Para Jesús, hombres y mujeres merecen la misma consideración. Entre sus discípulos y seguidores encontramos también mujeres.
En su trato con ellas, se siente libre y no se siente obligado por las leyes de la religión judía que consideraba a las mujeres como impuras. Y las valora como personas. El amor está por encima de la Ley. Esta conducta de Jesús choca con algunas de las costumbres y tradiciones de su tiempo. Hombres y mujeres son los destinatarios de su mensaje de vida y de salvación, sin distinciones, porque todos son dignos y valiosos.
- Las mujeres eran invisibles y no tenían poder alguno para casi nadie, excepto para Jesús.
- Jesús acogió a las mujeres entre sus discípulos más allegados: “Después de esto, iba por los pueblos y las aldeas predicando el Reino de Dios. Le acompañaban los Doce y algunas mujeres como María Magdalena, Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes, y Susana y algunas otras. Le asistían con sus bienes” (Lc 8,1-5).
- No eran mencionadas en los textos antiguos, a menos que tuvieran relevancia social.
- Las mujeres no podían dirigirse a los hombres en público, y mucho menos andar por los caminos con ellos, ni heredar, ni testificar en los juicios, ni decidir sobre su propia vida,...
¿QUÉ HACE?
¿QUÉ DICE?
¿CÓMO SE COMPORTA ANTE ESTAS MUJERES?
¿QUÉ TE LLAMA MÁS LA ATENCIÓN?
¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ EN EL LUGAR DE JESÚS?
¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ EN EL LUGAR DE ESTAS MUJERES?
¿QUÉ SENTIMIENTOS DESPIERTAN EN TI ESTAS HISTORIAS?
¿QUÉ HACE?
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¿CÓMO SE COMPORTA ANTE ESTAS MUJERES?
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¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ EN EL LUGAR DE JESÚS?
En el viaje , Jesús tenía que pasar por la región de Samaría. Llegó a un pueblo de Samaría y allí estaba el pozo de Jacob. Jesús cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca de mediodía. En eso, una mujer de Samaría llegó al pozo a sacar agua. ... Y Jesús le dijo:- Dame un poco de agua.
Pero la mujer le respondió: -¿Cómo es que tú, un judío, me pides agua a mí, que soy samaritana?
Jesús le contestó: -Si supieras lo que Dios da y quién es el que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él, y él te daría AGUA VIVA.
La mujer le dijo: -Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo: ¿de dónde vas a darme agua viva?
Jesús le contestó: -Todos los que beben de esta agua, volverán a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole VIDA ETERNA.
La mujer le dijo: - Señor, dame de esa agua, para que no vuelva yo a tener sed ni tenga que venir aquí a sacar agua. -Yo sé que va a venir el Mesías (es decir, el Cristo), y cuando él venga, nos lo explicará todo. Jesús le dijo: - Ése soy YO, el mismo que habla contigo. Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba.
Como dice la Escritura, del interior de aquél correrán ríos de agua viva...
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¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ EN EL LUGAR DE JESÚS?
Jesús es judío, y ella es samaritana.
A la mayoría de los judíos les desagradan los samaritanos. ¡Ni les hablan!
Pero Jesús ama a gente de toda clase.
Él le dice: ‘Si supieras quién te pide de beber, tú le pedirías, y él te daría agua que da vida.’
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¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ EN EL LUGAR DE JESÚS?
Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
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¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ EN EL LUGAR DE JESÚS?
Cuando una mujer se casaba, pasaba del poder del padre al del marido. Estaba permitida la poligamia.
Una mujer casada no se podía oponer a que bajo su mismo techo vivieran una o más concubinas de su marido.
En cambio, si ella era sorprendida en adulterio, el marido tenía el derecho de matarla.
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¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ EN EL LUGAR DE JESÚS?
Para Lucas 4, María Magdalena alojó y proveyó materialmente a Jesús y sus discípulos durante su predicación en Galilea. Se añade que anteriormente había sido curada por Jesús: «Le acompañaban los doce y algunas mujeres que habían sido curadas de enfermedades y espíritus malignos: María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios Lucas 8,1-2.
Según Marcos, Mateo y Juan nos cuentan cómo estuvo presente en la sepultura y vio donde Jesús era puesto, según Mateo 27,61 y Marcos 15,47.
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¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ EN EL LUGAR DE JESÚS?
Estuvo presente en la muerte de Jesús, junto a la María, la madre de Jesús.
También se la menciona junto a María la madre de Santiago, el menor.
En compañía de otras mujeres, fue la primera testigo de la resurrección, según una tradición en la que concuerdan los cuatro evangelios.