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Entrevista

Sara Aagesen

Secretaria de Estado de Energía

Charo BarrosoAmbienta

“El ahorro puede ser puntual, pero la eficiencia energética debe tener recorrido y dar fruto durante mucho tiempo"

Con toda una trayectoria vinculada a la acción por el clima y la transición energética, a Sara Aagesen —la primera mujer que ocupa la Secretaría de Estado de Energía— le recarga las pilas “comprobar cada día que sus hijos son una fuente renovable de sonrisas y energía”, y le quita la energía “la demagogia, la crítica vacía e interesada, la polarización y la inercia”. Si no hubiera sido ingeniera química cree que hubiera estudiado Biológicas, porque es un campo que le apasiona. También le motiva el mundo académico, “dónde está el futuro de la transición”. Por supuesto, verde. “Mi color favorito siempre ha sido, ironías del destino, el verde —afirma—y como personaje histórico me fascina Blas de Lezo porque, taras físicas aparte, se sobrepuso siempre a las adversidades y perseveró cuando lo tenía todo en contra”. Y, precisamente perseverancia, vocación y dedicación es lo que no le falta a esta madrileña en el camino para situar a España como ejemplo a seguir por otros países para alcanzar la neutralidad climática.

Abordamos la Transición Energética a la par que aplicamos instrumentos para la recuperación de una pandemia mundial. ¿Momento complejo o apasionante?

—Las dos cosas. Estamos en unos años marcados por un fenómeno coyuntural, la pandemia, a la que se suma el impacto de la guerra en Ucrania y la crisis energética provocada por el chantaje de Putin donde, además, se superpone otro estructural, la transición energética, que abarca varias décadas. Es un entorno muy complejo, con muchas aristas y oportunidades que exige prestar atención, a corto, medio y largo plazo. También exige dedicación y vocación, es sin duda apasionante y absorbe

Como dice, a las secuelas de la pandemia se suma ahora la invasión de Ucrania: ¿pueden ralentizar el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)?

No. Más bien al contrario. Cada vez está más claro que la eficiencia energética, las energías renovables, son nuestra mejor herramienta para dejar de depender de las importaciones de combustibles fósiles y para contar con una energía barata. La eficiencia energética, las renovables y el uso inteligente de los recursos autóctonos ligados a las tecnologías de la transición energética son piezas clave, no sólo para reactivar la economía y construir un modelo más resiliente, sino también para conseguir la autonomía estratégica que reduzca nuestra vulnerabilidad a choques externos como éste. Además, somos un país con recursos, empresas y un marco favorable de inversión.

Si España fuera un aparato electrónico en qué modo debería ponerse

En el de ahorro de energía, porque no podemos ponernos en ‘stand by’, no podemos ponernos a la espera, pasivamente, pero sí debemos ofrecer las mismas prestaciones, los mismos servicios y la misma calidad de vida —o incluso mejores— consumiendo menos energía.

Olas de calor, de frío…. ¿Podemos ahorrar energía en contextos tan complicados?

De hecho, pueden ir de la mano. Un mejor aislamiento, una mayor eficiencia energética de los edificios, y en concreto de las viviendas, supone confort, y un menor consumo energético para mantener unas adecuadas condiciones en los hogares, tanto en invierno como en verano. Es cierto que el contexto climatológico ha sido complejo estos años, pero con la combinación de un equipamiento más eficiente y unos hábitos más inteligentes a la hora de consumir energía conducen al ahorro. Y lo estamos haciendo desde que el Gobierno aprobó las medidas de ahorro energético a inicios del pasado mes de agosto, la demanda de electricidad ha bajado más de un 5 %, coincidiendo con el verano más caluroso desde que hay registros.

Clima, energía y seguridad: ¿es un triángulo de efectos cruzados?

—En energía se suele hablar del ‘trilema’ energético para referirse al triángulo que forman la disponibilidad, asequibilidad y descarbonización. Yo no creo que haya un trilema, sino un trinomio; las renovables y la eficiencia energética nos dan la solución, porque combinan los tres elementos con perfecta sintonía entre ellos. La eficiencia y las renovables pueden alcanzar el sobresaliente en los tres vértices de ese triángulo.

A ese sobresaliente del que habla se puede sumar ahora un hito histórico: un laboratorio de Estados Unidos ha logrado por primera vez una ignición por fusión y los científicos aseguran que este hallazgo será el futuro para tener energía limpia e inagotable...

