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Redacción Ambienta

«Heritageonthe Edge» vigila los efectos del cambio climático sobre monumentos emblemáticos

Muchos de los monumentos incluidos en la lista Patrimonio de la Humanidad se remontan al principio de los tiempos. Desde entonces han permanecido inamovibles, resistiendo a múltiples eventos. Hoy, el cambio climático les amenaza de manera irreversible. Y para llamar la atención sobre ello, Google Art&Culture, CyArk y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) han puesto en marcha «Heritageonthe Edge» que, a través de web, refleja con el ejemplo de cinco enclaves únicos la urgencia de luchar contra el calentamiento global. Esta iniciativa ofrece al usuario más de cincuenta vídeos y documentos, modelos en 3D, rutas virtuales y entrevistas con profesionales y comunidades locales sobre lugares emblemáticos amenazados por la crisis climática: los moáis de Rapa Nui (Isla de Pascua), la gran ciudad-mezquita de Bagerhat en Bangladesh, la ciudad de adobe de Chan Chan en Perú, el castillo de Edimburgo en Escocia y Kilwa- Kisiwani en Tanzania.

Enclavada en el océano Pacífico, en la Polinea, a 3.800 kilómetros de la costa de Chile, país al que pertenece, Rapa Nui o Isla de Pascua, es el enclave de Ahu Tongariki, una plataforma funeraria con más de 200 metros de longitud. En ella, destacan quince figuras construidas en roca volcánica por la población polinesia entre los siglos X y XVI; estos monumentos conocidos como moáis se encuentran amenazados. El aumento del nivel del mar y la fuerza de las tormentas están socavando los acantilados sobre los que descansan estas figuras de cuatro metros de altura y que pesan hasta catorce toneladas. Esculturas sagradas e importante reclamo turístico que terminarán por caer al mar. Pero estas crecidas del nivel del mar también están afectando a los recursos pesqueros y, por otra parte, el aumento de la temperatura ha provocado la práctica desaparición del auke, un alga endémica, y la muerte de barreras de coral.

En Escocia, el histórico castillo de Edimburgo es una de las atracciones turísticas más visitadas del país. Levantado sobre un extinto volcán, el aumento de las precipitaciones y las inundaciones causadas por las aguas subterráneas hacen peligrar el terreno en el que se asienta. La acidificación del océano, la destrucción de los manglares y el aumento del nivel del mar hacen peligrar las ruinas de KilwaKisiwani, en Tanzania, el que fuera puerto comercial más famoso de la costa suajili al océano Índico. Desde allí, el oro y el marfil procedentes del interior del país se intercambiaban por plata, cornalina, perfumes, cerámica de Persia y porcelana de China.

La ciudad mezquita de Bagerhat, en Bangladesh, concentra una enorme cantidad de refinados monumentos religiosos (como la mezquita de los sesenta pilares) que, por desgracia, se están deteriorando con rapidez a causa de las inundaciones de agua salada y la erosión. En Perú, Chan Chan es la ciudad de adobe más grande del mundo. Poco a poco se está deshaciendo debido al aumento de las lluvias torrenciales. Un problema que los expertos señalan que no se resuelve ni construyendo tejados porque, además, el aumento de la capa freática producirá un dañino microclima que afectará a la estabilidad estructural de los edificios.

Los creadores de este proyecto insisten en que «los efectos del cambio climático sobre nuestro patrimonio cultural son un claro reflejo del impacto que tiene sobre el conjunto de nuestro planeta y requieren una respuesta seria». Y señalan que las acciones en cada enclave individual pueden reducir las pérdidas a escala local, pero la única solución sostenible es un cambio sistémico y la reducción global de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Y concluyen que «Heritageonthe Edge» habla de pérdidas, pero también de esperanza y adaptación: «Nos recuerdan que estos lugares emblemáticos del Patrimonio Mundial son mucho más que destinos turísticos. Son lugares con una enorme importancia nacional, espiritual y cultural»

