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AHORRAR CON BOMBILLAS LED

Invertir en electrodomésticos y una iluminación de alta eficiencia energética es indudablemente la forma más eficaz de reducir el consumo. No obstante adoptar diferentes medidas prácticas en el día a día nos ayudará a sacar el máximo rendimiento energético a cualquier electrodoméstico que ya tengamos en casa.

La  iluminación representa la parte variable de nuestra factura eléctrica, la oferta actual del mercado nos permite ir reemplazando la iluminación de nuestros hogares y empresas por  bombillas LED de alta eficiencia energética. Las bombillas LED consiguen ahorros de hasta el 80%. Por otro lado, la vida útil de las bombillas LED es hasta 10 veces mayor. También disfrutaremos de un rendimiento lumínico óptimo hasta el final de su vida útil sin prácticamente decaimiento lumínico.

Otra ventaja añadida de la utilización de  bombillas LED es que no producen practicamente calor a diferencia de las bombillas halógenas o incandescentes. Esto permite ahorrar también en el consumo de los dispositivos de aire acondicionado, reduciendo las emisiones de CO2 expulsadas a la atmósfera.

“Las bombillas LED han bajado de precio hasta situarse en niveles de rápida amortización” según indica Javier López de Juan Abad fundador de http://www.bombillasled.net/ empresa del grupo LEDKITS líder en la fabricación y distribución de iluminación LED online. “Hace tan solo dos años, una bombilla halógena como las que tenemos en todos nuestros hogares podía costar 25 Euros con tecnología LED, hoy una bombilla LED con calidad profesional se puede adquirir por 8 Euros”

Además de sustituir las bombillas convencionales por tecnología LED, también podemos cambiar todo tipo de instalaciones como focos LED, tubos LED, tiras LED o paneles LED. De esta forma conseguiremos sustanciales ahorros en el consumo eléctrico contribuyendo a mejorar el medio ambiente con una tecnología ecoeficiente.

Consejos del día a día para reducir el consumo eléctrico:

-Moderar la temperatura del frigorífico y mantener el congelador lo más lleno posible y libre de escarcha descongelándolo cuando sea necesario.

-Utilizar el lavavajillas y la lavadora con cargas completas utilizando programas cortos y a temperaturas más bajas, no olvidar que lavar ropa y vajilla con agua caliente a mano sale siempre más caro.

-Emplear el calor residual de las placas de inducción o vitrocerámicas al apagarlas y no poner el horno a plena potencia. Emplear recipientes más pequeños para cocinar, aprovechar el calor residual y usar la olla express.

-Mantener limpios los filtros de las campanas extractoras para optimizar su rendimiento al máximo.

-Apagar los televisores, vídeos, módems y demás equipamientos cuando no estén siendo utilizados no dejándolos en “stand by” así como desconectar cargadores, ladrones y alargaderas cuando no se vayan a usar.

-Sustituir radiadores eléctricos y calefactores por bombas de calor y en el caso de la calefacción individual hacer uso de termostatos y programadores.

-Mejorar el aislamiento de la vivienda y no subir la temperatura de 20ºC de día, la temperatura ideal para dormir no debe superar los 17ºC.

 -Utilizar las persianas para proteger la vivienda del frío en las noches de invierno y del calor en los días de verano.