Es una gran noticia para la ciencia y la prueba de que invertir en investigación siempre arroja resultados de éxito. Aunque debemos ser cautos, ya que no sabemos cuánto tiempo tardará en desarrollarse una aplicación práctica de este resultado obtenido en laboratorio, se trata de un hallazgo importante que nos acerca a conseguir una fuente de energía masiva, segura y sin emisiones. España está comprometida con el gran proyecto europeo en la materia, el ITER, actualmente en construcción en el sur de Francia, con instituciones como el CIEMAT, Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de Sevilla; de hecho, España es uno de los principales suministradores europeos del proyecto ITER.

Principales medidas y objetivos del Plan de Contingencia

El Consejo de Ministros aprobó el Plan Más Seguridad Energética (Plan +SE) el pasado 11 de octubre, con 73 medidas destinadas a incrementar la protección de la población frente a la crisis de precios energéticos provocada por la guerra en Ucrania, a reducir el consumo de energía para cumplir los compromisos europeos de ahorro con vistas a este invierno, y a reforzar las infraestructuras energéticas españolas para potenciar la solidaridad que España viene aportando al apoyar la seguridad de suministro de cara al conjunto de la Unión Europea. Aagesen explica que “el Gobierno ha considerado que ésta es la estructura más adecuada para abordar, de forma coherente y coordinada, los impactos de la crisis provocada por Putin”. Estas medidas se clasifican en seis grandes bloques: ahorro y eficiencia energética; impulso de la transición energética; protección de consumidores vulnerables, hogares y empresas; medidas fiscales; autonomía estratégica; y solidaridad con el resto de socios europeos.

Hablamos de eficiencia energética a largo plazo y no de manera puntual…

—Siempre hablamos de eficiencia energética a corto, a medio y a largo plazo. La eficiencia energética empieza por actuaciones inmediatas que tienen reflejo a medio y a largo plazo. El ahorro puede ser puntual, pero la eficiencia debe tener recorrido y dar fruto durante mucho tiempo. Se trata de reducir la dependencia que pueda tener nuestro bienestar o la actividad económica del elevado consumo energético. Con ello ahorramos en factura, ahorramos en emisiones, reducimos vulnerabilidad exterior y aumenta la competitividad de nuestro tejido productivo.

¿Qué impacto tendrá la modificación de la ley que regula las comunidades energéticas que amplía la distancia máxima actual de 500 metros permitida para el autoconsumo colectivo?

—Es un paso más, de los muchos que venimos dando desde el año 2018, y creo que es necesario tener la foto completa. Con el marco aprobado desde 2018, que hemos ido afinando y mejorando sucesivamente, hemos visto que el ritmo de instalación de autoconsumo en España prácticamente se duplica anualmente.

A propósito del Plan Más Seguridad Energética, damos un paso más, ampliando la distancia permitida para el autoconsumo colectivo. Facilitará que se desarrollen comunidades energéticas sin afectar al medio ambiente porque las instalaciones deben estar en áreas antropizadas. Será más fácil encontrar buenos emplazamientos para las instalaciones de generación y ello hará posible que se beneficien de ellas un mayor número de autoconsumidores. Los datos hablan por sí solos. El autoconsumo se ha multiplicado por 10 desde 2018.

Hablamos de ahorrar compartiendo energía con los vecinos… ¿Nos pondremos de acuerdo?

Creo que es en beneficio de todos y seremos capaces de hacerlo. En todo caso, hace un año más o menos que modificamos la legislación de propiedad horizontal para facilitar los acuerdos de las comunidades de vecinos con relación a las actuaciones de eficiencia energética y la instalación de sistemas de renovables y autoconsumo. Es verdad que cada comunidad es un mundo, pero creo que el marco regulatorio es lo suficientemente flexible, y la tecnología renovable lo suficientemente versátil y competitiva como para que todo el mundo interesado encuentre una opción para beneficiarse de ella. Nuestro empeño es que este beneficio esté al alcance de todo el mundo y sea el máximo.

Compartir este excedente de energía, por ejemplo, con pequeños pueblos, ¿puede suponer un freno a la despoblación?

