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Entre el bien y el mal en la reflexión ética
Entre el bien y el mal en la reflexión ética
A lo largo del tercer trimestre hemos seguido trabajando en la tercera situación de aprendizaje, titulada: “¿Qué nos hace ser humanos?”. Por otra parte, también hemos trabajado la cuarta y última SA, titulada: “¿Por qué tenemos ética?”.
CONOCIMIENTOS Y DESTREZAS
Con el objetivo de interiorizar los conceptos aprendidos en la SA3, realizamos un debate en clase por grupos. Cada grupo defendía una perspectiva asignada, entre las que se encontraban: la antropología aristotélica, la antropología cartesiana, la antropología filosófica de Hannah Arendt, la antropología platónica y la antropología filosófica de Simone de Beauvoir.
En el caso de mi grupo, defendíamos la perspectiva de Simone de Beauvoir. Tras analizar detenidamente su perspectiva, he aprendido a comprender el concepto de ser humano desde una perspectiva existencialista y feminista. Según Beauvoir, la identidad no es fija, sino que se construye a lo largo de la vida. Entiendo mejor cómo el contexto social y cultural influye en las personas. Además, he desarrollado la capacidad de reflexionar sobre conceptos como libertad, responsabilidad y desigualdad. Estas destrezas me ayudan a pensar de forma crítica y a cuestionar lo que se da por supuesto.
INTERESES Y NUEVOS INTERROGANTES
Me ha interesado mucho cómo Simone de Beauvoir conecta la filosofía con la vida real. Especialmente su frase “no se nace mujer, se llega a serlo” me hizo reflexionar. Me llamó la atención cómo el género es una construcción social. Esto me hizo pensar en cuántas ideas aceptamos sin cuestionarlas. Me surgieron preguntas como: ¿Hasta qué punto somos libres si estamos condicionados por la sociedad? ¿Cómo influye la tecnología en la forma en que nos definimos como humanos? ¿Qué papel tiene la educación en nuestra construcción como personas?
Considero que, aunque estamos condicionados por el entorno social, podemos ganar libertad si desarrollamos una mirada crítica y consciente. Por otro lado, pienso que la tecnología también influye mucho en cómo nos definimos como humanos, ya que transforma nuestras relaciones y nuestra percepción del mundo. En cuanto a la educación, considero que tiene un papel fundamental en nuestra construcción personal, porque moldea nuestros valores, ideas y decisiones.
Estas preguntas son importantes porque hoy en día se discuten temas como la identidad de género, los roles sociales y el impacto de la inteligencia artificial. Considero que reflexionar sobre ellas puede ayudarnos a vivir siendo más conscientes.
SABERES BÁSICOS Y DESTREZAS A MEJORAR
Lo que más me ha costado ha sido comparar la perspectiva de Simone de Beauvoir con las de otros filósofos como Aristóteles, Platón, Descartes o Hannah Arendt. Me cuesta ver con claridad las diferencias y semejanzas entre estas teorías para poder defender bien la mía. A veces no sé cómo argumentar por qué la visión de Beauvoir me parece más completa o actual. Me resulta difícil conectar cada perspectiva con ejemplos concretos o con la realidad actual. Además, me cuesta intervenir en los debates orales, ya que me pongo nerviosa cuando tengo que hablar delante de toda la clase y eso hace que no pueda expresar bien mis ideas. Siento que tengo cosas que decir, pero los nervios me bloquean.
Para mejorar, puedo repasar las ideas principales de cada autor con esquemas comparativos. También puedo practicar en casa cómo explicar mi postura en voz alta, o escribir mis ideas antes de compartirlas. Con práctica, podré defender mejor mis argumentos y participar con más seguridad en los debates.
CONOCIMIENTOS Y DESTREZAS APRENDIDOS
Durante esta SA hemos profundizado en la ética teleológica de Aristóteles y la ética deontológica de Immanuel Kant.
La ética aristotélica es una ética teleológica. Esto significa que toda acción humana tiene un objetivo determinado. Ese fin último es la felicidad (eudaimonía), que se alcanza a través de la práctica de la virtud.
La virtud es un hábito que hace que una persona tienda a comportarse de manera correcta y justa. Aristóteles sostiene que la virtud se encuentra en el término medio entre dos extremos: el exceso y el defecto.
Para lograr vivir virtuosamente, es necesaria la prudencia, una capacidad racional que permite deliberar bien sobre lo que nos conduce a una buena vida. La ética, para Aristóteles, no se basa solo en reglas, sino en el desarrollo del carácter.
La felicidad no es un placer momentáneo, sino una vida buena guiada por la razón y la virtud. Por eso, su forma de entender la ética es útil para la vida diaria y está orientada a lograr el fin supremo del ser humano, que es vivir bien.
Por otra parte, la ética kantiana es una ética del deber, no del fin. Su principio central es el imperativo categórico, que manda actuar según una máxima que pueda valer como ley universal. No se actúa por interés, sino por respeto a la ley moral.
Para Kant, la voluntad es buena cuando se guía por el deber, no por inclinaciones. Aquí la clave es la autonomía: el sujeto se da a sí mismo la ley moral mediante el uso de la razón. Cuando uno actúa por influencias externas, hay heteronomía y, en consecuencia, no hay verdadera moralidad.
La libertad es la capacidad de actuar según principios racionales, no según deseos. Eso nos hace responsables. La moral kantiana se basa en la responsabilidad, el respeto y la dignidad de cada ser humano como fin en sí mismo.
El imperativo hipotético solo tiene validez práctica, pero el imperativo categórico es universal y necesario. Esta ética se basa en la universalidad, la coherencia racional y el respeto a los demás.
INTERESES Y NUEVOS INTERROGANTES
Me interesa la diferencia entre actuar por hábito (como propone Aristóteles) y actuar por deber (como dice Kant). Me pregunto cuál de los dos modelos puede guiar mejor las decisiones en un mundo con dilemas morales complejos. También me interesa saber si es posible combinar ambas visiones. ¿Puede una persona ser virtuosa y, a la vez, actuar por respeto a la ley moral?
Considero que una persona sí puede ser virtuosa y, al mismo tiempo, actuar por respeto a la ley moral. La virtud, según Aristóteles, se basa en formar buenos hábitos y actuar con equilibrio, mientras que, para Kant, lo importante es actuar por deber, guiado por la razón. Ambas cosas pueden unirse si alguien desarrolla una forma de ser en la que actuar bien se convierte en costumbre, y además, lo hace con conciencia racional y respeto por los demás. En ese caso, la persona no solo actúa bien por hábito, sino también porque sabe qué es lo correcto.
SABERES BÁSICOS Y DESTREZAS A MEJORAR
Aún me cuesta aplicar estos conceptos a situaciones concretas. A veces, confundo términos como autonomía y libertad, o no sé bien cómo identificar una máxima. Para mejorar, puedo hacer más ejercicios prácticos y leer ejemplos aplicados. También sería útil repasar con esquemas y mapas mentales que resuman los conceptos clave.