienten, a lo que Enoch responde: Bueno, ya se unirán algún día, es decir, que morir, van a morir, por lo que tendrán que ir de una u otra forma. ¿De qué otra forma se podría interpretar si no?

En el episodio cinco se nos presenta al personaje de Quincy Endicott, un señor algo mayor que tiene una mansión. La trama de este episodio en sí no es la cuestión, si no que en el capítulo nueve, en el que se nos desvela qué pasó antes de llegar al bosque, es decir, la fiesta de Halloween y su huida de la policía, al llegar al cementerio, Greg por un momento se esconde detrás de una lápida que...

Tiene escrito el nombre de Quincy. Nuestro Quincy Endicott. ¿Puede ser más obvio?

Ya para finalizar, en el episodio ocho, Wirt y Greg, estarían a punto de morir definitivamente ahogados, pues se quedan dormidos en el limbo (el bosque) dando a entender que sus almas ya están listas para descansar. Al quedarse dormidos, Greg es visitado por unos angelitos, que pueden ser entendidos como los demás niños muertos, llevándole a Greg a un lugar en las nubes. El paraíso. Allí una reina le dice que le concederá un deseo. Él pide que quiere volver a casa y la reina le dice que lo hará, pero sin Wirt, pues él ya está prácticamente en manos de la bestia. Greg se niega, y le pide a la reina que como deseo que vuelva para intentar salvar a su hermano.

Aquí podemos observar el gran acto que hizo Greg. Sacrificar su entrada al paraíso para salvar el alma de su hermano. Así Greg quedaría en manos de la bestia.

Al despertar Wirt con la familia de Beatrice, la madre de ésta le dice que no podrá salvarlo si muere, a lo que Wirt responde: Jamás lo ayudé estando vivo...

Obviamente lo consigue y aquí nos damos cuenta de la causa de su estancia en el limbo. No aceptaba su ser, y culpaba a Greg como origen de sus desgracias. Por el contrario Greg estaba allí para ayudarle a darse cuenta a Wirt de ese hecho.