El autoconsumo, las comunidades energéticas y la generación distribuida son una excelente oportunidad para las pequeñas poblaciones. Lo estamos facilitando, incrementando el volumen de las ayudas en los municipios con menos de 5 000 habitantes, porque entendemos que la transición energética es una palanca de generación de actividad, de oportunidades en territorio y, con ello, que puede contribuir a la fijación de población. Si en esos pueblos la energía es más barata, es más fácil que sienten nuevos negocios y frene o se revierta la despoblación.

El autoconsumo a partir de renovables, las comunidades energéticas y la generación distribuida son una excelente oportunidad para las pequeñas poblaciones

Las recomendaciones de ahorro energético para empresas y ciudadanos son voluntarias… ¿Cree que calará más ese mensaje que si se establecen obligaciones?

—En la última encuesta del eurobarómetro sobre Transición Verde se publica que España valora muy positivamente todas las políticas de cambio climático para la creación de nuevos puestos de trabajo pero también, en España, gran parte la población opina que pueden aplicar medidas para mejorar su consumo energético y que esto es una mejora desde el punto de vista económico, pero también ambiental. España está en una situación favorable con respecto a otros países del norte de Europa, que miran con miedo la posibilidad de que haya escasez de energía y de que se tengan que aplicar algún tipo de racionamiento.

Desde el primer momento, en España se ha apostado por medidas de acompañamiento, que faciliten una apuesta por un consumo energético más responsable, y ese ha sido el sentir mayoritario de las aportaciones que hemos recibido en la elaboración del plan. Quiero recordar que se ha contado con asociaciones sectoriales, agentes sociales, empresas del sector energético, comunidades autónomas, entidades de defensa de los consumidores.

Ahora bien, eso conlleva precisamente que es imprescindible que todos los agentes se impliquen, nos impliquemos, para cumplir. Por eso, hemos habilitado una plataforma donde todos los agentes pueden remitir sus planes de ahorro energético, para que éstos sean públicos y puedan ponerse de manifiesto las mejores prácticas.

Especialmente en contextos como el actual, aunque tengamos garantía de suministro, permite mitigar el impacto de los precios y ponernos en una mejor situación para abordar el invierno tanto en España como en Europa, además, por supuesto, de reducir las importaciones de combustibles fósiles y la contribución al cambio climático.

¿Habrá ayudas económicas y en qué aspectos?

—Distintas entidades internacionales ponen de manifiesto que España está entre los países que mayor esfuerzo ha hecho para proteger a los consumidores del impacto de la crisis energética en los precios, y éste es de hecho uno de los principales pilares del Plan +SE.

Las medidas del Gobierno, como la bajada de impuestos o el Mecanismo Ibérico, han permitido que las facturas eléctricas sean un 33 % más bajas de lo que serían en su ausencia. Y los descuentos del bono social han dejado las facturas de los consumidores vulnerables al mismo nivel que tenían antes de la crisis; además, el 40 % de los hogares con las rentas más bajas tiene a su disposición tarifas de luz reducidas. Por el lado de la calefacción, todos los hogares con calderas de gas pueden acogerse a tarifas reguladas más bajas. Hemos aprobado instrumentos innovadores, nuevas medidas regulatorias, rebajas fiscales, y numerosas ayudas y seguimos atentos para cubrir las necesidades de los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables.

El Plan +SE recoge una reducción del consumo del gas a nivel nacional de entre un 5,1 y un 13,5 %. ¿Estamos en el buen camino?

—En el primer mes de aplicación del Plan +SE la demanda de gas atribuible a la demanda nacional ha caído entre un 15 % y un 19 %.En el segundo mes de aplicación, estos datos aumentan con una mayor reducción de la demanda. Quedan muchos meses por delante, tenemos que seguir trabajando, no solo en la reducción de la demanda sino por la competitividad de los sectores productivos y por precios más asequibles en los hogares.

¿Cuál es la finalidad del sistema de garantía de origen de los gases renovables?

—Es una forma de aumentar la información que reciben los consumidores y de facilitar su consumo, incentivar la apuesta por lo renovable, lo sostenible, como ya sucede con la electricidad. Todavía no hay muchos gases renovables en los canales de distribución, pero estamos adoptando medidas para impulsarlos; las garantías son una de ellas.

