ambient@ 

Digitalización del sector del agua, factor clave para la sostenibilidad 

Dr. Félix Francés García 

Presidente de la PTEA. Catedrático e investigador en el IIAMA de la UPV 

La sostenibilidad es un concepto que se refiere a la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. El concepto de la sostenibilidad ya aparece en el Principio de la Séptima Generación de los indios iroqueses, según el cual las decisiones que tomamos hoy deben dar lugar a un mundo no degradado hasta siete generaciones en el futuro. 

La sostenibilidad se puede abordar desde diferentes perspectivas:

 ‒ Sostenibilidad ambiental: se refiere a la capacidad de mantener el equilibrio entre los recursos naturales y la actividad humana, para garantizar la protección del medio ambiente y la biodiversidad. 

‒ Sostenibilidad social: se refiere a la capacidad de promover el bienestar social, la justicia y la igualdad, y garantizar el acceso a los recursos y servicios básicos para todas las personas. 

‒ Sostenibilidad económica: se refiere a la capacidad de generar y distribuir riqueza de manera justa y sostenible, garantizando el acceso a oportunidades económicas y la prosperidad a largo plazo.

En realidad, la sostenibilidad busca encontrar un equilibrio entre estas tres perspectivas para garantizar un futuro sostenible para todos. Se trata de un enfoque integral que involucra a gobiernos, empresas y ciudadanos, y que requiere una acción coordinada y a largo plazo para lograr resultados significativos. Y esto incluye un aspecto específico de la actividad humana como es el sector del agua.

El agua es un recurso fundamental para el desarrollo sostenible y juega un papel crucial en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU en su Agenda 2030. En concreto, el ODS número 6, ‘Agua limpia y saneamiento’, se centra en garantizar el acceso universal al agua potable y saneamiento adecuado, así como en mejorar la gestión integrada de los recursos hídricos y la protección de los ecosistemas acuáticos. Este objetivo es esencial para la salud humana, el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental. Además, el agua está también presente de forma transversal en otros objetivos, como el ODS 2 sobre ‘hambre cero’ (ya que el agua es esencial para la producción de alimentos), el ODS 7 sobre ‘energía asequible y no contaminante’ (pues muchas fuentes de energía requieren agua), el ODS 12 sobre ‘producción y consumo responsables’ (ya que el agua es necesaria para la fabricación de bienes y servicios), entre otros. 

Además, la sostenibilidad ha sido un tema importante en la legislación de la Unión Europea (UE) y de España, comenzando con la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible de 2001, y se ha convertido en una prioridad en los últimos años. Algunas de las iniciativas más importantes relacionadas con la sostenibilidad y el Sector del Agua en la legislación europea transpuesta a la española son el Plan de Acción de Economía Circular (2015), el Pacto Verde Europeo (2019), la Estrategia sobre Biodiversidad (2020), la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático (2021) y el Plan de Acción de Contaminación Cero (2021). 


TICs en el sector hídrico 

En la última década se ha dado un impulso gigantesco en la aplicación de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todos los ámbitos de nuestras actividades humanas, lo que también incluye la digitalización del sector del agua. Las tecnologías del agua digital se refieren a la aplicación de las TIC en la planificación, gestión y monitoreo del agua en sentido amplio. Estas tecnologías pueden ser aplicadas en todas las etapas del ciclo del agua y los ecosistemas asociados y en todas sus escalas espaciales (cuenca, ciudad, masa de agua, comunidad de regantes,… incluso usuarios finales). Algunos ejemplos son: la gestión y planificación de sistemas de recursos hídricos a escala de cuenca, la protección medioambiental de una masa de agua superficial o subterránea, los sistemas de alerta de inundaciones, el ciclo urbano del agua (potabilización, distribución y posterior tratamiento de aguas residuales) o las labores agrícolas de riego y fertiirrigación en parcela. 

Para ello, algunas de las tecnologías digitales que se utilizan o se pueden utilizar incluyen (sin ser exhaustivos): 

‒ Sensores (in situ o alojados en drones y satélites) y sistemas de monitoreo que pueden medir y controlar la calidad del agua, la cantidad de agua disponible, el consumo de agua, la presencia de contaminantes o el estado de las infraestructuras hidráulicas.

