AL ENCUENTRO DE EUROPA
IES VELÁZQUEZ - ISIS ELSA MORANTE
DIARIO DE VIAJE
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IES VELÁZQUEZ - ISIS ELSA MORANTE
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EL VIAJE DE IDA
Iniciamos nuestro viaje el 6 de abril de 2024. Nuestro vuelo conectaba las ciudades de Sevilla y Pisa, así que despues de aterrizar tuvimos que tomar un tren hacia Florencia, y llegamos a nuestro hotel a las 23:00, muy cansados pero entusiasmados con las experiencias que íbamos a vivir.
EL PRIMER DÍA
Nuestro primer día, como era domingo y había muchas cosas que estaban cerradas, lo dedicamos a pasear por las calles de Florencia. Pisar Florencia es entender lo que es un verdadero museo al aire libre, y contemplar el arte en su máxima expresión. De las esquinas resaltan esculturas de una belleza abrumadora y construcciones que denotan la eterna presencia de genios como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Brunelleschi o Botticelli.
Después de un sueño reparador y un buen desayuno, nuestra primera parada fue la Piazza del Duomo. La palabra duomo es utilizada para referirse a la catedral principal de una ciudad italiana. Es precisamente la basílica de Santa María del Fiore, o el Duomo de Florencia, una de las obras maestras del arte gótico con la espectacular cúpula de Brunelleschi, el campanario de Giotto y el Baptisterio de San Giovanni.
En Florencia puedes ser Stendhal y perder la noción del tiempo y del espacio abrumado por la belleza constante de sus calles, plazas y museos, y eso es lo que nos sucedió; no importa lo que te hayan contado o las fotos que hayas visto. Hasta que no estás aquí no puedes entender la impresión que vas a llevarte al ver el Duomo por primera vez.
Después nos dirigimos hacia la Piazza del Mercato Centrale para comer algo. En este mercado puedes disfrutar de sabores típicos toscanos, aunque también se reúnen aquí tiendas "delicatessen" y restaurantes que ofrecen especialidades de otras regiones de Italia e internacionales, desde pizza y pasta, hasta pescado frito, pasando por raviolis chinos o pastelería francesa, aunque el bocado estrella es el lampredotto, un bocadillo típico florentino cuyo ingrediente principal es el estómago del vacuno. Estas tripas, que en Sevilla conocemos como menudo, las preparan con especias y las ponen en medio de un pan que remojan en el mismo caldo en el que las cuecen.
Después de reponer fuerzas hicimos una parada en la cercana Piazza della Signoria, una de las más bellas del mundo. La torre de 94 metros del Palazzo Vecchio sobresale de entre todas las maravillas que te rodean, las esculturas de Adán y Eva, Hércules y Caco, y la recreación más fiel del David. En una esquina se ubica la fuente de Neptuno, esculpida por Bartolomeo Ammannati.
Para rematar, la Logia dei Lanzi, un museo al aire libre conformado por esculturas como Perseo con la cabeza de Medusa, de Benvenuto Cellini, y El Rapto de las Sabinas, de Juan de Bolonia.
Después de pasar por la puerta de la Galeria Ufizzi, que visitaremos otro día, nos encontramos con la fuente del Porcellino o del jabalí. La tradición dicta que, si colocas una moneda en la boca del animal de bronce y esta cae dentro de las rejillas por las que cae el agua, tendrás suerte y podrás volver a Florencia.
Cerca del Porcellino y cruzando el río Arno nos encontramos con una de las postales más conocidas de Italia: el reflejo del Ponte Vecchio y de las casas amontonadas sobre el río. Este puente medieval, construido por los romanos en el año 150 antes de Cristo, es símbolo de la ciudad y uno de los más famosos del mundo. Después de ser una pasarela de madera, se reconstruyó en piedra con arcos rebajados. Actualmente, está repleto de tiendas en las que se venden joyas y relojes de lujo, y de oleadas de gente que lo cruzan.
