Algunos relatos de los elaborados a lo largo de las actividades del curso...
Algunos relatos de los elaborados a lo largo de las actividades del curso...
Halloween
Érase que se era, en una ciudad alejada de la mano de Dios, había una mansión que estaba habitada… por una familia normal. Esta familia era perfectísima, no cometían ningún error, siempre eran amables y cumplían con lo que se les pedía. Pero ellos ocultaban un secreto… en el sótano de su casa se encontraba un objeto mágico capaz de convertir a la persona que lo tocase en… ¡¡Zombi-vampiro!! Este objeto había sido creado por el faraón egipcio Tutankamón, que lo había bautizado como “El oween”, para cuando falleciera, pudiera revivir y volverse inmortal. Nadie sabía que el objeto estaba allí, porque nadie sabía que tenían sótano.
Un día, el pequeño de la casa invitó a uno de sus amigos a pasar una tarde en la mansión. Este amiguito se llamaba Hallrrein, pero sus colegas le conocían por Hall. Cuando este llegó, los dos decidieron que sería una buena idea jugar al escondite, así que el pequeño se puso a contar y Hall corrió a esconderse. Cinco minutos después, Hall seguía buscando un buen lugar para esconderse, cuando, sin querer, se tropezó con una tabla suelta y cayó por la escalera secreta que conducía al tenebroso sótano de la mansión, se golpeó la cabeza con uno de los escalones y perdió el conocimiento. Cuando Hall despertó, se encontraba en una pequeña sala rectangular con un objeto que brillaba en el centro de esta. Fue a acercarse a cogerlo, cuando… un gato de aspecto espeluznante salió de un agujero que estaba en la esquina de la sala rectangular y tiró el extraño objeto. Hall se tiró al suelo y consiguió cogerlo antes de que este cayera. De repente, del objeto empezaron a salir rayos de luz verdosa y estos fueron a parar en la persona que tenía el objeto en las manos… ¡¡Hall!! Minutos más tarde, el pequeño niño que había ido a parar en aquel lugar por equivocación se había convertido en… ¡¡“El terrible Señor Hall-Oween”!!
Ese día no hubo supervivientes, solo quedó Hall-Oween y la gran y terrorífica mansión que desde ese día pasó a pertenecer a el zombi-vampiro, una casa que todos temen y conocen como la “Hall of Halloween”.
Escrito por Juan Blanco Oliva, 1°A
Estaba obsesionada con la idea de mudarme con mi pareja a una nueva casa, quería vivir en un lugar lejos de nuestro viejo y ruidoso barrio.
- ¿Jack estás listo?- le pregunté desde la puerta de la casa.
Enseguida él bajó con sus maletas y me contestó
- ¿Sí, vamos-.
Subimos a nuestro coche y nos dirigimos a nuestro nuevo hogar.
Cuando llegamos había un señor de unos 45 años esperándonos fuera de la casa.
- Buenas noches - nos dijo en cuanto salimos del auto.
- Buenas noches, ¿quién es usted?- preguntó Jack.
- Soy Christopher, la persona que le enseñará la casa, bienvenidos-. Nos dijo entregándonos las llaves.
- Muchas gracias- dije amablemente.
Cuando abrí la puerta de la casa quedé alucinada. Los muebles, los sillones, la escalera… Era muy antiguo y un lugar bastante oscuro, aunque había unas cuantas velas y luces cálidas. Estaba polvorienta y desgastada, aún así parecía cómoda y acogedora.
- Es increíble- comentó Jack .
- Si, está genial- añadí.
- Me alegro de que les guste. Vengan por aquí, esta es la sala de estar .
Nos condujo a la sala. En el centro había una mesa redonda con un mantel de flores un poco viejo, tenía dos sillones y las paredes estaban cubiertas de cuadros con fotos de personas.
- ¿Quiénes son las personas que están en estos cuadros?-.
- Antiguamente aquí vivía una familia muy grande, cuando el dueño de la casa fallecía, la casa era para el hijo, y el cadáver se enterraba en las paredes de esta casa. El cuadro está tapando la lápida y la persona es la que está dentro.-
- ¿Quiere decir que la casa está llena de cadáveres?-.
