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El 8 de abril de 2016, la Agencia Estatal de Meteorología conmemoró el centenario del Observatorio de Izaña (Tenerife). En el acto participaron el Presidente y Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial, la Directora General del Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio, el Director General de EUMETSAT (organismo para la gestión y explotación de los satélites meteorológicos europeos), la Directora de GEO (Grupo de Observación de la Tierra), el Director Ejecutivo de EUMETNET (Agrupación de Servicios Meteorológicos Nacionales europeos) y el Director del Servicio Meteorológico alemán (DWD). También asistieron el Jefe Ejecutivo de ECOMET y los Directores de 16 servicios meteorológicos nacionales de Europa Occidental. 

En la primera década del siglo XX, el Observatorio de Izaña fue el único emplazamiento de las cumbres de Tenerife en el que se daban obligada cita biólogos, geólogos, naturalistas y excursionistas que visitaban lo que hoy es el Parque Nacional del Teide, creado en 1954. El Observatorio de Izaña actuó como primer centro de repetición de la señal de Televisión Española en las Islas Canarias, y desde sus instalaciones se realizaron las primeras observaciones astronómicas desde 1958, y durante varios años, hasta que se construyeron los primeros telescopios que darían lugar a la creación del Instituto de Astrofísica de Canarias en 1975.

En 1984, los gobiernos de España y Alemania firmaron un convenio para el establecimiento de una estación de la red internacional de contaminación atmosférica de fondo (BAPMoN; Background Atmospheric Pollution Monitoring Nertwork) en el Observatorio de Izaña. En 1989, las redes de estaciones desarrolladas bajo el amparo de la OMM -la red BAPMoN y el Sistema Mundial de Observación del Ozono- se fusionaron para crear el actual programa de Vigilancia Atmosférica Global (VAG), del que forma parte actualmente el Observatorio Atmosférico de Izaña como una de las 30 estaciones globales.

Actualmente, este Observatorio es la plataforma de observación más importante del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (CIAI), de AEMET, en el que se desarrollan observaciones científicas e investigaciones sobre gases de efecto invernadero, que causan el calentamiento global, sobre aerosoles atmosféricos que juegan un papel decisivo en el cambio climático e impactan de manera notable en la salud humana, sobre la evolución de la capa de ozono, los compuestos que la dañan y la radiación ultravioleta, y también sobre los gases reactivos que modulan la calidad del aire a nivel global. Las series centenarias de parámetros meteorológicos y radiación permiten estudiar la variabilidad climática y el impacto de gases de efecto invernadero. El CIAI participa activamente en las actividades científicas del Centro de la OMM de Predicción de Tormentas de Polvo y Arena para el Norte de África, Oriente próximo y Europa que coordina AEMET, y que gestiona con el Barcelona Supercomputing Centre – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). El CIAI es hoy día un centro de referencia internacional que suministra información para evaluar y validar datos de numerosos sensores atmosféricos que vuelan a bordo de satélites de NASA y EUMETSAT, así como de datos procedentes de modelos de transporte químico y de polvo mineral atmosférico. Asimismo, desarrolla un programa de cooperación internacional fundamental para la observación atmosférica con estaciones del norte de África y Sudamérica.

El Observatorio de Izaña, debido a sus excelente condiciones ambientales, con un gran número de cielos despejados y gran pureza del aire, es un centro de calibración absoluta de la red de fotómetros para la medida de aerosoles más importante del mundo (AERONET-NASA), es centro de referencia de los espectrofotómetros para la observación de la capa de ozono de Europa y África, y centro de calibración absoluta de fotometría solar del Centro Mundial de Radiación de Davos (Suiza).

El futuro del Observatorio de Izaña (situado a una altitud de 2373 metros sobre el nivel del mar) es prometedor. En él se desarrollan nuevos sensores atmosféricos y se evalúan y calibran nuevos prototipos, siendo un Banco de Pruebas para instrumentación de teledetección de aerosoles y vapor de agua de la OMM.