Trabajamos en un modelo de aprendizaje colaborativo basado en retos que pretende que el alumno/a desarrolle el máximo potencial y sea protagonista de su propio aprendizaje.
Se trata de que adquiera las competencias técnicas específicas del ciclo formativo y las transversales, aquellas comunes a todos los ciclos y necesarias para la vida social y profesional (autonomía, iniciativa, trabajo en equipo, responsabilidad...) en un contexto de aprendizaje creativo y participativo.
Frente a una estructura modular en la que cada materia se trabajaba de forma independiente, en esta metodología se plantean retos intermodulares, desde donde se trabajan las competencias de los diferentes módulos o asignaturas
Las características principales de este modelo son la Intermodularidad (varios módulos del ciclo integrados en el reto), autogestión de los equipos (horario, espacios, organización...), evaluación para la evolución (coevaluación a 360º grados), adecuación de espacios de aprendizaje
Este nuevo modelo requiere que las aulas y los equipamientos sean flexibles, interconectados y que favorezcan el trabajo colaborativo.
El modelo propone una serie de fases para el desarrollo de cada uno de los retos, que pueden ser: identificar el reto (conocer qué es lo que se tiene que hacer), establecer parámetros (partiendo de sus propios conocimientos el alumno/a debe identificar qué necesita para afrontar el reto), obtener y organizar la información que necesita, generar alternativas, presentar propuestas, seleccionar la propuesta, planificar acciones, ejecutar las acciones, presentar resultados y reflexionar y evaluar el aprendizaje.