ACADEMIA

90 años de Trabajo Social en México

El proyecto de Doctorado en Trabajo Social que ha impulsado la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM; el reconocimiento del 21 de agosto como el Día Nacional de las y los trabajadores sociales; así como la creación de la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior en Trabajo Social, que amplía la posibilidad de la vinculación y la internacionalización, son parte de los hechos y acciones que reflejan la magnitud, trascendencia y posicionamiento que ha adquirido la disciplina y la formación, aseguró la Dra. Aída Imelda Valero Chávez, Decana del H. Consejo Técnico de la ENTS, en el Conversatorio 90 años de Trabajo Social en México.

El evento realizado el 2 de febrero en el auditorio Dr. Manuel Sánchez Rosado, dio apertura a la agenda conmemorativa programada durante todo el año, en el marco del 50 aniversario de la Escuela Nacional de Trabajo Social.

En el inicio de estas actividades participaron grandes referentes de la licenciatura y de la disciplina de Trabajo Social en México, la Dra. Aída Imelda Valero Chávez; la Mtra. María Luisa Brain Calderón; la Mtra. Laura Ortega García y la Mtra. Elia Lázaro Jiménez profesoras de carrera jubiladas de la ENTS; y la Lic. Juliana Ramírez Pacheco, como moderadora del conversatorio, quienes resaltaron la participación femenina en los inicios y el proceso de la disciplina, así como momentos históricos determinantes que han ido consolidando al Trabajo Social contemporáneo.

“El Trabajo Social inició con un enfoque asistencial, sin embargo, en el periodo de Lázaro Cárdenas, se criticó la forma de ayuda social, al existir un alto número de personas que vivían de los programas asistenciales y filantrópicos” expresó la decana del H. Consejo Técnico de la ENTS, por lo que se planteó la necesidad de una ayuda sistemática, donde se asumiera la responsabilidad del usuario y del Estado.

Señaló que, existía la Escuela de Enseñanza Doméstica donde las mujeres tomaban capacitación en diferentes actividades para incorporarse a la vida productiva.

Diversos acontecimientos durante los años 30 impactaron en la creación de Trabajo Social en México, entre ellos la incursión de las mujeres en el ámbito público, señaló la Mtra. Lázaro Jiménez, al referir la labor de la profesora Julia Nava de Ruiz Sánchez, quien viajó a Estados Unidos y trajo a México el modelo para fundar la primera institución Educativa en Trabajo Social en México, que contempló un plan de estudios con una orientación paramédica y de asistencia, creando en 1933 la Escuela de Enseñanza Doméstica y Trabajo Social.

“Los primeros planes de estudios tenían características sui generis, no eran sólo de Trabajo Social” acotó la Dra. Valero Chávez, y agregó que en el mismo periodo había un número importante de niños en las calles y en el Tribunal de menores, derivado de la delincuencia infantil que proliferaba a consecuencia de la Revolución Mexicana.

De esta manera, profesoras y profesores de la Escuela de Jurisprudencia, hoy la Facultad de Derecho de la UNAM, plantearon atender desde otro enfoque esta problemática, creando la carrera de Trabajo Social a nivel técnico. A la par, en muchas instituciones públicas se obligó la creación de una plaza para Trabajo Social, lo que coincidió con los movimientos estudiantiles de 1968, coyuntura social que permitió crear el proyecto de la licenciatura de Trabajo Social.

Añadió que, el primer director de la ENTS fue el Dr. Manuel Sánchez Rosado quien dio un gran impulso a licenciatura que repercutió en un movimiento de reconceptualización, es decir una revisión de conceptos teóricos, epistemológicos y prácticos.

En su oportunidad, la Mtra. María Luisa Brain Calderón destacó la importancia de recordar las 3 configuraciones del Trabajo Social: el Trabajo Social tradicional; el Trabajo Social reconceptualizado; y el Trabajo Social contemporáneo.