Terminamos el día subiendo a uno de los miradores más espectaculares de la ciudad, el de los Jardines Bardini, desde el que se puede admirar el río, el Duomo y el Ponte Vecchio.
Observando cómo los últimos rayos del sol iluminan los tejados de terracota nos retiramos agotados pero felices de haber empezado nuestro viaje tan deseado.
EL SEGUNDO DÍA
El lunes 8 visitamos la Iglesia de Santa María Novella. Esta iglesia fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por su valor arquitectónico y artístico. Su fachada es una obra maestra del renacimiento y en su interior hay varias obras de arte de autores tan relevantes como Brunelleschi o Masaccio.
Después de recorrer la iglesia y el convento fuimos a visitar la Officina Profumo-Farmaceutica de Santa María Novella. Con una historia de más de 800 años, lo que la convierte en la farmacia más antigua del mundo, su creación se debe al comerciante Dardano Acciaioli, miembro de una de las familias más poderosas de la ciudad, que fue curado por las medicinas de los frailes dominicos y, en señal de agradecimiento, les donó la capilla de San Nicolò, donde los frailes venden desde entonces artículos de belleza, como bálsamos, pomadas, perfumes y jabones. Eso sí, prepara la cartera.
Esa tarde fuimos por primera vez al instituto Elsa Morante donde nos reencontramos con nuestros anfitriones después de su visita a Sevilla. Tras recorrer el centro nos quedamos bastante impresionados por las instalaciones, aunque su ubicación nos pareció muy aislada de la ciudad, en comparación con nuestro instituto.
Después de conocer el instituto asistimos a una conferencia sobre la trata de mujeres africanas que nos pareció muy interesante.
EL TERCER DÍA
El martes 9 visitamos el interior del Duomo que, en comparación con su impresionante vista exterior, nos dejó un poco desencantados.
Para continuar la mañana una opción muy interesante fue la de visitar la Basílica de la Santa Croce. Después de un agradable paseo de unos 15 minutos, llegamos a la plaza Santa Croce.
En esta bella plaza se encuentra la Basílica, en cuyo interior descansan los restos de grandes figuras de la historia como Dante Alighieri, Maquiavelo, Miguel Angel o Galileo Galilei.
Más tarde fuimos al ISIS Elsa Morante donde realizamos las exposiciones que habíamos preparado sobre diferentes temas de nuestra tierra y nuestro centro.
EL CUARTO DÍA
El miércoles 10, como no teníamos planificada ninguna actividad en el instituto, empezamos el día camino a la estación de Santa María Novella para viajar a Siena. Siena enclavada en el corazón de la Toscana, a unos 80 kilómetros al sur de Florencia, es una pequeña ciudad encantadora y llena de magia que nos transporta automáticamente a la época del medievo.
Camino a la plaza Piazza del Campo encontramos una pequeña iglesia con una virgen llamada "Madonna del Buon Viaggio". Mas adelante observamos las calles que hacen de esta una ciudad tan mágica, cada paso te envolvía mas en la época, ya que en cada callejón se encontraba un lugar más maravilloso que el anterior con iglesias, escaleras y balcones acompañado de flores.
La emblemática Piazza del Campo, ubicada en el corazón del centro histórico, es considerada el icono de la ciudad. Su belleza se debe a su particular diseño en forma de concha, a su amplitud y a los edificios históricos que la custodian: el Palacio Comunal, la Fuente Gaia (una obra maestra renacentista) y la Torre del Mangia, que salta a la vista por sus 88 metros de altura. Esta plaza también tiene gran relevancia por ser escenario del Palio, una carrera de caballos de origen medieval y uno de los eventos más famosos de Italia. Se celebra dos veces al año: el 2 de julio (en honor a la virgen de Provenzano) y el 16 de agosto (en honor a la virgen de la Asunción).
Después de dar una buena vuelta por la plaza nos dirigimos a un sitio que nos recomendaron, donde tienen bocadillos buenísimos, rápidos y de precio genial, y lo mejor las vistas desde su pequeño balcón.
