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SIGRE: UN MODELO DE REFERENCIA A NIVEL INTERNACIONAL

SIGRE Medicamento y Medio Ambiente es una entidad sin ánimo de lucro creada para garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos de origen doméstico. 

SIGRE nace al amparo de la Directiva 94/62, que obliga a los Estados miembros a responsabilizarse de la gestión de los envases que las empresas ponen en el mercado para prevenir y reducir su impacto medioambiental. Esta Directiva Europea fue transpuesta al ordenamiento jurídico español a través de la Ley 11/97, de Envases y Residuos de Envases, aprobada por el Parlamento Español en abril de 1997. Partiendo de la base de que el medicamento desempeña una función básica en el cuidado de nuestra salud, ese mismo medicamento, cuando se finaliza un tratamiento o cuando se retira del botiquín doméstico por estar caducado, puede resultar perjudicial para el medio ambiente si el ciudadano se desprende de él de una forma inadecuada, tirándolo a la basura o por el desagüe.

Por este motivo, y en base al compromiso sanitario y ambiental que la industria farmacéutica tiene adquirido con la sociedad, sus representantes hicieron una profunda reflexión sobre la mejor manera de abordar el cumplimiento de esta normativa, de tal forma que se incluyera también la recogida y tratamiento ambiental de los residuos de medicamentos de origen domiciliario.

La conclusión fue que la industria farmacéutica, con el apoyo y colaboración de las oficinas de farmacias y las empresas de distribución del sector, puso en marcha SIGRE como Sistema Integrado de Gestión propio para gestionar tanto la recogida de los envases  puestos en el mercado, como de los restos de medicamentos que estos envases pudieran contener, con el fin de dar a cada uno de estos residuos el tratamiento medioambiental más adecuado y proteger así nuestro entorno.

Con el paso del tiempo, aquella decisión de crear SIGRE como Sistema específico del sector farmacéutico para hacerse cargo también de los restos de medicamentos, se vio ratificada por la Ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional del Medicamento y Productos Sanitarios, que contemplaba, por primera vez, la necesidad de crear y participar en Sistemas que garantizaran la recogida de los residuos de medicamentos generados en los domicilios para proteger el medio ambiente.

SIGRE comenzó su funcionamiento operativo en nuestro país en 2001, con un doble objetivo: el medioambiental, para minimizar el impacto ambiental de los envases y restos de medicamentos, mediante la prevención de envases en origen y el adecuado tratamiento ambiental de los residuos generados al final de su ciclo de vida y; el sanitario, para retirar de los hogares los medicamentos caducados, en mal estado de conservación o que ya no se necesitan y evitar así accidentes derivados de un uso inadecuado de los mismos.

La colaboración y corresponsabilidad asumida por todos los agentes del sector farmacéutico –laboratorios, farmacias y empresas de distribución-- ha sido determinante para diseñar el singular modelo de funcionamiento de SIGRE que, con el paso del tiempo, se ha convertido en el mayor proyecto colaborativo emprendido por este sector; que ha servido de ejemplo para la implantación de otras iniciativas, dentro y fuera de nuestro país; y que ha permitido alcanzar importantes logros medioambientales.

LA FARMACIA ES EL PUNTO DE CONTACTO ENTRE SIGRE Y EL CIUDADANO 

A través de los 21 727 Puntos SIGRE ubicados en prácticamente la totalidad de las farmacias españolas y mediante un innovador sistema de logística inversa, la entidad ha conseguido que el hábito de reciclar los envases vacíos o con restos de medicamentos esté implantado en el 89% de los hogares españoles.

La farmacia, como establecimiento sanitario de confianza, está contribuyendo a la educación sociosanitaria de los ciudadanos, a mejorar su calidad de vida y a consolidar hábitos y comportamientos más saludables.

En el caso de los envases vacíos o con restos de medicamentos, la farmacia es el punto de contacto y de asesoramiento al ciudadano para reciclar estos residuos, gracias a la ayuda y compromiso del farmacéutico con esta iniciativa.

La amplia red de farmacias con la que cuenta nuestro país; una farmacia por cada 2142 habitantes, uno de los mejores ratios de Europa, ha asegurado la presencia de un Punto SIGRE cerca del domicilio de cada ciudadano y ha puesto a su disposición un sistema cómodo y seguro para desprenderse de los envases y restos de medicamentos que tiene en su hogar, con todas las garantías sanitarias y medioambientales que este tipo de residuos requiere.