El Trabajo Social tradicional, tuvo su desarrollo desde un enfoque individualista, de casos, con una visión donde predominaba el pensamiento positivista del estructural funcionalismo, en el que el sujeto era quien tenía los problemas.

La transición del Trabajo Social tradicional al Trabajo Social reconceptualizado consideró que los métodos de caso, grupo y comunidad, fragmentaban la realidad, por lo que se propuso que el Trabajo Social debe estar ligado al pensamiento científico y la transformación social.

El Trabajo Social contemporáneo, comienzó alrededor de los años 90, y es considerado una disciplina y profesión, al acumular una serie de conocimientos teóricos y metodológicos; el propósito que prevalece es el diseño de estrategias de intervención para el logro del cambio social.

Subrayó que, la intervención social, debe ser racional, intencional, reflexiva para lograr procesos de intervención articulados en procesos sociales, o situaciones conflictivas que surgen como consecuencia de las relaciones sociales.

En tanto, la Mtra. Laura Ortega García, destacó que el Trabajo Social, debe ser entendido como una interdisciplina con una vinculación teórica- práctica. “Todo va cambiando, son diferentes momentos históricos y contextos, por lo que es fundamental conocer la realidad donde vamos a trabajar, factores sociales, económicos, políticos, culturales y educativos. El individuo es producto, resultado y promotor de una realidad social, va creando nuevas relaciones” dijo.

Al respecto señaló que, la formación interdisciplinaria fue una de las necesidades que llevaron a la transición de la carrera de nivel técnico a licenciatura. “La sociedad avanza, la ciencia se actualiza, los conocimiento de Trabajo Social eran muy elementales, permitían la formación técnica, y surgía la necesidad de que los contenidos dieran una respuesta más completa a la sociedad para trabajar los problemas sociales de manera integral y mayor profundidad de conocimiento. La licenciatura creó nuevas formas de trabajo, aplicación de la metodología de acuerdo con las características de las nuevas realidades” indicó.

Esta transición exigió complementar el plan de estudios con especialidades y disciplinas que no estaban integradas para lograr una formación completa. “La profesión ha crecido y tiene que seguir creciendo, lo que implica la especialización, posgrado, maestría y próximamente doctorado. Necesitamos sistematizar para seguir avanzando en Trabajo Social” apuntó.

Las panelistas resaltaron que la disciplina requiere de un proceso de reflexividad entre pares para una reconstrucción; y exhortaron al alumnado a reconocer la importancia de la teoría y práctica de manera comprometida, responsable y ética, que permita visibilizar la trascendencia de Trabajo Social, como parte de su responsabilidad como trabajadoras y trabajadores sociales.

Trabajo Social tiene que actualizarse constantemente, lo social es dinámico y cambiante, lo que representa un reto para las y los trabajadores sociales en formación para hacer una intervención pertinente a la realidad social. El conocimiento del contexto, el problema y el sujeto son fundamentales.

La ruptura del tejido social es un reto de la posmodernidad, todos los procesos sociales negativos como el individualismo que prevalece en actualidad, ante ello, las y los trabajadores sociales tienen el desafío de intervenir para reconstruir el lazo social y lograr cambios sociales, el reconocimiento del otro, “nos construimos con los otros, la intervención tiene que estar siempre vinculada a procesos cohesivos” reiteraron.

Incitaron a las y los alumnos a mantener un sentido de vocación, servicio y hacer el Trabajo Social con pasión. La formación en la licenciatura, maestría y doctorado son esenciales para seguir fortaleciendo a la disciplina.

Finalmente la Mtra. Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social anunció que en el marco del 50 Aniversario de la ENTS, se estarán realizando este tipo de eventos conmemorativos, espacios de reflexión y retroalimentación sobre los grandes retos y avances que tiene la disciplina y la profesión, los cuales continuarán superándose como comunidad. “Conmemoremos produciendo, trabajando y poniendo en alto siempre ha Trabajo Social” concluyó.