ambient@

INICIATIVAS

Naturea: conservación de la naturaleza a través de la sensibilización ambiental y la recuperación de áreas degradadas en Cantabria

Redacción AmbientaFoto: Ruta de senderismo por el Valle de Liébana. Javier Maza

Naturea apuesta por el desarrollo rural y la conservación de la naturaleza a través de iniciativas de sensibilización ambiental. Un proyecto innovador en su forma jurídica, con un convenio que permite a una entidad privada sin ánimo de lucro y de base asociativa gestionar el uso público de espacios naturales protegidos de Cantabria tutelados por la Administración

Naturea está integrada en la Red Cántabra de Desarrollo Rural que protege los principales territorios naturales de Cantabria y fomenta el desarrollo de las comarcas rurales a partir de sus propios recursos y potencialidades. El uso público de estos espacios naturales favorece el acercamiento lúdico y educativo y la recuperación de la cultura rural.

Cantabria alberga en sus costas la única colonia marina de buitres leonados de España, sus montañas son refugio de especies emblemáticas como el oso pardo, el urogallo, la nutria o el águila imperial y sus humedales acogen importantes colonias de aves acuáticas. En poco más de 5.300 kilómetros cuadrados, Cantabria concentra una gran variedad de paisajes y ecosistemas salpicados de pueblos que hablan de quiénes fueron y quiénes son. Un patrimonio natural y cultural que desde hace casi dos décadas lleva defendiendo y protegiendo la Red Cántabra de Desarrollo Rural (RCDR), asociación sin ánimo de lucro que nació con el objetivo de poner en marcha iniciativas para el desarrollo de las comarcas rurales a partir de sus propios recursos y potencialidades. Representa a las cinco asociaciones de desarrollo territorial que reúnen a 74 municipios rurales, el 80 por ciento del territorio de Cantabria y el 20 por ciento de su población.

Con el impulso de sus Grupos de Acción Local (Asón Agüera-Trasmiera, Saja-Nansa, Campoo-Los Valles, Liébana y Valles Pasiegos) gestiona iniciativas europeas de Desarrollo Rural Leader+ y PRODER que le ha permitido poner en marcha proyectos de educación ambiental, voluntariado, participación ciudadana, patrimonio cultural, custodia del territorio, mujer rural, conservación o dinamización de espacios naturales protegidos.

De esa apuesta por el desarrollo rural y la conservación de la naturaleza a través de actividades de sensibilización ambiental surge Naturea; un proyecto innovador en su forma jurídica, con un convenio que permite a una entidad privada sin ánimo de lucro y de base asociativa, dinamizar el uso público de espacios naturales protegidos de Cantabria tutelados por la Administración y que cuenta con la financiación de la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria.

Labores de mantenimiento en Oyambre. Foto cedida Naturea

Supeditado al irrenunciable objetivo de conservación de la naturaleza, el uso público de los espacios naturales resulta una herramienta única no solo para el acercamiento recreativo, lúdico y educativo a estos lugares, sino también a las culturas y tradiciones del medio rural. Para este correcto acercamiento Naturea promueve visitas guiadas e interpretadas por especialistas en el medio natural a los hábitats de mayor interés de esta Red de Espacios Naturales Protegidos que preservan un tercio del territorio cántabro.

Rutas por el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, recorridos donde disfrutar de impresionantes vistas al mar desde acantilados que son lugar de cría de halcones peregrinos o cormoranes moñudos; paseos para descubrir los sistemas dunares de Liencres u Oyambre, adentrarse en zonas de montaña donde cazan búhos y águilas reales y se bañan nutrias en sus ríos… Toda una variedad de actividades pensadas para todo tipo de públicos, que se adaptan a cada época del año y que solo pueden realizarse a pie

Actividades para conocer la fauna cántabra. Foto: Juan Carlos Heredero

Centros de interpretación

Naturea cuenta con centros de interpretación que complementan esa estrategia de puesta en valor del medio natural y que sirven como centro de operaciones para los equipos de trabajo. A día de hoy están abiertos siete: los de los Parques Naturales de Saja Besaya, Oyambre, Marismas de Santoña, Victoria y Joyel y Collados del Asón, la Casa de la Naturaleza de Pesaguero, el Centro Ornitológico del embalse del Ebro, y el centro ictiológico de Arredondo. Son la puerta de entrada a cada espacio natural y a una experiencia única con la que conocer en detalle los principales valores de cada espacio natural protegido y en la que el guía pretende despertar sensibilidades en el visitante y ofrecerle herramientas para que conozca y valore los procesos que influyen en la formación y conservación de un hábitat, una especie o un paisaje. Una oferta que se ha ido adaptando a los requerimientos de los usuarios, pero teniendo siempre en cuenta los criterios de conservación definidos para cada entorno. Especial interés despiertan aquellas actividades que se vinculan a momentos cíclicos de algunas especies emblemáticas como la berrea del ciervo, el ciclo migratorio de la cigüeña blanca o el periodo migratorio de las aves limícolas y acuáticas o el seguimiento de hábitos y adaptaciones de flora y fauna a condiciones extremas invernales.