¿Qué podemos hacer como ciudadanos para contribuir al ahorro energético

—Desde apagar las luces hasta usar los electrodomésticos más eficientes que podamos. Muchas veces son cosas muy sencillas, como bajar las persianas en los momentos de más calor o terminar la cocina de los alimentos con el calor residual. De hecho, en la web de IDAE hemos habilitado un apartado que recopila las principales recomendaciones. Cada día con estas pequeñas actuaciones, sumamos en el ahorro.

Los recursos naturales, los costes de las renovables y la amplia presencia de la cadena de valor van a incrementar la competitividad y facilitar que España reciba inversiones potentes

Los fenómenos climatológicos extremos, como Filomena, obligan a avanzar en equipamientos eficientes en las edificaciones. Imagen: Segovia tras la borrasca

¿El aumento de las exportaciones a Francia supondrá un obstáculo para alcanzar el porcentaje de ahorro fijado por la UE?

—La Comisión Europea es plenamente consciente de que los Estados miembros debemos apoyarnos y garantizar el suministro eléctrico de los estados europeos interconectado, lo que no computa a la hora de alcanzar los objetivos de ahorro de gas para este invierno. Por lo tanto, el incremento del consumo de gas para producir electricidad no limita las opciones de España para cumplir los objetivos de reducción de consumo de gas.

¿Las Administraciones han de ser y están siendo ejemplo de ahorro? ¿Qué medidas principales van a tomar?

Uno de los grandes consensos del proceso de propuestas para el plan de contingencia por parte de los distintos agentes, especialmente las comunidades autónomas y las entidades locales, fue la importancia de un claro liderazgo desde las Administraciones Públicas. De hecho, la Administración General del Estado tiene un plan de ahorro energético desde el pasado mes de mayo, dirigido a la gestión energética eficiente en varios ámbitos: en edificios e infraestructuras, movilidad y automoción, formación y comunicación. Racionalizando horarios de climatización e iluminación, de jornada de trabajo, planes de transporte, cursos de sensibilización sobre el ahorro de energía en los puestos de trabajo y la movilidad. Las administraciones regionales y los principales ayuntamientos están preparando sus propios planes, tal y como se comprometieron en la Conferencia Sectorial de Energía. Los planes de las distintas administraciones estarán disponibles en la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

¿Qué sectores están más a la cola en esto del ahorro energético? ¿Qué va a aportar el PERTE de descarbonización de la Industria?

—No creo que se pueda señalar a nadie en concreto. Las mayores pérdidas de energía se dan en la edificación, y eso es algo que afecta sobre todo a residencial y terciario. El mayor volumen ayudas del Plan de Recuperación va destinado a la rehabilitación de los edificios y la regeneración urbana, con más de 6 800 millones. La industria, por su parte, tiene el foco en sus procesos; nosotros somos conscientes de ello y recientemente hemos ampliado en 100 millones las líneas de apoyo para eficiencia energética, de modo que ya superan los 600 millones. Respecto al PERTE de descarbonización industrial, ha sido liderado por el Ministerio de Industria, y activará su competitividad, muy ligada a la transición energética.

¿Ha habido consenso entre todas las Comunidades Autónomas? ¿Cuáles han sido las principales demandas?

—El objetivo desde el principio ha sido contar con la máxima implicación de todas las Administraciones. Vemos que todas las Comunidades Autónomas se han comprometido a participar con medidas de ahorro energético; acompañamiento a la sociedad y a las empresas, especialmente las PYMEs, las campañas de la difusión de la comunicación y las recomendaciones en las medidas de ahorro; la aceleración de tramitación de las ayudas del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia.

Es importante la participación de toda la Administración, y por eso mantenemos reuniones periódicas y un diálogo fluido.

¿Las energías renovables están llamadas a ser protagonistas en la reconstrucción económica que España necesita?

—La Comisión Europea indicó que el PNIEC era una sólida base para la recuperación económica tras el impacto de la pandemia, y no cabe duda de que las energías renovables son la base del modelo energético descarbonizado. Además, gracias a nuestros recursos naturales, los costes de las renovables, y la amplia presencia de la cadena de valor, van a incrementar sensiblemente nuestra competitividad y van a facilitar que España reciba inversiones potentes: es decir, empresas industriales y de distintas ramas de actividad están ya planteando la puesta en marcha de nuevas instalaciones en España precisamente gracias a las previsiones de energía asequible por el despliegue renovable.