Después de reponer fuerzas nos dirigimos a la catedral de Siena. El Duomo fue construido entre 1215 y 1263 en honor a Nuestra Señora de la Asunción.
Impresiona su diseño con enormes columnas con bandas de mármoles blancos y oscuros. Su belleza también se refleja en el pavimento: suelos de mármol diseñados por maestros renacentistas y adornados detalladamente con paneles que representan episodios bíblicos. El interior guarda joyas artísticas como estatuas de Miguel Ángel y Donatello.
Uno de sus rincones más valorados es la Biblioteca Piccolomini. Su decoración con frescos de Pinturicchio que lucen en las paredes y techos deja perplejo a cualquiera. En este enigmático recinto se preserva el rico patrimonio de libros coleccionados por el papa Pío II.
Recorrer la catedral nos llevó gran parte de la tarde y, despues de un tentenpié, cogimos el tren de vuelta a Florencia.
EL QUINTO DÍA
El jueves fuimos temprano a ver La Galeri Degli Uffizi para evitar las tremendas colas que se forman aunque hayas comprado las entradas en su página web. Este museo es una visita imprescindible, ya que alberga algunas de las pinturas más icónicas del arte renacentista. Entre esculturas, pinturas y objetos de todo tipo, destacan obras maestras como El nacimiento de Venus, La Primavera y El Retablo de San Ambrosio, todas ellas de Botticelli; además de obras de Giotto, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Rafael o Tiziano.
Recorrer sus salas nos llevó medio día, así que solo tuvimos tiempo de comer algo rápido antes de ir por última vez al instituto.
A la salida, desde el balcón del museo, se puden ver una de las mejores vistas del Duomo y del Campanario de Florencia.
Por la tarde fuimos por última vez a nuestro instituto y dimos por finalizadas nuestras actividades con nuestro amigos italianos.
EL SEXTO DIA
La Toscana es mucho más que Florencia. También son pueblos de ensueño con mucha historia y que pensamos que serían un destino perfecto para nuestro sexto día de viaje.
Nosotros elegimos San Gimignano, quizá el pueblo más bonito de todos. Situado a menos de 60 kilómetros de Florencia, es conocido como la ciudad de las mil torres por sus numerosos campanarios y torres concentrados en una pequeña localidad. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco gracias a su encanto y arquitectura, lo que le convierte en una de las excursiones más recomendadas desde Florencia.
San Gimignano no solo es arquitectura, también son sus rincones donde tomar una pizza y terminar nuestra comida con alguno de los mejores helados del mundo.
ÚLTIMO DIA: PISA
Nuestro último día, antes de tomar el vuelo de regreso a casa, lo aprovechamos visitando la ciudad de Pisa. Pisa es una ciudad pequeñita, perfecta para ser recorrida a pie en un día. Aunque todos la conocemos por su Torre Inclinada hay otras cosas que visitar, y nosotros, después de hacernos las típicas fotos apoyados en la torre, dimos una vuelta para ver el Duomo y el Baptisterio.
El Duomo es la Catedral de Pisa y se llama oficialmente Catedral de Santa María Asunta. Ocupa el centro de la Plaza de los Milagros y fue el primer edificio en ser erigido aquí en 1118. Se ha restaurado en numerosas ocasiones, por lo que su aspecto actual es una mezcla muy interesante de estilos. A su lado se encuentra el Baptisterio, que es el más grande de Italia y más alto aún que la propia torre inclinada, aunque por muy poco. El edificio está dedicado a San Juan Bautista y combina el estilo gótico y el románico. Curiosamente aquí fue bautizado Galileo Galilei, padre de la astronomía.
Ya a media tarde tuvimos que dirigirnos al aeropuerto para iniciar nuestra vuelta a Sevilla. Cansados y tristes de haber finalizado nuestro viaje, nos despedimos de la Toscana con la idea de volver pronto.