Del mismo modo, también ha sido fundamental el papel asumido por los farmacéuticos, quienes han ejercido un papel activo de motivación y asesoramiento sobre la revisión periódica del botiquín doméstico, la no acumulación innecesaria de restos de medicación al finalizar los tratamientos médicos, y lo qué se debe y no se debe depositar en el Punto SIGRE; uniendo a su habitual labor de concienciación sanitaria esta nueva dimensión medioambiental.

Esta labor de concienciación unida a las campañas de comunicación que periódicamente SIGRE lleva a cabo, con el apoyo y coordinación de las autoridades medioambientales y la colaboración de las autoridades sanitarias, ha situado el reciclado de medicamentos al mismo nivel, y en algunos casos por encima, de otros residuos que se generan en el hogar como el vidrio, el papel y cartón o la bolsa amarilla.

Gracias a la concienciación ciudadana y a su colaboración con SIGRE, se ha evitado que los restos de medicamentos se tiren a la basura o por el desagüe, con el consiguiente riesgo de que sus principios activos lleguen a los ríos, las aguas subterráneas, los cultivos y, en definitiva, a la cadena trófica, con los peligros que ello supone para la salud pública, el medio ambiente y los ecosistemas.

Esto cobra especial importancia en el caso de determinados principios activos de algunos medicamentos como antiinflamatorios, hormonas, citotóxicos o antibióticos, pudiéndose generar, por ejemplo en el caso de estos últimos, cepas de resistencia que los hagan ineficaces a medio plazo.

Según nuestros últimos sondeos, en la actualidad, en el 87% de los hogares se revisa el botiquín de casa con cierta periodicidad. Este dato es de una gran importancia si tenemos en cuenta que, en el 91% de las ocasiones en que se hace esta revisión, se retira algún medicamento que está caducado o en mal estado de conservación.  Debemos, por tanto,  reflexionar sobre la necesidad de concienciarnos de hacer un uso responsable del medicamento, especialmente en el caso de los antibióticos, y de desprendernos de sus residuos adecuadamente.   

DISTRIBUCIÓN FARMACÉUTICA Y  LOGÍSTICA INVERSA 

La distribución farmacéutica ha ejercido y ejerce un papel crucial en el esquema y modelo de funcionamiento de SIGRE. A través de la aplicación del mencionado sistema de logística inversa, estas empresas son las responsables de retirar de la farmacia los residuos depositados por el ciudadano en los Puntos SIGRE y transportarlos hasta sus almacenes donde son vigilados y custodiados. 

En los almacenes de la distribución, se han habilitado zonas específicas, debidamente separadas de los medicamentos nuevos, en las que SIGRE ha ubicado contenedores estancos para guardar temporalmente estos residuos, hasta que un gestor de residuos autorizado se hace cargo de ellos. 

Todas estas instalaciones son sometidas periódicamente a auditorías, por profesionales independientes, con el fin de comprobar su correcto funcionamiento, verificar el cumplimiento de las instrucciones técnicas y asegurar la trazabilidad de estos residuos.

 Contenedores estanco de SIGRE en los almacenes de distribución. 

Este sistema de recogida y transporte, uno de los elementos medioambientales más característico del funcionamiento de SIGRE, utiliza el mismo canal de suministro habitual de nuevos medicamentos a la farmacia para retirar estos residuos, aprovechando el viaje de vuelta de las rutas establecidas por la distribución y reduciendo así las emisiones de CO2, optimizando los costes operativos y mejorando el control.

En los más de 16 años de actividad de SIGRE, las aproximadamente 2700 furgonetas de las empresas de distribución farmacéutica que operan en nuestro país, y que han colaborado en la retirada de estos residuos, han evitado cerca de 13 millones de desplazamientos y la emisión de más de 22 000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Gracias a esta logística inversa que se inicia en la propia oficina de farmacia y continúa con las empresas de distribución del sector, estos residuos son manejados y están siempre bajo la tutela y supervisión de los mismos profesionales encargados de suministrar el medicamento al ciudadano.

Gracias a las medidas de seguridad que tienen establecidas estas empresas y al control y trazabilidad al que son sometidos estos residuos, se asegura el mejor cuidado de la salud pública y del medio ambiente. 

ENVASES SOSTENIBLES Y MÁS FÁCILMENTE RECICLABLES, OBJETIVO DE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA 

Línea de envasado de medicamento.  