- Si, no se cuantos habrá, como les dije, la casa es muy antigua.-
Miré a Jack con cara preocupada.
Por la noche, tuve un sueño muy extraño, soñé que alguien vino de madrugada y nos asesinó. Me desperté a las siete de la mañana sudando como nunca, Jack también estaba despierto, sentado en la cama. Le dije que tuve una pesadilla y él me dijo que también tuvo una. Le propuse bajar a desayunar y aceptó.
Cuando bajamos a la primera planta vimos a Christopher colgando nuestras fotos en la pared, tapando una lápida. Poco después entró con una familia y les dijo:
- Pasen y disfruten.-
Le pregunté qué estaba haciendo pero me ignoró, parecía como si no me escuchara, como si estuviéramos…
Ahora ya lo entendía todo.
Victoria Buendía 1ºA
EL DIARIO DE UN SUICIDA
Estaba sentado y pensé: ¿Quién fue en realidad?
Todo empezó el 31 de octubre de 2007, cuando yo nací el mismo día de Halloween.
2 años después asesinaron a mis padres y a mí me llevaron a un orfanato.
Estaba confuso, no sabía nada, pues tan solo tenía 2 años. Conforme pasaba el tiempo, me fui enterando de lo que pasaba, pero de pocas cosas.
Hasta ahora, en 2021, tengo 14 años y solo sé que mis padres fueros asesinados el día de mi cumpleaños, en mi pequeña casita azul, en la que tan solo llevábamos viviendo 1 año.
Bueno, esa es una corta historia de mi vida, ahora os contaré como soy.
Me llamo Marcos, tengo 14 años, soy moreno y alto con los ojos oscuros.
Ya que os habéis hecho una idea de mí, seguiré con mi día a día en el orfanato Estoy investigando el asesinato de mis padres. Sé que fue con una pistola, pero no quien la llevaba.
A primera hora llega José, profesor del orfanato, es muy buena gente y tiene 52 años, y su mujer, Amelia es la cocinera.
Llevo 12 años aquí, me lo sé todo de memoria, hasta la comida que toca cada día. Ayer llegó una chica muy guapa, solo sé que se llama Ángela y tiene mi edad.
Llevan 2 semanas desapareciendo personas, José dice que se las llevaron, pero sé que no es así. ¿Y si fueron asesinadas? ¿Y si fue el mismo asesino que el de mis padres?
Sé que parece una tontería, pero creo que no lo es, José dice que sí que lo es.
Hoy me senté a comer con la chica que me gusta, me hice su amigo, es un paso, ¿No?
Estos días José está muy raro, pero no le eché cuenta y seguí investigando el asesinato. Me centré en la gente desaparecida, todos eran mis amigos y me pregunté, ¿por qué muere la gente de mi alrededor? Y la peor, ¿Las estoy matando yo?
Pasaron los días y José seguía igual y lo peor seguía desapareciendo gente.
Todos estos días atrás estaba comiendo junto a Ángela, estaba muy feliz, pero hoy no la vi en todo el día.
Es José, es José, decía una voz en mi cabeza, me sonaba esa voz, ¿era mamá? No. ¿Era papá? Tampoco. Oh si era Ángela, pero que decía, no tenía sentido.
De repente, me desperté sudando a chorros y corrí hacia la mesa donde tenía todos los papeles de mi investigación. ¿Todo encajaba? No lo sé.
Busqué en Google y salió que, en el 2000, José Hernández estuvo en prisión.
No quería seguir leyendo, pero si terminar con todo esto. Por asesinar a 200 personas a su paso. Vale, vale, vale ¡¿QUÉ?! No, no, no. No podía ser verdad.
Justo en ese momento la respuesta a todo pasó por la puerta, era José... Y tenía una pistola.
No sabía que hacer, él no me vio, pero yo a él sí. Ya sabía la respuesta a todo, José Hernández Díaz asesino en serie desde el 2000 y como no, no ha parado desde entonces.
Pero, ¿sabéis lo peor? Que yo nunca lo supe, porque ese día, yo estaba sentado, al borde del precipicio.
Lucía Ruíz 1ºC