Infiltrados en los jardines de nuestro colegio

Dos miembros del Taller de Periodismo, Rodrigo Martínez y León de Corral, tuvieron la gran oportunidad de entrevistar a los jardineros del Colegio. Pudieron hacerles algunas preguntas, mostrando interés en los entresijos de unos jardines que ocupan 23.000 m2. desvelando algunos datos importantes sobre esta zona que puede pasar tan desapercibida entre algunos alumnos.

Ya que ustedes conocen perfectamente esta zona, ¿qué tiene de bueno tener un jardín así en las infraestructuras de este Colegio?

Este jardín suele recibir muchas visitas, es bonito, luce mucho cuando está limpio y cuidado. De todas maneras, es muy difícil encontrar un colegio con un jardín como éste. Le damos un cuidado diario y, para nosotros, estar trabajando al aire libre es una maravilla, sobre todo, con este tiempo.

¿Qué pueden contarnos de la variedad de plantas que tenemos en el jardín? ¿Cuál es el árbol más antiguo del jardín y cual el más joven? ¿Qué árboles habéis plantado con participación de alumnos?

Tenemos palmeras, muchos olmos, pinos, el gingko biloba, árboles de sombra, de seto, etc. entre otros. El más antiguo sería una de los pinos y el más joven un castaño de un año. Además, hemos podido plantar algunos árboles con ayuda de tutores y alumnos, cerca de la mezquita plantamos algunos cítricos con los alumnos de Primaria; también está el gingko biloba, que tiene 3 años, lo plantamos con alumnos de 2º de Bachillerato, donado por el profesor D. Luis Subías y traído de Francia. Fue la única especie superviviente de la bomba de Hiroshima (Japón) en la 2ª Guerra Mundial, tardará unos 50-60 años en dar flor y ojalá podamos conocerla nosotros.

¿Qué problemas habéis tenido que afrontar en el cuidado del jardín?

Ahora tenemos una plaga en las palmeras. Se trata del picudo rojo, un insecto que ha venido de Egipto, pone huevos y deja la larva dentro, que se come la palmera. Éste llega al corazón de la palmera y la seca. Perdimos una y logramos salvar una que está volviendo a brotar. Para solucionarlo, principalmente evitamos que entren. Sulfatamos la palmera de arriba a abajo y así paramos la infección. El problema con la palmera es que es una especie que no conocemos y el picudo rojo tampoco tiene depredadores, por lo que pueden reproducirse libremente.