La labor de SIGRE no se centra única y exclusivamente en la gestión y tratamiento medioambiental de los envases vacíos o con restos de medicamentos al final de su ciclo de vida. El trabajo se inicia con la prevención de envases. Consciente de la necesidad de lograr envases que sean cada vez más sostenibles y más fácilmente reciclables, la industria farmacéutica, con el apoyo, impulso y coordinación de SIGRE, ha desarrollado con éxito seis Planes Empresariales de Prevención (PEP) de envases de carácter trienal, el último finalizado en 2017.

Desde el año 2000, en que SIGRE comenzó a coordinar los PEP del sector farmacéutico, la industria farmacéutica ha aplicado más de 2200 iniciativas de ecodiseño a sus envases de medicamentos. Gracias a ellas, se ha conseguido que 1 de cada 4 envases farmacéuticos que se comercializan en la actualidad haya incorporado alguna mejora medioambiental.

En términos absolutos, esto significa que unos 450 millones de envases de medicamentos, de los aproximadamente 1.600 millones que se comercializan anualmente en nuestro país, son hoy en día más ecológicos y sostenibles gracias a la aplicación de las iniciativas de ecodiseño que ha implementado la industria farmacéutica. Las medidas aplicadas por los laboratorios farmacéuticos han estado orientadas, principalmente, a reducir el peso y/o el volumen de los envases, pero también han tenido en cuenta otros aspectos como la mejora del reciclado de sus materiales, la minimización del impacto ambiental y la introducción de materiales reciclados.

Un dato corrobora el éxito de estas actuaciones: en los cinco Planes Empresariales de Prevención de envases llevados a cabo entre los años 2000 y 2014,  el ratio continente/contenido  de los envases de venta, agrupación y transporte puestos en el mercado se redujo en un 22,85%, con los consiguientes beneficios medioambientales.

En el último PEP del sector farmacéutico, correspondiente al periodo 2015-2017, el objetivo de reducción fijado con las autoridades medioambientales ese situó entre el +1% y el -2%, teniendo en cuenta las dificultades legales, técnicas y económicas a las que se enfrenta un laboratorio farmacéutico a la hora de realizar cualquier modificación en el envase de un medicamento.

Se está ultimando el análisis de las actuaciones llevadas a cabo por los laboratorios farmacéuticos en el marco de este último PEP, estimando que nuevamente se cumplirán los objetivos acordados.

SIGRE Y EL ECODISEÑO DE ENVASES EN EL SECTOR FARMACÉUTICO 

Más allá de las iniciativas y medidas de prevención aplicadas por la industria a los envases farmacéuticos hasta la fecha, la Estrategia Europa 2020, respaldada e impulsada por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, para generar empleo y  crecimiento inteligente, sostenible e integrador ha dado paso a una nueva visión económica basada en una utilización más eficiente de los recursos.

Dentro de esta nueva visión de economía circular, el ecodiseño se erige como uno de sus pilares básicos y una filosofía de trabajo indispensable para la industria farmacéutica en materia de sostenibilidad, lo que supone, entre otras cosas, ir un paso más allá en la prevención de sus envases.

El ecodiseño permitirá minimizar al máximo todos los impactos ambientales de este tipo de envases a lo largo de su ciclo de vida, desde la fase inicial de selección de materiales  hasta su fin de vida y reciclado de sus residuos, contribuyendo así a apoyar los principios de este modelo económico circular y en detrimento del tradicional y caduco modelo económico lineal.

En 2015, SIGRE editó la primera Guía Práctica de ecodiseño en envases farmacéuticos con el fin de orientar y estimular a la industria farmacéutica para aplicar nuevas medidas de ecodiseño a los envases de medicamentos y seguir minimizando, de una forma metodológica y cuantificada, su impacto ambiental. 

UNA PLANTA DE TRATAMIENTO DISEÑADA Y ADAPTADA A LA TIPOLOGÍA DEL RESIDUO 

Planta de tratamiento de envases de SIGRE en Tudela de Duero.   

Todos los residuos depositados por el ciudadano en los Puntos SIGRE de las farmacias españolas son trasladados, desde los 143 almacenes de la distribución farmacéutica que colaboran en la logística inversa, hasta la Planta de Tratamiento de Envases y Residuos de Medicamentos ubicada en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero.

Esta planta ha sido diseñada exclusivamente para el tratamiento ambiental de este tipo de residuos y es absolutamente pionera a nivel mundial. Destaca por su alto grado de automatización y por incorporar numerosas innovaciones tecnológicas a sus procesos de selección y clasificación, lo que permite ofrecer el tratamiento más avanzado y adecuado a cada residuo, según su tipología.