—La energía renovable tiene ADN español; podemos fabricar el 90 % o más para la eólica y el 60 % para la solar, y somos pioneros mundiales en electrónica de potencia...

Es así. Distintos ránquines nos sitúan en la cabecera mundial tanto en ambición y solvencia de la apuesta por las renovables, como en confiabilidad para la inversión en proyectos renovables. El esfuerzo estratégico, regulatorio y de gestión que se ha realizado en España, la ha convertido en el ‘top 10’ del ránking de países más atractivos para invertir en renovables.

Además, la Unión Europea considera que nuestro país está entre los cinco líderes en el G20 en políticas de desarrollo de renovables, gracias a su Plan de Recuperación a la Transición Ecológica.

Pero, además, la cadena de valor de las renovables es fuerte en España, y queremos potenciarla aún más. Por eso hemos lanzado un PERTE de Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (PERTE ERHA), con más de 6 900 millones de fondos públicos, que tiene varias líneas específicas que fomentan la capacidad de fabricación local, la investigación y la innovación en tecnologías tan relevantes como el hidrógeno, la eólica marina o el almacenamiento de energía. Además, queremos recuperar capacidades para la fabricación de generadores solares —los paneles—, que en la actualidad son generalmente importados desde China. Es importante que toda la cadena de valor de las renovables vuelva a tener relevancia en Europa para incrementar nuestra autonomía estratégica. La transición energética no puede generar nuevas dependencias; es importante prestar atención a las nuevas necesidades de materias primas, por eso España también ha puesto sobre la mesa una hoja de ruta para la gestión sostenible de materias primas.

¿Es España el país europeo que más ambición ha plasmado en el PNIEC?

—Eso dijeron varios análisis comparativos cuando los distintos socios presentaron sus planes de clima y energía. Pero no basta con tener ambición, porque un plan puede ser muy ambicioso pero irreal, imposible de cumplir; nuestro plan, en cambio, es sólido y lo estamos materializando. Ahora lo estamos revisando, al alza, para incorporar cosas que no preveíamos cuando lo elaboramos, hace solo un par de años, como el hidrógeno, el meteórico crecimiento del autoconsumo, o el aumento de los objetivos europeos del paquete ‘Fit for 55 %’ o del más reciente, REpowerEU, rápidamente aprobado para afrontar el impacto de la guerra en Ucrania.

El Plan de Contingencia acelerará la tramitación de instalaciones que ofrecerán 150 GW de renovables, a la espera el visto bueno para iniciar su construcción, ¿Vamos en buen camino las aprobaciones de las declaraciones de impacto ambiental son un cuello de botella que frena la transición energética?

—La versión actual del PNIEC establece el objetivo de incorporar unos 60 GW de renovables entre 2021 y 2030, una cantidad que se duplica con creces considerando la potencia con derecho de acceso a la red. Esto revela un gran interés por invertir en renovables en España. Además, hemos visto que una parte de los proyectos que han iniciado su tramitación no tienen necesariamente vocación de llevarse adelante o tienen pocas probabilidades de salir adelante por limitaciones ambientales o de otro tipo, sin embargo, generan igualmente una cierta alarma en el territorio, y contribuyen a la carga de tramitación de las Administraciones Públicas. Todas las administraciones hemos estado y seguimos haciendo un esfuerzo importante de optimización de procedimientos, refuerzo de áreas clave y organización que permita la tramitación de los proyectos, y seguir avanzando en el cumplimiento a los objetivos.

Venimos de un verano caliente en el tema de los precios de la energía, parece que en estos días se han estabilizado, pero ¿Cómo ve el invierno?

—En una palabra: incierto. Si algo hemos aprendido de los últimos meses es que estamos atravesando un periodo de gran volatilidad en los mercados energéticos, exacerbado por el diseño de los mismos. Por desgracia, no podemos afirmar que el fin de esta situación esté cerca, por lo que debemos seguir trabajando en todos los frentes: intensificando las medidas de ahorro y eficiencia, fomentando las renovables, promoviendo una reforma de los mercados y acompañando y protegiendo a la industria y los consumidores más vulnerables.

¿Están haciendo las eléctricas un esfuerzo suficiente para ofrecer las mejores ofertas a todos los consumidores?