Ciudad mezquita de Bagerhat

Playas verdes para capturar toneladas de CO2

En el mundo se conocen cuatro playas de arena verde: Talofofo en Guam, Punta Cormorán en la isla Floreana de islas Galápagos, Hornindalsvatnet, en Noruega y Papakolea en Hawái, que obtiene su peculiar color de la arena olivina erosionada de un cono volcánico circundante formado hace más de 49.000 años. Este mineral de silicato contiene hierro y magnesio y es uno de los primeros cristales que se forma cuando se enfría el magma. Bajo esta inspiración nace el Proyecto Vesta, que apuesta por luchar contra el cambio climático mediante una revolucionaria idea: esparcir en las playas como si fuera arena este material volcánico. Gracias a una serie de reacciones químicas, el olivino captura CO2 y lo atrapa en las conchas y esqueletos de moluscos y corales. Este proceso, explican en su web, es lo que se conoce como meteorización mejorada de minerales y permitiría almacenar miles de millones de toneladas de dióxido de carbono, mucho más del que el hombre ha producido desde los inicios de la Revolución Industrial. Un proceso que puede ser permanente ya que no depende del suelo, de plantas o árboles y, según sus creadores, también es barato: estiman que su coste ronda los nueve euros por tonelada.

La meteorización de minerales es uno de los principales mecanismos que utiliza el planeta para reciclar el dióxido de carbono. Capturado en el agua de lluvia, en forma de ácido carbónico, disuelve rocas y minerales como el olivino. Así se produce bicarbonato, iones de calcio y otros compuestos que llegan al océano, donde organismos marinos los digieren y los convierten en el carbonato de calcio sólido para formar sus conchas y esqueletos. Estas reacciones químicas liberan hidrógeno y oxígeno en el agua para extraer más dióxido de carbono del aire. Cuando los corales y los moluscos mueren, sus restos se depositan en el fondo y forman capas de piedra caliza, de modo que el carbono permanece capturado allí durante millones a cientos de millones de años, hasta que es de nuevo liberado si hay actividad volcánica.

Turismo marinero: embarcarse rumbo a la aventura

Una jornada con mariscadoras gallegas o a bordo de un pesquero donde convertirse en un auténtico lobo de mar pueden ser opciones ideales para conocer las tradiciones y la importancia de preservar los ecosistemas marinos.

A pie de playa, los secretos del marisqueo son descubiertos, como las almejas tras remover la tierra, por las mariscadoras gallegas. Conocer todo el proceso, desde la extracción hasta su comercialización, es posible gracias a Guimatur, la Asociación Cultural «Mulleres do Mar de Cambados». El marisqueo es una actividad milenaria de subsistencia que practicaron los pueblos asentados en las costas de Galicia. La mujer mariscadora posee un profundo conocimiento de las circunstancias en las que se desarrolla su actividad y de las características biológicas de los mariscos que extrae, Porque el trabajo de mariscar no consiste sólo en capturar el molusco. También incluye tareas como resembra, limpiezas y vigilancias. Bajar a la playa con las tradicionales botas de agua con la que trabajan para meter las manos en la arena y recoger almejas, berberechos, navajas... resulta una emocionante experiencia que se puede combinar con la visita del tradicional barrio marinero de Santo Tomé para descubrir los distintos tipos de casas en las que vivían los pescadores.

EPero si lo que emociona es echarse a la mar, nada como embarcarse en un pesquero tradicional para descubrir el esfuerzo diario de los pescadores, una experiencia única posible gracias a Pescaturismo Spain. Se pueden elegir excursiones desde tres hasta doce horas, por la costa o mar adentro, para realizar en familia, con avistamiento de delfines y cetáceos, con parada para darse un baño o para disfrutar de la gastronomía con auténticos platos marineros hechos con pescado recién sacado de las redes. Los beneficios de estas actividades repercuten en la comunidad local, beneficiando a pescadores y cofradías. Un turismo sostenible que permite sumergirse e la cultura, gastronomía y tradiciones del mundo marinero, con el fin de concienciar a todos de la necesidad de transmitir este legado a generaciones futuras, así como proteger el medio ambiente marino.