‒ Sistemas de Información Geográfica, sistemas SCADA, “lagos” y herramientas de minería de datos,… que pueden ayudar a visualizar y analizar la inmensa información ya existente relacionada con el agua y los datos generados por los sistemas anteriores de monitoreo. 

‒ Modelos matemáticos y de inteligencia artificial o incluso gemelos digitales que sirven a los gestores y usuarios para prever con suficiente antelación los efectos de los cambios en el uso del agua, el clima y otros factores que pueden afectar la disponibilidad y calidad del agua, especialmente sus extremos como son las sequías y las inundaciones. 

‒ Tecnologías de automatización y control, que pueden mejorar la eficiencia de los sistemas hidráulicos (desde una presa hasta un gotero de riego), reducir el consumo de energía y agua. 

Por tanto, la digitalización del agua puede contribuir a la sostenibilidad de múltiples maneras, como por ejemplo: 

‒ Mejora de la eficiencia en el uso del agua, midiendo el uso del agua y detectando fugas o pérdidas, lo que puede reducir el consumo de agua y aumentar su eficiencia en el uso 

‒ Reducción de la contaminación, monitoreando la calidad del agua y detectando contaminantes, lo que puede ayudar a prevenir la contaminación y proteger la salud humana y del medio ambiente. 

‒ Mejora de la gestión de recursos hídricos, ayudando a los gestores del agua a tomar decisiones más informadas sobre la gestión de los recursos hídricos, lo que puede ayudar a prevenir la sobreexplotación de los recursos y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. 

‒ Mejora de la transparencia y la participación ciudadana, permitiendo un acceso más fácil a la información y datos relacionados con el agua. Además, las tecnologías digitales pueden fomentar la participación ciudadana y la colaboración en la gestión del agua. 

‒ Reducción de costes y mejora de la sostenibilidad al mejorar la eficiencia en la recolección y análisis de datos, y al reducir el consumo de energía y agua. Esto a su vez, puede mejorar la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas de gestión del agua. 

Las políticas actuales deberían aprovechar mejor el potencial de las soluciones digitales 


Los iroqueses nativos de Norteamérica se llamaban a sí mismos ‘Haudenosaunee’ (gente de la casa comunal). Sus poblados estaban compuestos por grandes casas comunales de madera y vivían bajo el concepto de la sostenibilidad: las decisiones que tomaban hacia 1910 debían dar lugar a un mundo no degradado hasta siete generaciones en el futuro. Derecha: Ah-Weh-Eyu, Pretty Flower, india Sénéca, de la tribu ‘sostenible’ ubicada al sur de Ontario. © Terabithia Stock 

Elegir electrodomésticos que dispongan de una calificación energética de bajo consumo genera importantes ahorros 


Mejoras legislativas 

Es decir, las tecnologías del agua digital buscan mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en la gestión del agua, reducir los costes operativos y mejorar la calidad del agua. Estas tecnologías están transformando la forma en que se gestiona el agua y permiten una gestión más efectiva, eficiente y sostenible del recurso hídrico en los diferentes ámbitos y escalas espaciales. 

Aunque es un tema abordado en multitud de proyectos europeos de I+D+i de forma directa o transversalmente y asumido en muchas empresas y colectivos de nuestro sector, la digitalización del agua no aparece en las directivas actuales europeas sobre el agua, incluyendo las más recientes o recientemente actualizadas, como son las directivas Marco del Agua, Aguas de Baño, Tratamiento de Aguas Urbanas, de Agua de Consumo Humano e Inundaciones. A nivel español, también existe una ausencia del concepto de digitalización, no solamente en las transposiciones de la legislación europea, sino también en la Ley de Aguas, Reglamento de Planificación Hidrológica, Reglamento del Dominio Público Hidráulico, el Plan Nacional DSEAR... Parece como si existiera un desfase temporal entre los avances en el desarrollo tecnológico y su aplicación y la actualización de los marcos normativos en este ámbito y, desafortunadamente, en otros muchos más .

Las políticas actuales deberían aprovechar mejor el potencial de las soluciones digitales. Las deficiencias más comunes están relacionadas con la falta de orientación tecnológica, normas de seguimiento, integración de políticas, normalización y participación pública. Por ejemplo, faltan normativas o al menos directrices a escala de la UE para el monitoreo de la contaminación en tiempo real, que permitan la adopción de soluciones innovadoras. Por tanto hay poca motivación para que las empresas de servicios públicos y otros agentes inviertan en tecnologías de detección y emprendan campañas de vigilancia a gran escala. Podrían extraerse conclusiones similares para las cuestiones urgentes relacionadas con el control de las aguas pluviales, los desbordamientos de los sistemas unitarios de alcantarillado, la calidad de las aguas de baño o el mantenimiento de las infraestructuras. 