Una vez comprobada y registrada la trazabilidad de estos residuos se introducen en el proceso automatizado de la Planta. El primero es su separación y clasificación para ser sometidos a diferentes tratamientos ambientales. Los materiales de los envases --cartón, papel, vidrio, plástico, metales, etc.-- se reciclan; los residuos de medicamentos no peligrosos se valorizan energéticamente, produciendo con ellos energía térmica en una planta cementera; y los residuos de medicamentos peligrosos se entregan a gestores especializados para su destrucción.

Los resultados obtenidos en cada uno de estos procesos se incorporan a los informes y  declaraciones de envases que SIGRE presenta a las autoridades medioambientales autonómicas y nacionales periódicamente.

Gracias a los avances tecnológicos de la planta, se ha conseguido una mejora sustancial en el porcentaje de reciclado de los materiales de los envases de los medicamentos (cartón, plástico, vidrio, etc.). Desde 2012, año en que entró en funcionamiento esta nueva planta,  se ha duplicado prácticamente el porcentaje de reciclado  que se obtenía en la anterior instalación. Esta planta, por sus características y resultados, se ha convertido en un referente a nivel internacional para el tratamiento medioambiental de este tipo de residuos y está siendo estudiada por numerosos países, tanto de nuestro entorno como de Iberoamérica.  

SIGRE, UN MODELO DE ÉXITO QUE TRASPASA FRONTERAS 

Tanto por su funcionamiento, como por la participación activa y corresponsable de todos los agentes del sector farmacéutico, la continuada e innovadora participación de la industria en los Planes Empresariales de Prevención de envases y el tratamiento que se aplica a estos residuos en nuestro país, el modelo español es el más completo de los Sistemas Integrados de Gestión existentes en Europa y el más avanzado a nivel mundial. 

Numerosos países se han interesado por este modelo de funcionamiento y han solicitado la asistencia técnica de SIGRE para su implantación. Como resultado de estas solicitudes, en 2015, se firmó la Declaración de Cartagena de Indias, que dio paso a la creación de la Red Iberoamericana de Programas Posconsumo de Medicamentos.

Esta iniciativa está sirviendo para el intercambio de experiencias en la gestión de los envases y residuos de medicamentos de origen domiciliario entre Europa y América Latina.

En el seno de la Red Iberoamericana se han creado diferentes grupos de trabajo con el fin de facilitar la identificación de las mejores prácticas medioambientales para la gestión de estos residuos; compartir las ventajas e inconvenientes de las distintas fórmulas que se aplican en su recogida, transporte y tratamiento final; fomentar la cooperación;  buscar sinergias entre países; minimizar  las falsificaciones de medicamentos y divulgar y compartir con los miembros de la Red, las autoridades medioambientales y sanitarias, así como con la sociedad en general, los conocimientos adquiridos.

Con la puesta en marcha de la Red Iberoamericana de Programas Posconsumo de Medicamentos, que actualmente preside España, el sector farmacéutico español, a través de SIGRE, lidera esta iniciativa internacional que posiciona a nuestro país a la vanguardia en la protección del medio ambiente y de la salud de los ciudadanos.  

EL COMPROMISO DE SIGRE CON LOS ODS 

SIGRE, en representación del sector farmacéutico, es miembro de la Junta Directiva de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas, entidad que promueve activamente el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Las múltiples acciones que SIGRE desarrolla para conseguir su doble objetivo, medioambiental y sanitario, están vinculadas a una amplia variedad de ODS, concretamente los ODS 3, 4, 9, 11, 12, 13 y 17.

SIGRE, además, trabaja de forma muy estrecha con las administraciones autonómicas y central para impulsar acciones y estrategias que permitan avanzar en sostenibilidad, y también de forma muy cercana con los principales colectivos de profesionales de la salud y plataformas de pacientes.

La positiva actitud demostrada por la sociedad española hacia el reciclado de medicamentos; la cohesión de industria, distribución y farmacias para llevar a buen fin  este proyecto medioambiental y sociosanitario; el desarrollo de nuevas iniciativas para minimizar el impacto de los envases de medicamentos en nuestro entorno; la puesta en funcionamiento de nuevos procesos que mejoren la gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos al final de su ciclo de vida y el compromiso responsable del sector farmacéutico permite afrontar el futuro de esta actividad desde una perspectiva optimista para, entre todos, seguir construyendo una sociedad más sostenible.

 

Juan Carlos Mampaso Director General de SIGRE