www.guimatur.org

www.pescaturismospain.com

Shirin Yoku, baños de bosque

En un país con 5.000 kilómetros cuadrados de bosque y en una cultura donde cada árbol tiene un significado y una utilidad, la conexión con la naturaleza es una filosofía de vida. En Japón son más de dos millones las personas que realizan Shinrin Yoku, una práctica milenaria que literalmente quiere decir «baños de bosque» y que, a día de hoy, ya se extiende por otros países. Porque además de una filosofía, los beneficios para la salud han sido constatados científicamente y se prescribe desde los sistemas de salud: estimula el sistema inmunitario, reduce el estrés, la presión sanguínea, aumenta la concentración, mejora el humor y la autoestima.

Una actividad ideal para estas vacaciones que se puede hacer en solitario o en grupos organizados como ofrece el Instituto de Baños del Bosque. Tienen una duración media de unas dos horas y se recorren unos dos kilómetros por rutas poco transitadas en las que se busca la circularidad y que el terreno no presente desniveles, que sea seguro y no demasiado emboscado, además de diversidad de ambientes y, mucho mejor, si en él hay fuentes de agua. Lo ideal para iniciarse es hacerlo acompañado de un guía acreditado, pero luego también se pueden realizar de manera individual. Se recomiendan dos horas y media a la semana, pero también se puede practicar media hora cada día y aunque lo mejor es hacerlo en bosques donde los árboles superen los cien años también se puede realizar en otros espacios verdes o incluso en parques urbanos. También organizan talleres para aprender las técnicas para conectar con la naturaleza y prácticas terapéuticas para mejorar la salud.

https://www.xn--institutodebaosdebosque-4hc.com

© Instituto Baños de Bosque

Rutas del Clima: turismo sobre los efectos del cambio climático

les sobre la emergencia climática tienen el objetivo de experimentar las soluciones en términos de movilización social, pensamiento crítico, democracia directa, economías locales del bienestar, soluciones basadas en la naturaleza, culturas regenerativas y arte. A ellos acuden un público muy variado: desde residentes y visitantes (turismo sostenible) que deseen profundizar en la cuestión, niños y jóvenes a través de colegios e institutos (concienciación), y empresas (innovación social). Hace poco han eliminado los free tours pero siguen abiertas a las visitas en grupo, en Madrid esta ruta corre a cargo de Pangea y se realiza en bicicleta partiendo de Madrid Río y en Barcelona, esta iniciativa está liderada por dos entidades: la empresa de turismo responsable Aethnic y Feel by Doing, centrada en experiencias responsables. http://rutaclima.city/

Lectura: Descubrir la España rural de forma sostenible

UAhora más que nunca, cuando la España Vacía llena páginas y páginas de prensa y menciones en redes sociales; ahora volvemos los ojos a los pueblos, los paisajes y los ámbitos rurales; ahora que necesitamos viajar con seguridad y reivindicar nuestras raíces y nuestra cultura… Ahora es el mejor momento para descubrir y redescubrir la España rural.

Esta guía, con más de 100 propuestas ordenadas a lo largo del año, resulta imprescindible para el viajero curioso, para el urbanita agobiado y para los que abogan por el viaje sostenible, tranquilo y enriquecedor. Javier Rico, periodista especializado en medioambiente, biodiversidad y desarrollo rural, nos descubre todo tipo de propuestas de enoturismo, oleturismo, geoturismo, astroturismo, cicloturismo, trufiturismo, apiturismo o turismo cultural en un viaje por toda la geografía española. Hay viajes asociados a castillos, a la pesca en el mar, a la extracción del corcho, a la observación de fauna -alguna tan señera como el lince, el oso o el lobo-, a yacimientos arqueológicos y palentológicos, a minas antiguas…

Escapadas para todo el año, repartidas a lo largo de los doce meses, según la época más idónea para hacer la visita. Es un libro de distancias cortas, la distancia entre los puntos más alejados de los enclaves escogidos no supera los 50 kilómetros, y la mayoría de ellos contiene suficientes alicientes como para reducir el viaje a entornos aún menos distantes. Viajes cercanos, sosegados e integrados en la España rural.