Los responsables políticos a nivel de la UE y nacionales establecen el marco y las directrices de las futuras inversiones en función de las cuales, las autoridades y los operadores nacionales y subnacionales (regionales y municipales), toman decisiones y las aplican. Estamos ahora inmersos en un nuevo ciclo de inversiones en el que las decisiones políticas de la UE sí que las han orientado a un proceso de transición digital en el sector del agua. En última instancia, estas inversiones pretenden convertirnos en un líder industrial ecológico, sostenible y resiliente al clima. A medida que las tecnologías de Internet de Próxima Generación se vuelven más asequibles (por ejemplo, Internet de las Cosas - IoT, Blockchain, realidad aumentada...), será mucho más fácil su implementación. Los programas de recuperación de la Covid-19 (los Fondos Next Generation) y la ola de restauración de ecosistemas que impulsará la Estrategia de Biodiversidad, crean un impulso adicional para acelerar la difusión de soluciones digitales para el agua. En este sentido, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de su Dirección General del Agua, ha impulsado la iniciativa ‘Agua Digital’ para promover la digitalización de la gestión del agua en España. Esta iniciativa no afecta a todo el sector, pero sí a una parte sustancial del mismo, ya que pretende la mejora de la gobernanza (actualización de la legislación), la digitalización de los organismos de cuenca y el desarrollo de programas de ayudas a la digitalización en el agua urbana y agrícola. 

La Dirección General del Agua ha impulsado la iniciativa ‘Agua Digital’ para promover la digitalización de la gestión del agua 


Conforme son más baratas el Internet de las Cosas, blockchain, realidad aumentada, etc. aumenta su implementación. Planta de envasado de agua mineral a pie de manantial con sistemas de avanzada digitalización © Terabithia 

La Plataforma Tecnológica Española del Agua promueve la modernización tecnológica y la innovación aplicable al sector del agua 


Plataforma tecnológica del agua  

También las asociaciones relacionadas con la I+D+i del agua se han posicionado respecto tanto la sostenibilidad como la digitalización del sector, como son la International WaterAssociation, WaterEurope y en España la PTEA que presido. La PTEA (Plataforma Tecnológica Española del Agua) es un punto de encuentro de todos los actores con interés en promover la I+D+i, como un factor clave de la modernización tecnológica y de la innovación aplicable al sector del agua. Contamos con una ‘Agenda Estratégica de I+D+i en Agua’ que, en su versión actual, tiene 4 ejes temáticos estratégicos relacionados directamente con la sostenibilidad y/o la digitalización: Acción por el clima, AGUA 4.0 (tecnologías habilitadoras digitales), Economía circular y Ciudades inteligentes.  

A escala europea, a través de nuestra participación en el partenariado Water4All, hemos contribuido al desarrollo de su agenda estratégica en I+D+i. En esta agenda europea hay un tema prioritario dedicado específicamente al agua y la sostenibilidad (Theme III.Waterforthe future: sustainable water management) y la digitalización aparece explícitamente en la mayoría de los subtemas en los que se despliegan los temas prioritarios. En definitiva, por una parte, hay una clara apuesta de los países europeos y de España, Gobiernos y sociedades europeos y españoles por el desarrollo sostenible. Por otra parte, es también clara la utilidad de la digitalización del sector del agua en la sostenibilidad. Sin embargo, aunque los centros tecnológicos, las empresas y las administraciones públicas españolas y europeas ya están desarrollando y aplicando estas tecnologías, lo hacen de una forma no suficientemente acompasada y planificada, por lo que es necesario un impulso legislativo y normativo de armonización en el área de la digitalización del sector del agua. 


Nota de agradecimiento

Escribiendo sobre digitalización, era casi obligado apoyarse en herramientas de inteligencia artificial. Algunas de las frases y conceptos en este artículo han sido obtenidas en diferentes conversaciones con ChatGPT de OpenAI en su versión gratuita, para posteriormente ser corregidas (con frecuencia ChatGPT tiende a estar parcialmente equivocado) y adaptadas a lo largo de este artículo.