Un modelo es una herramienta que abstrae relaciones esenciales para actuar mejor en contextos de incertidumbre. En la gestión de riesgos en turismo de naturaleza y aventura, modelar no es solo prever eventos críticos, sino también entender cómo se construye la cultura del riesgo, cómo se toman decisiones y cómo se transforma la experiencia. Al final, este modelo, ayuda a pensar y a estructurar el enfoque de gestión de riesgos de Fullsky
Modelo de Gestión de Riesgos de Fullsky
¿Qué implica gestionar el riesgo? Gestionar el riesgo implica anticiparse, tomar decisiones informadas y actuar de manera diligente frente a escenarios inciertos. Gestionar el riesgo es gestionar la incertidumbre. Para Fullsky, la gestión de riesgos no es reactiva ni basada únicamente en contingencias; es una cultura viva que involucra pensamiento crítico, colaboración, mejora continua y aprendizaje desde la experiencia. Esto implica:
Identificar los posibles riesgos antes de que ocurran.
Implementar acciones para prevenirlos o mitigar sus efectos.
Establecer procedimientos claros de respuesta.
Aprender de cada situación para fortalecer el sistema.
¿Por qué creemos en este modelo? Porque entendemos el riesgo como parte vital de las experiencias transformadoras en la naturaleza. Creemos en una gestión colaborativa, porque nadie gestiona solo; en una gestión rigurosa, porque el profesionalismo es nuestra base; y en una gestión sistémica, porque el riesgo no actúa aislado, sino como parte de un todo interconectado.
En Fullsky entendemos que gestionar el riesgo no es solo responder a una emergencia, es anticiparse, planear con rigor, operar con consciencia y aprender de cada experiencia. Esta concepción nos ha llevado a construir un sistema propio, inspirado en estándares internacionales como la ISO 31000, la Norma Técnica Colombiana y modelos de referencia como el Outdoor Council of Australia, entre otros. También se nutre de literatura especializada y herramientas prácticas desarrolladas por comunidades globales de educación al aire libre y turismo de aventura, entre las que destaca NOLS.
El resultado de este proceso es un modelo de gestión coherente con nuestra misión, que articula tres herramientas complementarias: el Sistema de Gestión de Riesgos (SGR), el Plan de Gestión de Riesgos (PGR) y las Practicas de Terreno y Oficina (PTO), donde cada uno cumple un rol distinto, pero interdependiente.
El Sistema de Gestión de Riesgos (SGR) es el corazón estratégico del modelo: define los principios, valores y estructuras que guían nuestra gestión del riesgo en toda la organización. Define cómo pensamos el riesgo. Es el conjunto estructurado de prácticas, herramientas, protocolos y modelos mentales que nos permite asumir el riesgo como parte inherente de una experiencia de aprendizaje al aire libre, dentro de márgenes tolerables. Nuestro sistema tiene cuatro ejes fundamentales: Cultura, Prevención, Reacción y Aprendizaje. En últimas, el SGR+ es lo que permite que las personas, incluso en contextos distintos, puedan actuar con coherencia, criterio y responsabilidad.
El Plan de Gestión de Riesgos (PGR) es la traducción táctica y operativa de ese marco (el SGR+), diseñada para aplicarse a contextos específicos de un programa (excursión, viaje, expedición, etc.). El PGR+ organiza la toma de decisiones antes, durante y después del viaje, con base en el análisis del destino, la actividad, el grupo humano y los recursos disponibles. Define responsabilidades, establece protocolos y conecta todos los ámbitos del riesgo en un plan táctico que orienta al equipo en terreno. En últimas, es la herramienta concreta que se activa para un escenario particular, a través de cinco pasos o componentes principales.
Las Practicas de Terreno y Oficina (PTO) son el componente documental de apoyo del modelo. Recopila herramientas visuales, protocolos, estándares, formatos, tipologías, procecimientos y guías necesarios para entender y accionar el SGR y el PGR. Estas referencias operativas han sido construidas a través de la consulta de literatura especializada y la experiencia en campo. Las PTO se despliegan en cuatro dimensiones clave, según su naturaleza: Oficina, Terreno, PGR+ y Reacción.
Este manual ofrece una visión comparativa de los tres elementos, explica sus diferencias clave y muestra cómo se relacionan dentro del modelo más amplio.