Vacaciones conservando la biodiversidad en el Mediterráneo

“Si te gusta el mar y estas harto de las noticias sobre contaminación por plásticos, la sobrepesca, el ruido marino, residuos tóxicos, etc.... En tus próximas vacaciones, conviértete en embajador del cambio y únete a nosotros como voluntario. ¡Sé parte de la acción!”, así animan desde el Instituto de Investigación Alnitak a participar durante el verano en su expedición científica a bordo del Toftevaag, un antiguo pesquero noruego convertido en barco de investigación, considerado buque insignia para la conservación de la biodiversidad en el Mediterráneo desde hace ya más de tres décadas.

Pasar parte de las vacaciones participando en una expedición de once días buscando ballenas, delfines, aves y tortugas marinas es una experiencia única. Los voluntarios junto con la tripulación, monitorean la vida silvestre, como los cetáceos (ballenas y delfines) y las tortugas marinas, y documentan los impactos de actividades como la pesca ilegal y las artes fantasma.

Dependiendo del clima y las condiciones del mar, las actividades se desarrollan de una u otra manera. Idealmente, cuando las condiciones son adecuadas, el objetivo es pasar el mayor tiempo posible en las aguas abiertas y profundas del Mediterráneo. Esto significa despertarse a menudo a las 5 a. m. para ponerse en marcha. Los voluntarios se dividen por parejas y se les capacita para ayudar a recopilar datos científicos, ayudan con la navegación del barco y realizan otras tareas, como cocinar y limpiar. Cuando el clima es menos ideal, todavía hay mucho que hacer, como el mantenimiento del barco, la clasificación de datos, la limpieza costera y conferencias de “Monitoreo del mar abierto”. Cada expedición es única debido al clima, el estado del mar, las especies que se observan, los puertos, la tripulación y los voluntarios a bordo y más variables, con lo que la aventura está asegurada. Además, el importe de se paga por pasar unos once días de experiencias únicas (unos 100 euros al día) sirve para cubrir los costos de vida a bordo y para apoyar programas científicos de conservación. www.alnitak.org

El MITECO entrega los Premios Nacionales de Energía y Medioambiente 2021

El Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha entregado los Premios Nacionales de Energía y Medioambiente 2021, unos galardones que otorgan reconocimiento público y social a aquellas personas o entidades que han destacado bien por sus aportaciones creadoras, científicas, educativas o sociales en favor de la descarbonización de la economía, o bien por la defensa, estudios y promoción ambiental y climática, contribuyendo a la conservación y protección de los valores ambientales.

Con la entrega de premios, el MITECO ha recuperado unas distinciones que se convocaron durante más de 20 años, entre 1986 y 2009, con la denominación de “Premios Nacionales de Medioambiente”, a la que se ha incorporado una nueva distinción en materia energética, acorde con las competencias actuales del Ministerio. Este año, además, se conceden premios extraordinarios tanto de Medioambiente como de Energía.

Esta edición ha distinguido a la empresa Cales de Pachs; la Fundación Global Nature; la Fundación Oxígeno; la Asamblea Ciudadana para el Clima; Pedro García Moreno; Juan Serna Martín; Ana Corredoira, y Rodrigo Carrillo, conocido en RRSS como Tractorista de Castilla Los premios de energía han honrado a las compañías Econward Tech y Wallbox Chargers, el Grupo Enercoop-Comunidad para la Transición Energética Municipal y a Rosario Heras Celemín, pionera en la investigación en energías renovables y eficiencia energética.