Pero para que todo el mundo pueda disfrutar de la riqueza natural de Cantabria, además de itinerarios y actividades guiadas, también propone autoguiadas para que el visitante pueda ir a su ritmo. Todas se encuentran balizadas y se realizan igualmente a pie. No obstante, desde Naturea se deja claro que, teniendo en cuenta que los recorridos atraviesan zonas vulnerables de alto valor ecológico, es preciso un control en el acceso del número de personas para minimizar el impacto; tampoco se permite el acceso de mascotas ya que hay zonas con especies protegidas en cría. A todo ello se suman ahora las medidas de seguridad derivadas de la Covid-19.

Como el transporte hasta el punto de encuentro de la actividad corre por cuenta de cada usuario, Naturea ha puesto en marcha una plataforma para compartir coche entre los usuarios que, además de permitir un ahorro a los visitantes, tiene el objetivo de generar menos tráfico y cuidar así del medio ambiente.

Educación ambiental

El proyecto también ha desarrollado una metodología de trabajo especial para grupos de escolares, adaptando a cada fase del itinerario curricular los contenidos de las visitas en función de su edad y grado de formación. Todo un programa de educación ambiental, desarrollado con la colaboración de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, para dotar a los docentes de enseñanza infantil, enseñanza obligatoria y bachillerato de una herramienta útil que complemente sus clases teóricas en el aula con una salida activa en el campo. Así, propone actividades como una gincana forestal, un censo de aves, interpretación de huellas de animales o la visita al bosque escuela. Estas y otras muchas actividades con las que pretende despertar entre los escolares el interés y cariño por el medio natural, la conciencia sobre el estado en que se encuentra biodiversidad de Cantabria y sus problemas, así como ampliar sus conocimientos sobre el funcionamiento de los diferentes ecosistemas, las distintas especies, las estaciones… En definitiva, la necesidad de una respetuosa relación entre la sociedad y la naturaleza.

Además del colegio, el papel de la familia resulta clave a la hora de impulsar el conocimiento y el respeto por el medio natural. Por ello, Naturea ofrece actividades para que los más pequeños puedan disfrutar junto a sus padres. Así, #Natureandoencorto propone planes cortos y gratuitos, ideales para combinar con otras actividades en el medio rural de Cantabria, así como actividades sencillas de pago y reserva previa o talleres familiares.

Las actuaciones de Naturea se organizan en cuatro programas: información y sensibilización, promoción del uso público y seguimiento de procesos ecológicos; mantenimiento de infraestructuras y restauración ambiental, dinamización socioeconómica y asesoramiento, y formación e intercambio de experiencias de los equipos y líneas de investigación

Recuperación de áreas degradadas

Los equipos de trabajo que forman parte de Naturea desarrollan dos tipos de labores. Unas específicamente educativas y divulgativas que corren a cargo de los equipos de guías y otras de mantenimiento y recuperación ambiental de áreas degradadas. Se distribuyen en diferente número en cuatro territorios: Saja Besaya (3), Oyambre (4), Collados del Asón (4) y Liébana (4). La labor de estos trabajadores es fundamental para el perfecto funcionamiento de todo el programa. En total, se encargan de la adecuación de 1200 kilómetros de senderos, en la mayoría de los casos antiguas veredas ganaderas perdidas por la merma de la actividad tradicional. De este total, 260 kilómetros están balizados bajo la homologación de la Federación Cántabra de Deportes de Montaña y Escalada. Asimismo, se encargan del mantenimiento de una veintena de áreas recreativas, varios miradores y de los centros de interpretación vinculados al programa Naturea Cantabria. Una labor a menudo en la sombra pero que resulta fundamental para el perfecto funcionamiento de todo el programa.

Más allá de los servicios habituales, este sistema de mantenimiento está en continua colaboración con todo tipo de entidades locales y supralocales y con los guardas de las distintas Comarcas Forestales de Cantabria para la adecuación de espacios degradados y la recuperación de zonas afectadas por especies invasoras. Trabajos tan importantes como la ampliación de la Senda Fluvial del Nansa hasta la ferrería de Cades, la plantación de barrón para la recuperación de arenales de la costa oriental, la eliminación de Onagra, uña de gato o plumeros en distintas áreas protegidas, la puesta en valor del antiguo camino carretero de La Hermida entre esta localidad y Urdón o los trabajos de apoyo en el drenaje del argayo de Sebrango.

Desde Naturea señalan que los beneficios que genera el proyecto en materia de conservación y desarrollo rural es una cuestión de largo recorrido. Y dejan claro su reto presente y futuro: la puesta en valor de los espacios naturales protegidos como herramienta de dinamización económica de las zonas rurales y como estrategia de sensibilización y conservación de un paisaje único.