—Creo que las empresas tienen que entender que en un momento como este deben arrimar el hombro y aportar soluciones. Es lógico que defiendan sus intereses y los de sus accionistas, pero el Gobierno debe proteger los intereses de los consumidores, debe velar por el interés común. Y eso estamos haciendo.

La apuesta por una Plataforma conjunta de gas, ¿es un reto para este invierno o será más para almacenamiento del siguiente?

—Este invierno hemos conseguido llenar los almacenes de gas en la UE, de modo que la Plataforma será más útil con vistas al próximo invierno y más allá.

¿Cuáles son los objetivos y los plazos previstos para el Proyecto H2Med?

—El H2Med, el Corredor de Energía Verde, conectará España, Portugal y Francia con la red energética de la Unión Europea. Este corredor contempla las interconexiones transfronterizas de H2 renovable entre España y Portugal (Zamora-Celorico da Beira) y desarrollar un gasoducto marítimo España con Francia (Barcelona-Marsella). Este proyecto está alineado con la creación del Corredor Ibérico de Hidrógeno, medida 73 del Plan de Seguridad Energética (Plan +SE), aprobado por el Consejo de Ministros cebrado el martes 11 de octubre. Es un proyecto estratégico para Europa, pionero por sus características, que nace en el contexto de crisis energética derivado de la guerra en Ucrania y que reforzará la garantía de suministro del conjunto de la UE. Es un proyecto que contribuye a la autonomía energética pero también a que la industria pueda descarbonizarse, y sea competitiva. El proyecto ha avanzado y como anunciaron los líderes en el pasado 9 de diciembre, será presentado a los Proyectos de Interés Común (PIC) este mismo mes de diciembre.

Es la primera vez que una mujer ocupa la Secretaría de Estado de Energía… ¿Es éste un sector de hombres?

Afortunadamente, la sociedad se va abriendo, vamos rompiendo algunas barreras, y se ve a más mujeres en posiciones relevantes y visibles, aunque todavía siga habiendo sectores que estructuralmente siguen siendo desiguales, como el energético, en el que la presencia de mujeres es llamativamente desequilibrada. Quiero pensar que el hecho de que las mujeres podamos estar en posiciones visibles es el inicio del cambio. Me gustaría que las generaciones más jóvenes se acostumbren a tener referentes de mujeres en estos sectores tan clásicamente masculinizados, para ello tenemos que hacer un esfuerzo para sacar del olvido a las mujeres que en el pasado han contribuido al desarrollo del sector energético. Tenemos que mirar hacia delante y utilizar el poder transformador de la Transición Energética, las oportunidades reales que ofrece su atractivo, y transformar el sistema energético desde la equidad, entre hombres y mujeres, pero también en otros aspectos, siguiendo las directrices de la transición justa: no dejar a nadie atrás.

—Un estudio de IRENA estimó que en 2019 las mujeres representaban el 32 % de los empleados a tiempo completo de las empresas del sector de las energías renovables, un porcentaje considerablemente mayor que el 22 % de media en la industria del petróleo y del gas… ¿Las renovables ayudarán a avanzar hacia un sector más igualitario?

—Esos datos son muy relevantes, es una buena noticia que en los sectores más innovadores —especialmente en la transición energética— se esté reflejando la evolución de la sociedad, cada vez más abierta, de manera que se eliminen prejuicios y las mujeres no nos encontremos con barreras a la hora de desarrollar nuestra carrera profesional. Creo que la descarbonización del sistema energético es una motivación para las personas más jóvenes, que están profundamente preocupadas por el cambio climático, especialmente en España. Los sectores más jóvenes de la sociedad tienen que liderar y ser partícipes de la transición, pero partiendo desde una perspectiva igualitaria. Necesitamos más mujeres en las carreras STEM, que nuestras niñas tengan referentes y que sepan que pueden estar ahí y ser parte de la transición energética. Ellas son el futuro.

Hablando de futuro, como la energía ni se crea ni se destruye… ¿Cómo le gustaría que transformara el futuro?

—Me gustaría tener cuanto antes un modelo productivo limpio, competitivo, moderno, sostenible y justo. Somos responsables del mañana que legamos a nuestros hijos y creo que todos somos conscientes de que debemos dejarles el mejor de los futuros posibles, además de crear, desde ya, un presente lleno de oportunidades en torno a la transición energética.